Almirante Brown de Malagueño juega Federal C por segundo año consecutivo. Ascendió a la categoría superior de la Liga Cordobesa en 2014 y un año más tarde se coronó campeón, por vez primera, en la máxima divisional. Historia y breve descripción de un equipo que, como tantos otros, está integrado por jugadores que dividen sus horas entre oficios, familias y fútbol.
Por un par de semanas, el Club Atlético Almirante Brown de Malagueño queda plasmado en la agenda mediática de los medios de comunicación de la ciudad de Río Cuarto. El conjunto “auriazul” define con Atenas quién llegará al próximo Torneo Federal B, al medirse en una serie a dos partidos por la final del Federal C.
Más allá de lo reciente, de haber dejado en el camino a Sportivo Rivadavia de Villa Carlos Paz, EMFI de Bialet Massé y Colón de Colonia de Caroya en los cruces precedentes de playoffs, el “Boca” de Malagueño presenta curiosidades dignas de ser tratadas.
En franco ascenso
El conjunto que actualmente dirige Carlos Gaetán lograría su primer ascenso a la máxima categoría de la Liga Cordobesa en 2004, luego de vencer en una promoción a Atlético Medea. Sin embargo, luego de unos años perdería la categoría.
A fines de 2014, vuelve a pegar el salto de divisional. Cumple la meta tras vencer por penales a Unión Florida. Un año más tarde, en 2015, alcanza su primer título en la elite de la Liga Cordobesa tras vencer a Belgrano 2 a 1 en cancha de Las Flores.
La corona lo clasificó automáticamente al Torneo Federal C 2016. En dicho certamen integró la Zona 58 junto a los cordobeses Deportivo Atalaya y Unión San Vicente, y no logró sortear la fase clasificatoria.
Cómo surge Brown de Malagueño
Facundo y Fernando Seara cuentan en el libro “Clubes de Córdoba.470 historias de pasión y pertenencia”, que Almirante Brown fue fundado el 12 de octubre de 1919 por un grupo de jóvenes que deseaban practicar fútbol y necesitaban contar con una entidad que los contuviese.
Desde sus inicios, contaron con el apoyo de Don Cornelatti –peluquero de la localidad– que sugirió el nombre de la institución, puesto que había sido dirigente de un club de la ciudad de Córdoba denominado Almirante Brown –por aquellos años desaparecido– y conservaba un sello de la entidad que les facilitó a los sus fundadores.
Sus primeros dirigentes fueron Martín Reyna y Carmelo Cascone y los tradicionales colores azul y amarillo fueron elegidos en 1927. A lo largo de su historia, ha participado en varias asociaciones, tales como: Liga Amateur de Fútbol de Córdoba, Liga Central Cordobesa de Fútbol, con sede en la ciudad de Alta Gracia; fue miembro fundador de la Unión Malagueñense de Fútbol, Liga Regional de Fútbol San Roque de barrio Aeronáutico, en la ciudad de Córdoba; Liga Regional Serrana, con sede en la localidad de La Calera; Liga Departamental Santa María en la ciudad de Alta Gracia y actualmente participa en la Liga Cordobesa de Fútbol.
Asimismo y con el transcurso del tiempo, la entidad incorporó otras disciplinas deportivas como básquet, bochas y tenis. En cuanto a las actividades recreativas, a partir de la década del ’60, en sus instalaciones sociales se realizaron numerosas ediciones del Festival de la Minería y las recordadas “Noches de Malagueño” que organizaba el Municipio.
Brown de Malagueño vive un sueño. El periodista Hernán Laurino retrata en el suplemento Mundo D -La Voz del Interior- cómo es la vida de gran parte de los futbolistas, que dividen sus horas diarias entre un oficio particular, el fútbol y sus familias.
En ese contexto, el conjunto “auriazul” llega a Río Cuarto con la ilusión de seguir haciendo historia y trascender más allá de la quinta división del fútbol argentino. Enfrente estará Atenas, que ya dio la vuelta olímpica dos veces en este torneo -2007 y 2016-, y que apunta a volver a la categoría de la que jamás debió irse.
Redacción Al Toque