No soy Al pacino, soy un riocuartense - por adopción- que en el bautismo de su ahijada no pudo desprenderse el domingo de la radio y hoy festeja el triunfo de Estudiantes ante el “cuco” de la tierra colorada.
10:00 hs. Suenan las campanas y el cura ordena que la ceremonia comienza, yo con el espíritu en Posadas y el corazón en la iglesia, soy padrino por primera vez y enamorado perdidamente de mi princesa estoy.
11:00 hs - El Padre brindó su ceremonia y ya he prendido la vela, lo que significa que ya soy Al Pacino, perdón el “padrino”, es que me identifico tanto…
12:00 hs - Arranca el festejo del bautismo en lo de mi hermana: picada de por medio, la carne en la parrilla, el humo del asador, las empandas en el horno, aperitivos varios, la familia, los amigos. Y ese reencuentro con todos, que te genera una melancolía interior difícil de explicar. Más allá de eso, ya he encendido la radio para vivir la previa de lo que sucederá en la mesopotamia.
13:00 hs - En el bautismo todo es algarabía, mis viejos, la parentela y el amigo de acá la vuelta que buscan cambiar el país con su discusión. Mi ahijada, de 1 año de vida, nada entiende de toda este circo. El “pepe” -mi cuñado y papá de mi princesa- obliga a sentarse en la mesa por que ya tiene el “asao” listo, las mujeres ultiman detalles con las ensaladas y las empanadas. Y yo, trato de hacerme cargo de esa función de padrino, pero con el espíritu en otra parte, subo el volumen de la radio porque arranca la otra previa, la de los de Río Cuarto, vestidos de celestes que buscan manchar la tierra colorada y traer un pedazo de gloria para el "imperio".
15:30 hs - El almuerzo ha terminado, la gorda –mi ahijada– ya descansa en su cuna después de no entender todo lo que sucede a su alrededor. Los muchachos ya se juntan por que pinta un “truco” entre medio de "un fernet y un buen vino”. Las anfitrionas limpian la mesa y preparan el postre. Yo me sumo a las parejas del “rabón”, pero mi concentración no está en las señas que me pide el pie, ya que mi mente viaja mil y pico de kilómetros y escucha en la radio lo que dice el relator: juega Buffali, no juega…
16:00 hs - ¡Envido! Me dice el contrincante que tengo en “punta y hacha” En los parlantes se escucha: Arranca el sueño de Estudiantes, ya mueve Soto que juega con el “loco” Marzo… Y yo juego a las cartas como si fuese una carrera de mentes, y si que lo es, mi cuerpo y mi corazón con la familia y mi otra parte en Misiones.
16:04 hs - Gooool….de Bottino, dice el tipo de la radio, que no lo puede creer. El escándalo que hice no tiene nombre!
La abuela que me preguntaba: ¿de quién son los botines?
- No importa de quienes son los botines “nona”, gol de Estudiantes, gol nuestro. Le dije
- ¿Gol de quien?
Obviamente no me gaste en explicarle, pero sentía que en ese momento el fútbol de nuestra ciudad daba un paso a la gloria y que el “cele” se traería un resultado a favor desde aquellas tierras.
Faltando escasos minutos para el final del primer tiempo que disputaban Crucero de Norte y Estudiantes, los más chicos, que poco entendían de lo que sucedía, se apoderaron del recinto donde estaba el radio receptor. Y la bendita de mi hermana no se le ocurrió otra cosa que preguntarles: ¿quieren bailar chiquillos?. Se imaginan mi cara, ya Estudiantes empataba 1 a 1, mi hermanita del alma apagó la radio y puso “Barnie”… Te quiero yo y tu a mi… yo no lo podía creer.
Cuando los más pequeños decidieron abandonar el lugar, después de un demorado recital de ese dinosaurio, a mi querido “cuñado” se le ocurrió poner más música. Y yo que podía decir a esa altura?
Mientras las charlas iban y venían en la gran sobremesa en lo de mi ahijada –en esas que todos hablan y contestan a la vez– Al viejo se le ocurrió preguntar: ¿Y Estudiantes como va? Y en ese instante me dije: esta es la mía! , prendí la radio nuevamente y "los leones" ganaban 2 a 1. Tan grande fue mi euforia cuando escuche ese resultado parcial, que hasta la nona se prendió a escuchar “Al Toque” la transmisión. Las charlas en la mesa se enmudecieron, como seguramente lo han hecho más de un misionero cuando el de Las Higueras les infló las redes, y con toda la familia nos quedamos escuchando como le iba a los de Río Cuarto en tierras coloradas.
Ganó Estudiantes finalmente 3 a 2 ante el “cuco” de la mesopotamia, y esta victoria le pese a quien le pese debe ser festejada por todos los riocuartenses, yo la festejo, tu la festejas, nosotros las festejamos. Hasta mi ahijada la festeja, que en el día de hoy, más allá de tener mi mente en otra parte, me convirtió en el padrino más feliz del mundo.
Gerardo Pasten – Redacción Al Toque