Inicio Quiénes somos Publicidad Contacto Enlace a Facebook Enlace a Instagram Enlace a Youtube Enlace a Twitter
  • PRIMERA A

    Final

    Acción Juvenil (GD) 41 Atl. Adelia María
    AJGD CAAM

Fútbol - Torneo Federal A - En contexto

10-04-2018

Se rompió el tablero

Por Carlos Valduvino (*)

Cáceres, García, Lamolla y Cuello, atónitos ante las explicaciones de Lobo Medina.

Hasta las 21.30 del sábado 7 de abril de 2018, el presente deportivo para Asociación Atlética Estudiantes era de festejo. Se recomponía el mal comienzo en el Pentagonal, se le ganaba a Central Córdoba de Santiago del Estero por 1 a 0, y la lucha por conseguir el primero de los dos ascensos que otorga el Torneo Federal A que organiza el Consejo Federal A estaba al alcance de las manos.

Es cierto que para quienes estamos acostumbrados a analizar el particular “sistema” que tiene el fútbol organizado en nuestro país, compararlo con los países limítrofes e insertarlo en el concierto mundial, había un aureola de sospecha sobre los antecedentes que acumulaba la terna de árbitros tucumanos encabezado por Luis Lobo Medina, pero, nada más.

Sin seguir el día a día del plantel, sin estar en el círculo íntimo de quienes están cerca de las luces del edificio de la calle Viamonte 1366, sin tener acceso a quien designa los árbitros del Consejo Federal, Gustavo Bassi; todo lo que se observó en esos 45 minutos iniciales tuvo más que ver con los miedos de que sucedan acontecimientos anormales, a lo que la realidad muchas veces indica.

Lo peor se desataría en las próximas cuatro horas. Desde el mismo comienzo del segundo tiempo hasta el desenlace incontrolable de incidentes. Al iniciar el complemento, rápidamente hubo un condicionamiento extra para el local: amonestación para uno de los volantes centrales, Maximiliano Zbrun.

A la próxima acción, Estudiantes fue letal en una acción ofensiva armada por la trilogía del ascenso del Federal B al A: Reynoso, Sepúlveda y Comba. Segundo gol del local y, de ahí hasta el final, todo lo que ocurrió sucedió dentro de un sistema de sospechas que rodea nuestro fútbol.

El 2 a 0 aceleró todo. Segunda amonestación y expulsión del correcto jugador Maximiliano Zbrun. Ingreso al área de un jugador de Central Córdoba y penal a favor de los santiagueños. Los jugadores de Estudiantes se iban del partido y Central Córdoba iba, hasta que llegó al 2 a 2.

Minuto final. Agarrón dentro del área a Gonzalo Maffini. Infracción, penal, el árbitro lo ignora y comienza la premeditación final. Los jugadores de Central Córdoba no son ajenos a lo que sucede dentro del campo, provocan e increpan al arquero de Estudiantes, Adrián Peralta.

El árbitro es rodeado por los jugadores locales, la policía lo custodia, ingresan particulares y dirigentes de los dos equipos dentro del campo de juego. Caótica situación que concluye con los protagonistas del bochorno en los vestuarios y sensación de que el fútbol, ese maravilloso juego que puede despertar amores y desecuentros en una misma familia por llevar dentro de sí distintos colores, había tenido un golpe muy fuerte que lo dejó groggy.

Los dirigidos por Marcelo Vázquez, con los cambios realizados, fueron otros con respecto a los que habían perdido en Villa Ramallo. Ingresó muy bien Nahuel Cainelli por su sector. El medio juego tuvo en Zbrun y el “Colo” Cabrera al eje de un equipo que se movió bien y le marcó dos goles a un Central Córdoba que llegó con nombres, pero que en juego fue superado por el local.

Después todo se rompió. El tablero quedó destrozado. No se puede analizar lo que sucede en el rectángulo de juego, cuando existen sospechas de lo que sucedió dentro de él y que se definió fuera del cerco perimetral que separa los simpatizantes y los protagonistas: jugadores, cuerpos técnicos y árbitros.

 

Algunos antecedentes

Central Córdoba de Santiago del Estero es, a decir del gobernador de esa provincia, el radical Gerardo Zamora, el equipo “elegido” para ser el segundo que esté arriba en la competencia de AFA.

Esto está sellado desde la política, y con el presidente de AFA Claudio Tapia ya están trabajando donde se enclavará el estadio único de Santiago del Estero. Fueron los dos protagonistas en distintas entrevistas quienes le dieron certeza a esta afirmación.

El gobernador Zamora sostuvo: "Todo el mundo cree que mi sueño es traer la Fórmula Uno a Santiago del Estero, pero mi verdadero sueño es que tengamos, al igual que en el básquet (con Quimsa y Olímpico), dos equipos del fútbol santiagueño en la primera división". Y agregó: "Santiago tiene la posibilidad de contar con equipos en la primera división. Ya hay uno de ellos que está en el Nacional B (por Mitre), y otro que puede volver a estar (por Central Córdoba) y ojalá que se pueda dar, de lograr que lleguen a primera".

Hábiles en el juego de la política deportiva, el presidente de Central Córdoba de Santiago del Estero eligió el diario con mayor influencia en la provincia como es El Liberal y allí Francisco Pece se despachó a su gusto: “Fue un hecho lamentable, realmente. Desde que llegamos al estadio les dije a los directivos que me resultaba extraño que en un partido de tanta envergadura haya solo veinte policías, no sé si eran menos. Yo responsabilizo a los directivos de Río Cuarto". Y tras cartón, agregó: "Ellos instigaron a todos esto, y más me sorprendió fue verlo a Pablo Aimar al frente de todo este hostigamiento, sobre todo en el entretiempo cuando fueron a apurarlo al árbitro”.

Por si falta algo más para montar un escenario que no sucedió, el presidente de Central Córdoba expresó al diario santiagueño: “Había un clima enrarecido. Parece que lo querían ganar de prepo. Todo esto quedó registrado, sobre todo las agresiones a los jugadores, desde golpes de puño, empujones y hasta patadas y algunos están golpeados".

 

Las sospechas

Como siempre sucede en un sistema donde la sospecha y el “todo pasa” son sellos imborrables que lleva el fútbol, los árbitros son quienes se llevan todas las sospechas.

Los antecedentes de la terna tucumana no aportan mucho para que esa sensación no recaiga. Lo que sí sorprende, es porqué teniendo posibilidades de cortar cualquier posibilidad que se consume lo que terminó sucediendo en el estadio “Ciudad de Río Cuarto – Antonio Candini”, no se hubiese actuado en consecuencia.

 

Se estira el sueño

Si llega la reestructuración de los torneos de ascenso, más allá de los dos premios deportivos que otorga el actual Torneo Federal A, habrá invitaciones y los cuatro equipos que están en el Pentagonal y no asciendan, recibirían la invitación.

Pero ahora todo se estira. Entre el miércoles y el domingo 22 finaliza el Pentagonal. Estudiantes, si le dan empatado el partido con Central Córdoba, puede llegar a siete puntos, la misma cantidad que podría acumular el miércoles Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, si le gana a Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

A Estudiantes le queda el domingo 15 en San Luis, con Juventud Unida, y el 22 en Río Cuarto ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

Los cuatro equipos que no ganen el ascenso en el Pentagonal pasan a la ronda final de play offs, donde se enfrentarán con los triunfadores de los cruces entre: Deportivo Madryn vs. Unión de Sunchales; Sportivo Belgrano de San Francisco vs. Gimnasia y Tiro de Salta; Alvarado de Mar del Plata vs. Chaco For Ever y Crucero del Norte ante Sarmiento de Resistencia.

 

El tablero está roto. Las sospechas que algo sucedió fuera del rectángulo de juego, en la previa al partido entre Estudiantes y Central Córdoba de Santiago del Estero, ganaron por goleada. Nada de ello justifica la agresión que sufrieron los trabajadores de prensa que llegaron a Río Cuarto desde Santiago del Estero a cubrir el partido, que en sus puestos de tarea debieron cortar sus tareas coartándosele el constitucional derecho de la libertad de expresión.

 

 

(*) Periodista

Foto: Al Toque