Inicio Quiénes somos Publicidad Contacto Enlace a Facebook Enlace a Instagram Enlace a Youtube Enlace a Twitter
  • REGIONAL AMATEUR

    Final

    Náutico Rumipal 03 Acción Juvenil (GD)
    CNR AJGD
  • PRIMERA B

    Final

    Charrense FC 20 Correos y Telecomunic.
    CFC CACT

El lado B del deportista

09-03-2017 10:58

Fútbol, cuarteto y tijeras

Francisco Araya, oriundo de Las Vertientes, es jugador de Belgrano de Córdoba desde hace cinco años. Además de la pasión por la pelota, el Pancho descubrió un nuevo hobby en la pensión del club, la peluquería.

Ver galería
"A medida que van llegando mis amigos, nos ponemos a charlar y vamos cortando. Más de hobby lo hago a esto", cuenta el futbolista y peluquero.

Domingo soleado en Las Vertientes y en la casa de los Araya empieza a sonar Ulises Bueno. Francisco Araya arma su sector de peluquería para recibir a su amigo Nano que quiere renovar el corte. En una mesa hay tijeras, cepillo, peine, secador. Al lado el espejo y al frente la silla con la capa. Del otro lado, el parlante. “Acá no puede faltar el cuarteto, nunca. Escuchamos Ulises, Chipote, Jean Carlos”, cuenta Pancho.
Afuera se ve el patio, ese lugar que funcionaba en la infancia (y sigue funcionando) como canchita para Francisco, su hermano Benjamín y sus amigos. En la casa se respira fútbol, y se respira Herlitzka: “En el pueblo hay mucho fanatismo. Siempre iba a la cancha, con mi hermano que lo veía, después cuando arranque a jugar yo. Cuando era chico iba martes, jueves y viernes a ver los entrenamientos. Y los domingos a todos lados a la cancha con mi viejo. Para mi Herlitzka es todo”.
Francisco llegó a debutar en la reserva de la “H”, pero con apenas 15 años se fue a Córdoba en busca de su sueño. “En el 2012 consigo una prueba en Belgrano y voy con mi papá. Me fue bien y me hicieron volver a la semana siguiente tres días, martes, miércoles y jueves. De ahí ya me dijeron que les había gustado y que si a mí me interesaba ir al club. Al año siguiente arranqué la pretemporada. Me adapté muy rápido a Córdoba, la pensión es muy tranquila, muy buena gente, muy piola todo. Así que eso me fue fácil para poder adaptarme rápido. Arranqué en octava, ese año me fue bien, regular como para empezar ese primer año a nivel de AFA que no es lo mismo que el nivel de una liga de acá de Río Cuarto. Estuve viviendo cuatro años en la pensión y este año, por la edad, me pasaron a un departamento con tres compañeros más, dos chicos de Río Tercero y uno de Deheza. Ahora estamos arrancando bien la pretemporada, preparándonos con todo”, cuenta.

La pensión y la peluquería
“A la pensión te tenes que ir solo, pero te encontras con chicos que están en la misma que vos, con la misma edad, y con la gente que lleva el club es muy fácil adaptarte y más para mí que me queda cerca Córdoba. Hay muchos chicos que les queda más lejos, tienen 15 horas de viaje, a ellos capaz que les sea más difícil. Pero te dan todas las comodidades, te sentís muy bien ahí en el club. Lo que costó un poco fue el cambio de pasar de vivir en un pueblo a una ciudad, como que te chocas un poco. Pero lo tomé bien, con calma, tranquilo”.
Ahí en la pensión Pancho descubrió un nuevo hobby: “Arranqué con el tema de la peluquería porque somos muchos chicos y nos empezamos a cortar el pelo solos. Cuando terminé el secundario, con un compañero que el padre es peluquero, decidimos arrancar un curso, como para estudiar algo. Porque ir a la Universidad es más complicado por el tema de los tiempos. Arrancamos y después me fui metiendo más de lleno, me gusto el tema de la peluquería.
El año pasado hice un curso unisex, después empecé a trabajar en una peluquería en octubre. Este año la tuve que dejar por los horarios, ya no vivo en la pensión y se me complicaba más”.
Al principio era cortarles el pelo a sus compañeros, después a sus amigos en Vertientes y lo que empezó como pasatiempo, hoy también es trabajo. “Cuando vengo disfruto un poco con mi familia y después empiezo con los cortes, a medida que van llegando mis amigos, nos ponemos a charlar y vamos cortando. Después a más chicos y chicas porque se iban enterando. Tengo unos cortes acá siempre”, dice Francisco.

El sueño
“Un sueño para mi sería jugar en la Primera de Belgrano. El salto lo podes dar en cualquier momento, siempre que esté bien uno y que te vean bien de arriba y también la suerte acompaña. Uno está lejos y está cerca, hay que estar siempre preparado para cuando te toque, cuando menos te lo esperas te puede saltar esa oportunidad. El fútbol es así, un día no jugas, otro día sos titular. También me encantaría volver a jugar en Herlitzka, en Primera. Es el club del que soy hincha, que amo y todo”, finaliza Pancho.

Redacción: Al Toque