Así vivió Jorge Quiroga el regreso de Everton Club al fútbol oficial de la Liga Regional de Río Cuarto. Hace 14 años el ex defensor jugó el último partido del “panza” y ahora sigue cerca de la cancha siendo camillero y colaborador en la entidad que lo vio nacer futbolísticamente.
“La verdad que fue una fiesta, los chicos dejaron todo, ganaron y el estadio estuvo acorde a un hecho muy importante”. Narró Jorge Quiroga con el entusiasmo aún latente en sus expresiones. El motivo de la alegría es la reaparición oficial -y con victoria- de Everton Club Moldes en la Liga Regional de Río Cuarto tras 14 años de ausencia.
“Limón” -como lo apodan- amplió sobre sus sensaciones: “Lo primero que genera son ganas de jugar pero el tiempo pasó y todo lo que queda es apoyar a los chicos desde afuera”. Y agregó: “Lo viví con unos nervios bárbaros, ya no aguantaba de la emoción, encima estoy parado cerca de la línea y te dan unas ganas terribles de entrar a jugar.”
Quiroga es el camillero del equipo (desde siempre colabora en la entidad) y posee la particularidad que jugó el último partido de Everton antes del parate. Aquel 24 de octubre de 2004, el “panza” vencía tres a uno a Defensores de Alberdi por la última fecha de la Primera B. Los dirigidos por Marcelo Aguilar (hoy integra el cuerpo técnico) alistaron con: Domínguez; Caletti, Quevedo, Demichelis, Quiroga; Ayala, Ricabarra, Palacios, Heredia; Pinto y Funes.
“Me quedan muchos recuerdos lindos porque pasé por muchas etapas en el club y ahora más que nunca voy a seguir apoyando desde el lugar que me toca. Me siento un jugador más. Lo viví así al partido, como si lo hubiese jugado, porque las ganas siempre están”, rememoró el ex defensor que también supo vestir la camiseta de Belgrano de Coronel Moldes. Además tuvo tiempo para recordar a Miguel Angel Ayala -actual DT y hombre de la casa-: “Empecé a jugar al fútbol en Everton con el ‘negro’ y hoy me toca colaborar desde afuera y él también está presente, eso es muy bueno para el club.”
Cuando Quiroga posa para la foto en el entretiempo del partido principal, de fondo -detrás del alambrado- se ven Pablo Quevedo, César Gastaldi, José Barbieri, Cristian y los mellizos Mauro y Claudio Demichelis -junto a su padre y tío-; nombres propios del club y de su historia. Nombres que salían de memoria en las viejas formaciones y ahora integran la comisión y trabajan para el club. Y todo no es casualidad. Everton Club es familia.
-De primera
Las instalaciones de Everton Club Moldes son de otra categoría. Desde el ingreso principal de la institución, con el imponente salón como bastión institucional, pasando por el arco que contiene todo lo referido a la práctica del fútbol. A su alrededor un quincho lindero a la cancha de golf y en el sector opuesto emerge el estadio de bochas y, por detrás, el complejo de tenis. Todo cuidado hasta el mínimo detalle. Las dos canchas de césped sintético relucen a tono con el reducto de juego destinado para las divisiones infantiles y el impecable campo que disfrutaron “panzas” y “naranjas” por la primera fecha del ascenso.
-Una visita especial
Entre tanta gente vinculada al fútbol estuvo Juan Miguel Reynoso observando el regreso de Everton al ámbito liguero. El actual delantero de Estudiantes surgió de las inferiores del “panza” y es reconocido hincha de la institución que lo vio nacer.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque