Para contextualizar la ayuda que brindarán distintas entidades de la ciudad de Río Cuarto a la copita de leche en el día del niño, decidimos acercarnos al barrio San Martín y hablar con los protagonistas de este merendero, de fuerte compromiso social en el barrio ubicado al lado del puente colgante.
Las filiales de San Lorenzo, Talleres y Belgrano, junto al Interact y el Club Atenas están realizando una colecta para poder sorprender a los niños de la copa de leche “Juntos es más fácil”, del barrio San Martín, con un gran festejo en su día.
Si bien es una fecha importante, queremos recalcar el esfuerzo y significado que tiene el trabajo de la copa de leche en el barrio todos los días. Para ello, hablamos con las protagonistas. Ocho mujeres se encargan de darle la merienda a 63 niños durante la semana y, durante el fin de semana, realizan trabajos en el comedor para los chicos, con el solo interés e incentivo de despertar una sonrisa en los pequeños.
Con estas palabras se expresaban: “Esto nos encanta, es un amor a los chicos. Queremos que ellos se sientan contenidos en algún lado. Acá vienen, juegan, se sienten amados, se sienten queridos, es hermoso. Duele mucho ver a niños que son maltratados, no solamente con violencia física, si no que hasta sin cariño”.
También hablaron sobre las problemáticas que se encuentran en los barrios de bajos recursos, las cuales llegan en muchos casos a hacer que los niños dejen sus estudios sin siquiera terminar la primaria. Además, paralelamente, destacaron el valor del trabajo de la copa de leche: “Hay chicos que andarían todo el día en la calle y se acostarían a dormir sin comer. La mayoría de chicos de 12 o 13 años en un barrio así deja el colegio, no por que no quieran. Muchas veces a los padres no les alcanza”, comentaron las señoras luego de servirles la merienda a los chicos como todos los días.
Por último, las trabajadoras recalcaron el esfuerzo que hacen todos los días, ya que son ellas quienes se encargan de los gastos para comprar los insumos, para que no les falte la merienda a los chicos: “Nadie nos da nada, hacemos actividades autogestivas para poder sostener la copa de leche”. Tal es el caso de Patricia, quien confesó: “Tengo seis hijos y tres nietos. Aparte de dar mi tiempo para ayudar en la copita de leche, hago pan casero, bolas de fraile y todo tipo de comidas para vender, y los sábados trabajo por hora en una casa de familia”.
Finalmente, cerraron con el pedido, por un lado, de insumos para poder darles una merienda más sana y rica a los niños, y, por otro, con la necesidad de “gente que venga con un gran corazón y ayude y contenga a los chicos”.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque