La movida fue magistral. Desde dónde habrá salido esa acción de ataque entre torres y alfiles, para lograr el encierro en “L” con los dos caballos en ofensiva y, con esa estrategia, poner en “jaque al Rey” y quedar a dos movidas del mate, cuando aún quedan, cuando aún restan cuatro posibilidades.

El maravilloso juego que es el fútbol, por el cual se despiertan tantos amores y odios, en el que se tejen las teorías conspirativas más retorcidas, pero en el que muy pocos analizamos táctica, estrategia y trabajo en la semana.

Asociación Atlética Estudiantes está a un paso del despegue deportivo-competitivo por el cual viene luchando al menos desde que yo comencé a leer la historia de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, sin desconocer la historia de su nacimiento desde 1917 hasta 1965.

El 12 de febrero de 1983 fue el primer hito. Después prosiguió el del 29 de enero de 1984. Ahí nomás el pueblo “Celeste” se embriagó de escalar posiciones el 29 de enero de 1985.

Llegaron épocas de cambios, de invitaciones, de nuevas estructuras competitivas, siempre dentro del sistema capitalista a ultranza que tiene el fútbol organizado. Quedar ahí al perder cotejos decisivos ante Temperley, Atlético Rafaela o Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay.

Retomar ascensos el 1 de julio de 2001 (por primera vez se repite técnico en estas hazañas y es Jorge Omar Sturniolo, entrenador del “Celeste” en el ‘85 y 2001), 31 de mayo de 2009 y 17 de diciembre de 2016.

Todas esas fechas son parte de una rica historia de fútbol en la entidad de la Avenida España. La tarde noche del domingo 18 de febrero de 2018 quedará grabada en la memoria de muchos riocuartenes y amantes del fútbol de estos lugares.

Primero, porque el viernes se anticipó desde la “página oficial” del CFFA “Ascenso del Interior” que ya era un hecho consumado la reestructuración del fútbol. Que habría “decretazo” vía resolución y donde Asociación Atlética Estudiantes estaba cómo el mejor parado en el interior de la provincia de Córdoba para recuperar laureles “como en el 83”, según expresa el cántico de los “Leones”.

Fue 1 a 0 sobre Alvarado de Mar del Plata –llegó por segunda vez a Río Cuarto y en el arco del elenco marplatense un apellido emparentado con el “Celeste”, “Panchito” Rago. Antes lo había hecho en 2012 siendo suplente en Mitre de Santiago del Estero-. El hijo de Francisco “Pancho” fue reconocido por los dirigentes, porque quien forjó gran parte de su historia futbolística en la liga marplatense y fue el único arquero de Estudiantes llevado en andas por los “Leones” y paseado por frente a toda la tribuna oeste cuando venció a Sportivo Pedal de San Rafael.

Es que había que ganar en la cancha para ratificar que esa jugada arriesgada al momento de comenzar a mover las fichas para confeccionar el fixture. En cuatro movidas ponía al Rey en Jaque y quedaba a dos movidas de dar el Mate.

Esto es fútbol, no es ajedrez. Pero si no evaluamos táctica, estrategia, juego y trabajo, difícilmente podremos entender proceso. En este momento, el de Estudiantes lo es. Muy distinto al que lo llevó al primer nacional en el ‘83. Cercanamente emparentado en pensamiento, personalidad y forma de actuar entre aquel Antonio Candini y éste Alicio Dagatti.

Lo dirigencial es muy importante. Antonio tenía un equipo de “primera”. El de Dagatti está en formación. Él sobresale nítidamente, al igual que en aquella época lo hacía Antonio por sobre el resto pero, en la segunda, tercera, cuarta y quinta línea –al menos esas fue las que conocí-, los de aquella generación todos –sí todos- tenían “vuelo propio” en cada una de sus actividades.

Si el domingo fue de fiesta para el “Mundo Celeste”, el lunes 19 de febrero fue de celebración. Con 12 puntos en la zona del octogonal, a un partido de clasificar para el pentagonal final y, con ello, ser uno de los 20/22 equipos que quedarán en el Nacional Federal, el certamen donde estarán los actuales equipos que participan en la Primera B Nacional y los que llegarán por derecho deportivo y/o invitación a esa competencia, para comenzarla a jugar después de la disputa del campeonato Mundial Rusia 2018.

El domingo 25 de febrero de 2018 se puede escribir otro hito histórico. El “Celeste” de la Avenida España recibe a Villa Mitre de Bahía Blanca –se entiende que hay que reventar la cancha de público, ¿no?- y, si obtiene el triunfo, el lugar en el pentagonal final ya nadie se lo quitará y estará parado en el andén. El tren ya llega. Asociación Atlética Estudiantes está a un paso de ser uno de sus pasajeros. Puso en Jaque al Rey, está a dos movidas de obtener un ascenso de categoría. Esto es fútbol, es cierto, pero siempre hay que pensarlo, analizarlo y contextualizarlo con la visión de un ajedrecista.

Foto: www.aaestudiantes.com.ar

(*) Periodista