Al principio todo era formalidad. Preguntas de rigor, respuestas de rigor. Pero no duró mucho. Un par de minutos, nada más. Después hicieron un palpitar de clásico distinto, aportando –por medio de un charla- esas cosas que los domingos y con la pelota rodando no se percibe ni se sabe.
Quizá el conocimiento mutuo, el compartir escuela primaria, las juntadas de aquellas épocas, haya hecho posible que Marcelo Flesia y Juan Palandri se encolumnen en una sintonía muy cerca. ¿Pero cómo puede ser, uno es emblema en Atenas y el otro en Estudiantes?... es lo único que los distancia. Hubo historias comunes pasadas que, mediante una nota en la tira diaria Al Toque, quedaron reflejadas en el aire de la 103.5 para el disfrute del hincha del fútbol.
El tema eje es el partido propiamente dicho, pero el abordaje es distinto. Pese a la lejanía sentimental que existe desde la Avenida Marconi a la España, uno y otro parecían del mismo equipo. Lo fueron… en su momento. Hace varios años, con la vos afinada aún y sin la imponente contextura de ambos, el “tatu” y “juancito” (hoy una mole de un metro noventa) defendían los mismos colores: los del Colegio Manuel Belgrano. Allí pasaron buena parte de su vida juntos, incluso se dieron ciertos lujos. “Yo le metía la zurda mágica y el tatu hacía los goles”, rememora entre risas –una constante- Palandri. Y Flesia acota socarronamente: “imaginate como eran nuestros compañeros… je. Palandri creaba!!!”. “Y Geretto (relator de Al Toque) jugaba de cinco, imaginate el nivel futbolístico. En el pan y queso siempre nos enfrentábamos, imaginate lo que era eso… ahora somos marcadores centrales”, aporta el defensor de Estudiantes.
-¿Qué paso que terminaron jugando de centrales?, pregunta el periodista.
“Y…uno se va dando cuenta de las limitaciones y va retrocediendo”, afirma el 6 “celeste”.
La charla deriva en la casualidad o causalidad del colegio de ser un semillero de buenos valores. “El Belgrano sacó buenos jugadores como Pablo Aimar, el más destacado, pero también Juancito Capelari, Bruno Pincini, varios”, rememora Palandri.
Después de las chanzas, el partido y su significación empieza a ganar terreno. “Es lindo lo que se va a vivir, pero es feo a la vez por el hecho que sólo uno va clasificar. Hubiese sido bueno que el año que viene estemos los dos en una instancia superior a la que se está jugando porque se ha trabajado muy bien”, señala Marcelo Flesia, reconociendo el esfuerzo y nivel de ambos conjuntos riocuartenses.
En la misma línea, Palandri dice que el clásico del domingo “es un lindo desafío, es cierto que hubiera sido mejor que se llegue por vías distintas para que se pueda pelear por llegar a una final riocuartense, pero igual es lindo que el fútbol de la ciudad esté bien arriba en el este Torneo Argentino B”.
-¿Cómo están viviendo la previa del partido, la gente en las calles…?
-P: Terrible, se vive muy lindo. En el caso mío estoy un poco más expuesto, me he comido cada gastada, pero uno la toma con humor. Por ahí se va un poco la boca (risas), pero tranquilo esperando que gane Estudiantes (desafía el marcador “celeste”).
-F: Siempre en la calle constantemente uno cuando se cruza con los hinchas de Atenas y Estudiantes, hay cargadas, aliento, pero no pasa de eso. Esperamos el domingo vivir otra fiesta más.
-Los clásicos han estado marcados por la corrección, siempre ha sido una fiesta y eso es mérito de todos…
-F: Sí, en todos los clásicos no hubo problemas dentro y fuera de la cancha. Eso es muy bueno y lindo para aquél que quiere llevar a sus hijos a la cancha, ir con la familia, nunca pasó nada, sólo cargadas que quedan en eso.
El periodista (Julio Rivoira) lo introduce en el terreno de las cabales, artilugio al que apelan generalmente los futbolístas, los técnicos y los hinchas para sostener ilusiones.
“Siempre aparece alguna que otra, si no es uno, es un compañero, el cuerpo técnico. Yo remarco que por más que entremos con ésta o aquella camiseta, acá los que podemos ganar o perder somos nosotros y no una camiseta, una pulserita. Si nos equivocamos perdemos y si acertamos ganamos, así que no hay que darle tanta importancia”, narra “tatu” e interrumpe: “pero hay que hacerla por las dudas”.
“Nosotros tenemos algunas ahí guardadas, pero algunas no da para contarlas. Nada fuera de lo normal, pero por ahí uno se aferra algún resultado y decís que hay que seguir de esta manera y seguís así. Por más que se pierda o gane se hace…”, cuenta Palandri.
-Estos partidos suelen estar repletos de presiones porque mucho hay en juego más allá que es un clásico. Pero en el vestuario quién se encarga de la distensión de situaciones, quién descontractura?
-F: Siempre en los entrenamientos, viaje, concentración, vestuario, está ese que te saca de la tensión. Ramírez (Cook), Zúñiga, el “cara” López, siempre saltan con alguna joda y eso es lindo porque cuando toca vivir cuestiones complicadas en lo deportivo están ellos para levantar el ánimo.
-P: Y del lado celeste, siempre quien les habla está metiendo alguna cosita, Rodrigo Siravegna también es un firme candidato, pero porque tenemos eso desde chicos. Marcelo lo sabe que viene de chico, uno siempre fue al club y eso se hace con buena onda para minimizar la tensión.
-Bueno…en las pelotas detenidas, ¿quién va con quién?
“Yo voy con Billalva (risas), voy con él… me lo voy a tener que comer a él (Flesia)”, bromea Palandri. Y Flesia agrega: “A nosotros nos dan la marca cerca del partido, pero yo capaz que vaya con él (por Palandri), pero siempre somos los mismos, no hay misterio, si no es Palandri, es Carrizo, o Bottino, son todos los mismos de siempre”.
-Y por los delanteros rivales van a tener trabajar bastantes. El “cara” López y todas sus mañas y ni hablar de Gatto…
-P: Sí, el “cara” es terrible, lo conozco de Adelia María y es muy bravo, pero uno toma con respeto a Gatto, López o cualquiera al que le toque jugar. Es muy de casette, pero esté quien esté cuando uno entra a la cancha intenta hacer lo mejor.
-Marcelo vas a tener que lidiar con Bottino, Uranga o puede que sea con Di Santo…
-Están teniendo un buen campeonato. En general todo Estudiantes está teniendo un buen campeonato, es complicado el tema de la marca, ellos tiene buenos jugadores.
-¿Marcelo se corta la racha el domingo?
-F: Esperamos Dios quiera, uno quiere ganar siempre y que corte.
-Juan, ¿se sigue con la buena racha?…
-Esperamos, vamos a hacer lo posible, sería bueno ganar, pero estamos tranquilos.
La conversación amena, distendida, casi entre amigos, entra en el terreno de los análisis. Muchos aseguran que el clásico que se viene será el que marcará una tendencia definitiva de cara a lograr la clasificación.
Y el referente de Atenas tiene la palabra: “Sí y no. Es importante ganar este clásico, ya vas con otro ánimo, lo que marca la diferencia este clásico y el anterior es que ahora tenes sólo cinco partido para revertir la cosa, antes teníamos doce más. Todavía no hay grandes diferencias, queda mucho aún”.
Por su lado, Juan Palandri cree que “no te queda mucho margen de error en nada. Esto te marca la instancia que está jugando Atenas y Estudiantes. No hay que pensar en especular, en resultados futuros, hay que pensar en el hoy. Aparte si ganas un clásico te levante la moral como loco”.
La nota va llegando a su fin. Pero las cargadas dotadas de un ocurrente humor no cesan.
-¿Alguien el vestuario ya se animó a prometer un gol para el domingo, de un lado y del otro?
Al comienzo los referentes “celeste” y “albo” negaban con ademanes y el bamboleo de su cabeza. Pero Juan Palandri salió al cruce: “nooo nadie dijo nada… tienen un miedo algunos… es un chiste (aclara)”.
Las risas hacen perder el hilo conductor de la pregunta. Pero el “6” de Estudiantes retoma: “No se habla de más. Y eso está bueno. Hemos logrado de no hablar mucho de Atenas, sino más bien como del partido que viene. Lo tomamos como un clásico, pero no vamos a hablar todo el tiempo de Atenas porque te metés presión sólo, uno con los años a aprendido a llevar la semana como cualquier otra”.
El contexto, la masa movilizada al ritmo de un partido de fútbol, la multitud, el colorido, el estadio repleto, no podía dejar de ser tratado. El cómo se vive desde adentro del rectángulo, en las palabras de los protagonistas: “En mi caso está bárbaro porque tengo la posibilidad de disfrutarlo con mi familia, con mi nene para que vaya siendo un ‘leoncito’, lo vamos metiendo en clima. Eso es muy bueno. Y ver tanta gente es bárbaro. Adentro no te das cuenta. Pero cuando metimos el gol sobre la hora en cancha de Atenas (gol de Bottino a los 45’ del ST), te pones a mirar y ves la locura de la gente te dan ganas de meterte a festejar con ellos. Y ves del otro lado las caras largas y es hermoso eso que tiene el fútbol”, cuenta Juan Palandri.
Flesia subraya que “uno lo vive más en la entrada en calor o cuando sale a la cancha, pero cuando el árbitro inicia el partido, uno por ahí se concentra y no siente la hinchada, salvo algún gol, alguna falta, pero si no uno dentro está muy metido y no notás la cantidad de gente.
El cierre no podía ser otro: “les vamos a pedir que arriesguen un resultado para el domingo”, incita Al Toque. Y Palandri, como en toda la charla, no tuvo tapujos y siguió con las bromas: “Acá Marcelo quiere firmar el empate (risas), no mentira Billalva... Yo quiero ganar. Tuve un presentimiento y mirá que vengo bien”, adelantó el jugador de Estudiantes, que fue interceptado por el defensor ateniense: “no me va a decir que gana Estudiantes con un gol tuyo… dejá de hinchar las bolas…(más risas)”.
“No, en serio, creo que ganamos 2-0 y va a hacer un gol Zapico”, se sinceró Palandri.
-¿Y Marcelo?
-No soy de arriesgar, pero ojalá que ganemos.
La despedida, a la hora de los saludos de rigor, pinta de cuerpo y alma los semblantes y las formas de vivir y tomar las cuestiones relacionadas con el folclore del clásico, pese a estar en veredas distintas.
-P: Agradezco por esta nota distinta y quiero desearle suerte a los chicos de Atenas…
-F: (sale al cruce) ¡Qué falso que es, callate la boca (enfatiza y se rie)!
-P: Nooo, es la verdad hay buena onda con la gente de Atenas.
-F: Decí que ojalá que no se lesionen, nada más, listo…
-P: Bueno, ojalá que le ganemos 8-0 que tanto lío!!!! (risas, y más risas).
Ése es el espíritu. Es cierto, es un clásico, es una Fase Final, en juego hay un ascenso, pero no deja de ser un partido de fútbol. Ojalá todos vivamos el clásico como lo viven ellos…
Redacción Al Toque