Habían pasado ya varios enfrentamientos, igual la expectancia se podía percibir desde los lugares más recónditos. Lo destilaban los pobladores de esta urbe que un 28 de septiembre 2008 frenó su ritmo habitual para celebrar el reverdecimiento de un nuevo clásico. El primero de la temporada; la continuidad de una racha con tonalidadas claras y de pertenencia al barrio buena vista.

Ese 28 de septiembre de 2008 no iba a cambiar radilcamente la historia escrita por Lagioia, Gatto, Beraldi, Zúñiga, Púñet, Flesia y companía. Todo lo contrario. Iba a aumentar las cifras para el regocijo de los estadístas. Pues el gol de cabeza de Fabricio Monetti, a los 15’ del primer tiempo iba a ser suficiente para hacer mella en un Estudiantes –otrora- endeble de carácter y reacción. El “mono” Monetti y una sencilla resitencia agudizada tras la tempranera e infantil expulsión de la gran contratación “alba”, Javier Villaseca, iban a escribir una historia conocida.

Ni siquiera una hora de juego con un jugador de más bastó para que Estudiantes pueda salir de su propio laberinto. Carlos Boccolini, el mismo que dirigirá hoy, pitó el final a los 49’ y fracción. Postal repetida. El júbilo de la ciudad se enfrascaba en los mismos de siempre: los atenienses
 

Partido 1

Primer Fecha

28 de Septiembre de 2008

Estudiantes 0 – Atenas 1

Fabricio Monetti 15 PT.

Expulsado Javier Villaseca

Arbitro Boccolini

Quedó en los umbrales de la revancha divina

 ¡Por fin se acaba esta maldita racha!, exclamaban mirando de reojo el final del clásico los hinchas de Estudiantes. Ese 9 de noviembre, el equipo de Hugo Mattea lo ganaba 1-0. Sí...después de cinco duelos, el “celeste” le convertía un gol al archirrival de siempre. Y fue el "flaco" Bottino, en las postrimerías de la etapa inicial.

Ahora la historia se revertía. El laberinto era potestad de un Atenas carente de ideas y la salida de esa encrucijada la conserva un Estudiantes que no sufría más de la cuenta. Pero....cuando anda derecho, todo es más fácil. Y si no, pregúnteselo a Nicolás Gatto.

La intrascendencia futbolística del “albo” lo hacía ir para adelante. Más por inercia y empuje que por fútbol. Pero....cuando uno está derecho...43’ del complemento, una de las tantas arremetidas iban a encontrar a un goleador de raza apelando a la suerte, oportunismo, sapiencia, calidad... Cada uno le dará la interpretación que quiera. La cuestión que un remate que tenía destino de banderín del corner -que da a los vestuarios del Estadio 9 de Julio- encontró en su camino la rodilla del goleador puntano. Qué pudo pasar...: gol de Atenas. La pelota se le clavó junto palo de Mancinelli, que no pudo más que resignarse. Pitazo de Jorge Benítez y...postal repetida. No fue un triunfo, pero hubo festejo en Atenas.
 

Partido 2
 

Septima Fecha

9 de Noviembre de 2008

Atenas 1 – Estudiantes 1

Bottino 38 PT

Gatto 43 ST

Arbitro: Jorge Benitez

Aleluya!!!!, el grito tan deseado del pueblo “celeste”

 Fue mucho pesar. Es cierto, sólo era la derrota en un partido de fútbol pero ya se había transformado en un estigma; una cruz con la que acarreaba. Jugar ante Atenas se había transformado para Estudiantes en un suplicio que algunos ya ni querían transitar internamente.

Tan sufrido fue que el festejo estuvo acorde con el período de ingratitud tolerado. Aquél solitario gol de Nicolás Rodríguez de penal y un buen cerrojo defensivo fue basta para saber, después de mucho tiempo, que se sientía haberle ganado a Atenas.

Para después quedó la polémica: ¿fue penal de Alcíbar a Búffali? ¿era de fiar la declaración del rubio delantero acerca de que no lo tocó el central de Atenas en la acción del penal?, ¿la posterior expresión de que todo había sido una broma y en realidad había sido víctima de falta en esa jugada que definió el clásico fue obra de algunas presiones o arrepentimientos?

Sea lo que fuere, había algo que era un hecho consumado: el grito eufórico y contenido de un pueblo “celeste” que, oportunamente, estoicamente acompañó el transitar de aquella cruz.

Partido 3

 
Decimo tercera fecha

19 de Enero de 2009

Estudiantes 1 - Atenas 0

Rodriguez (p) 32 PT

Arbitro: Sergio Victorino

Así se goza más...

El karma Atenas ya no era tal. Estudiantes había conseguido despojarse de los fantasmas con aquél éxito logrado desde la pegada de Nicolás Rodríguez, en el recordado y añorado 19 de enero de 2009.

Sin ese peso, viajó dos cuadras hacia tierra ateniense para animar otro compromiso más. Era la novena estación de un periplo que empezaba a marcar tendencias con vistas al objetivo de ser parte de las discusiones por la clasificación.

El clásico no parecía un clásico. De trámite abierto, con llegadas y emociones, Atenas y Estudiantes entretenían a las más ocho mil almas sedientas de gloria. Todo iba camino a la repartición de puntos. Los embates, a esa altura eran tibios y hasta tímidos. Se daban más por incercia que por convicción. Igual, Atenas iba y Estudiantes procuraba contestar. Y en una de esas respuestas...la definición agónica. Electrizante corrida de Bottino tras un recupero de Gómez. El "flaco" arrancó como volante y lo terminó como un gran goleador. Cuando pisó el área, el reloj marcaba el minuto 44 del complemento. El oriundo de Las Higueras estaba entre la gloria y la imponente figura de Bardin...gol y triunfo de Estudiantes...y baño de gloria para Bottino.

Partido 4
 
Decimo novena fecha

1 de Marzo de 2009

Atenas 0 – Estudiantes 1

Bottino 44 ST

Arbitro: Julio Sanabria

 Con el dulce sabor de la repitencia “celestial”.

Cosa de ángeles, cosa de seres del más allá, cosa de goleadores. Tarde de otoño benévolo de un 19 de abril de 2009.

Minuto 46’ del segundo tiempo. Desde hacía unos 20’ de ese complemento, Estudiantes volcaba su artillería ofensiva sobre el arco “blanco”. Afirmado sobre el fútbol de Sebastián Pérez, solución mendocina para el mediojuego “celeste”, el equipo de Mattea había asumido su rol protagónico para ir en post del botín deseado. Atenas esperaba agazapado al acecho de espacios y oportunidades...a la postre esquivas.

Ya el silencio devenido de la tensión contorneaba un clásico que se paseaba sin pudor en la medianía futbolística. Pero ese sonido a nada se rompió el inicio de la frenética carrera a balón dominado de Franco Chiaretta. Ingresado hacía minutos al terreno, recibió de Pérez, adelantó el balón para dejar un metro atrás a Machado y enfiló hacia el más allá.

En ese más allá había cuatro de blanco y uno de “celeste”. Chiaretta enganchó hacia su pierna inhábil y con la cabeza a medio levantar se la cedió a esa difusa sombra celeste que picaba por el flanco que había dejado desguarnecido todo Atenas.

En ese momento recibió, la controló, y empezó a elevar sus alas. Ya estaba rumbo al más allá. Demoró una fracción de segundo para emprender ese viaje de placer.

Luis Di Santo, el arcángel del gol, había bajado de la bobeda celeste (hacía solo algunos minutos) para cumplir con la misión encomendada. Lo hizo y luego partió hacia el más allá, a donde los otros ángeles “celestes” lo esperaban con los brazos abiertos para rubricar, en un abrazo intermible, un momento de felicidad plena.

 
Partido 5

Fase Final - Segunda Fecha

19 de Abril de 2009

Estudiantes 1 – Atenas 0

Di Santo 46 PT

Arbitro Juan Dardanelli