Inriville es una localidad situada al este de la provincia de Córdoba. El mapa indica que forma parte del Departamento Marco Juárez y el censo realizado en el 2010 manifiesta que tiene 3.722 habitantes. Hasta esta pequeña localidad viajó Al Toque Deportes.  El propósito del viaje de más de 200 kilómetros fue para encontrarse con uno de los emblemas del equipo de la Selección de Río Cuarto que se consagró campeón en 1968 al derrotar a Córdoba. Se trata de Jorge Omar Pirro, el jugador que brillara en la década del sesenta en Belgrano de General Cabrera y que fue uno de los hombres claves para que la selección local obtenga aquel histórico campeonato.

Estamos transitando el año en el que se celebra el centenario del fútbol organizado de Río Cuarto y desde nuestro medio periodístico decidimos contar la historia de uno los jugadores que dejó una imborrable huella en la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. Fue José Sebastián Echeverría, admirable conocedor sobre la historia de nuestro fútbol y gran admirador de Pirro, quien ofició de guía en esta aventura periodística.

El fútbol: su vida

Jorge Omar Pirro tenía tan solo catorce años cuando debutó en primera. Corría 1954 y su primer equipo fue Santa Elena de Inriville. Nacido en esa localidad es ahí donde comenzó a gestar su carrera futbolística pero fue el inicio de una vida nómade junto al deporte que más ama. Siguiendo el camino del fútbol jugó y dirigió en Buenos Aires, Córdoba, Corral de Bustos, Marcos Juárez, Las Parejas, Armstrong, General Baldissera, Monte Buey y Laborde.

Como dijimos en nuestra región brilló en la década del sesenta en el gran equipo de Belgrano de General Cabrera. En el extinto equipo de la región dejó una imborrable huella. En sus tres temporadas logró consolidarse, junto a un gran grupo de jugadores, al llevar a su equipo a ser protagonista del fútbol vernáculo. Formó parte de la inolvidable delantera junto a Mario Roque y Hugo Curioni.

Quienes lo recuerdan lo hacen por sus enormes cualidades futbolísticas. “Era un gran cabaceador”, dicen algunos. “Le pegaba con gran precisión a los tiros libres”, rememoran otros. Pero su principal característica era que se adaptaba a jugar en distintos puestos de la cancha. “Menos de arquero, de cuatro y de siete jugué en todos los puestos de la cancha”, explica Pirro, quien jugando de volante central anotó 29 goles de los cuales 17 fueron de tiro libre. “El gol que más recuerdo es el que le convertí a San Lorenzo de Las Perdices. Lesionado marqué el tanto del empate de tiro libre cuando faltaba 30 segundos para que finalice el encuentro”, explica.

“Independiente Dolores y Estudiantes eran los rivales más difíciles que teníamos. Jugar contra ellos era lo que más esperábamos”, explica Pirro. En 1967 Belgrano perdió ante Estudiantes la final del torneo de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. Mientras que con la “furia roja” protagonizaron clásicos que quedaron en la memoria de los habitantes de General Cabrera. Cuenta Pirro: “El primer año (1966) que estuve en General Cabrera perdimos los dos clásicos. Al año siguiente empatamos los dos y en 1968 ganamos ambos partidos. Hacía muchos años que Belgrano no le podía ganar el clásico a Dolores y nosotros dimos vuelta esa paternidad”.

Conquistador de Córdoba

1968 quedó por siempre guardado en la memoria de los amantes del fútbol de Río Cuarto. Ese año la Selección de Río Cuarto se coronó campeón del Campeonato Provincial al derrotar en la final a Córdoba. El elenco que dirigía Sergio Pascual Ghergo estaba compuesto por jugadores extraordinarios como lo eran Francisco Percello, Liborio Sosa, Humberto Mansilla y Anacleto Peano. Entre ellos estaba Jorge Omar Pirro, quien a la postre se convertiría en el héroe de la conquista al convertir los cuatro goles de la serie final (victoria 3 a 2 en Río Cuarto y empate 1 a 1 en Córdoba). “La conquista de ese título fue algo increíble. Teníamos un equipazo y fue muy lindo compartir el plantel con esos jugadores. Recuerdo que al regresar de Córdoba nos esperó muchísima gente en Río Cuarto. Nos tiraba flores, estaba enloquecida. A eso no lo viví nunca más en mi vida y es un recuerdo imborrable”.

Trayectoria como jugador

Santa Elena de Inriville (Un campeonato)

River Plate de Inriville (Campeón en cuatro torneos)

San Martín de Marco Juárez

Lanús

Defensores de Belgrano (Campeón Torneo de Primera C)

Belgrano de General Cabrera

Instituto de Córdoba (Campeón en 1969)

Bell de Bell Ville

Defensores de Armstrong

Argentino de Las Parejas

9 de Julio de Arequito (Campeón en tres torneos)

Alianza de Arteaga (Un campeonato)

Sportivo Isla Verde

Mitre de General Baldissera

Trayectoria como Director Técnico

River Plate de Inriville (Cuatro campeonatos)

Corranlese de Corral de Bustos (Tres campeonatos)

San Martín de Monte Buey (Dos campeonatos)

Bell de Bell Ville (Campeón Interior de la Liga Cordobesa)

Instituto de Córdoba

Argentino de Marcos Juárez

Recreativo de Laborde (un campeonato)

Fotos: Al Toque

Redacción Al Toque