La pasión y el sentido de pertenencia desafían el olvido y, a modo de mandato, traen al presente un nombre propio que une 22 años de ostracismo: Budín, una historia de padre e hijo. Ignacio fue parte de la última función de San Lorenzo y Facundo es integrante del renacimiento bulnense en la Liga Regional de Río Cuarto. Aquí sus sensaciones.
Una herencia que rodó con el balón más allá del tiempo. Padre e hijo borraron 22 años de ostracismo. Del último encuentro al renacimiento de un club, el de los colores de siempre y del pueblo que lo vio nacer. Más de dos décadas pasaron para que San Lorenzo de Bulnes regrese al ámbito de la Liga Regional de Río Cuarto.
Él reciente uno a cero sobre Defensores de Alberdi dejó atrás aquella lejana derrota ante Santa Paula de Carnerillo, en 1996, que en definitiva representó el último juego oficial. La pasión y el sentido de pertenencia desafían el olvido y como un mandato imponen un nombre propio que une la distancia: Budín (uno entre tantos forjadores del destino). Ignacio fue parte de la última función “azulgrana” y Facundo es integrante del renacimiento bulnense. Una historia de padre e hijo, con genes vencedores del tiempo.
“La sensación de ver a mi hijo con la camiseta de San Lorenzo, con la cual también tuve la suerte de jugar, fue bárbara”. Explica “nacho” y agrega: “Ver a Facu con la camiseta del club que somos hinchas es un orgullo y una satisfacción. Ver a los chicos defendiendo los colores de San Lorenzo y casi todos del pueblo y ad honorem es una sensación bárbara y ojalá que este sea el principio de muchos años de fútbol en Bulnes.”
Por su parte, el delantero (con pasado por Alianza de Coronel Moldes y Atenas) manifestó: “Una sensación muy emotiva porque mi papá jugó en el último año que San Lorenzo dejó de hacer fútbol oficial, en 1996, y es muy lindo reencontrarse en la Liga vistiendo la camiseta que tanto quiere mi viejo y mi familia”. Y añadió: “El domingo cuando entramos a la cancha fue emoción, se me vinieron muchos recuerdos de mis dos abuelos, de mi papá, de mi tío (Mario Rolando Escudero) que jugaron en el club y de los familiares paternos y maternos que todos son hinchas de San Lorenzo.”
Ignacio se remite al pasado para explicar lo vivido el domingo: “Se me mezclaron un montón de pensamientos, ideas, anécdotas y ver 22 años después que todo vuelve a funcionar y rodar la pelota en ese campo de juego es inexplicable”. Facundo -confieso hincha de Boca- le pone color y sentido de pertenencia a sus sensaciones: “Los colores más lindos son el rojo y azul, obviamente de Bulnes. La verdad que estoy muy contento, espero dar todo por el club y dejarlo lo más arriba posible junto con mis compañeros.”
La pasión del fútbol late en los corazones y corre por las venas con los colores del club del pueblo, de toda la vida, transmitida de generación en generación como una herencia que vence las adversidades y al mismísimo paso del tiempo.
>Síntesis de la última función (10/11/1996) - Primera División C:
San Lorenzo (Bulnes): Sansón; Vargas, Boggino, Budín, Carlos Buzzini; Maldonado, Cotella, Mazza; Rodríguez, Linardi y Vetorazzi. DT: José Perna.
Santa Paula (Carnerillo): Carreras; Milcniezuk, Monti, Díaz, Chiola; Dalmasso, Cacciani, Luna; Corti, Paunero y Carranza. DT: Julio Rodríguez.
Goles: a los 10’ PT Darío Mazza (SL), 15’ ST Carlos Monti (SP) y 35’ ST Carranza (SP).
Expulsado: a los 41’ ST Gustavo Vetorazzi (SL).
Cambios: al inicio del complemento Bergesio por Corti (SP), 28’ Julio González por Maldonado (SL), 35’ Juan Pereyra por Milcniezuk (SP) y 38’ José González por Mazza (SL).
Árbitro: Adrián Manchado.
Cancha: San Lorenzo de Bulnes.
Redacción Al Toque