“Las manos de mi madre parecen pájaros en el aire” dice en la primera frase la canción de la inolvidable Mercedes Sosa.
Las manos del “Chupa” Adrián Peralta, tuvieron ese o mayor significado el sábado por la noche para muchos seguidores del “Celeste” cuando una vez más Asociación Atlética Estudiantes dejó al margen de la competencia a Crucero del Norte de Misiones. Esta vez fue 5 a 3, después de empatar los 180 minutos de juego cero a cero.
El relato de Gastón Geretto por FM Maradó –ahora con 9 años más y disfrutando de una nueva etapa de la vida-, me hizo rejuvenecer y volver aquel mayo de 2009, cuando después de ganar en Garupá 3 a 2, perdió 2 a 1 en Río Cuarto y José Mancinelli se erigió en el héroe de la lluviosa tarde para ganar por 3 a 1 en la dramática definición por penales.
Nada de nostalgia. Sólo realidad. Es que desde ese momento, cuando Estudiantes llegaba al Torneo Argentino A, hasta este presente mucha agua corrió debajo del puente de la Avenida España.
La primera imagen que recorre el estadio “Ciudad de Río Cuarto – Antonio Candini” es que la foto del sábado por la noche, tenía los protagonistas en las tribunas y plateas mucho mayor a lo que personalmente esperaba. La llovizna generó incertidumbre, pero al no tener excusas para los futboleros un sábado por la tarde-noche, todos salieron apresurados cerca del horario del partido y “coparon” el templo “Celeste”.
La universidad del tablón expresa claramente: esto es fútbol, y por lo tanto, no deja de ser un juego. Ante esta verdad absoluta, todos los matices llevan a análisis con la subjetividad propia de quien la expresa. Nada es absoluto, aunque la intuición, siempre, tendrá un extra a la hora de las definiciones. Cómo es el juego mismo en cualquier disciplina deportiva.
Y el sábado por la noche Marcelo Vázquez y el “profe” Palladino se recostaron en las fuentes. Optaron por el equipo que les dio el ascenso desde el Federal B al Federal A en el caluroso diciembre de 2016. Saltaron a la cancha muchos conocidos del Federal B. Sólo el capitán del equipo –un refuerzo distinto y de valía- Marcos Lamolla y el volante Nahuel Cainelli -rival del “León” con Tiro Federal de Morteros- no habían vivido aquellos momentos de gloria. Crucero del Norte le tiró todo a Estudiantes en el primer tiempo y allí estuvo Adrián Peralta, en una de esas acciones con la ayuda del travesaño. En el complemento, el “Celeste” tuvo todo para ganar, pero la “arisca” no quiso entrar.
Esto es fútbol. Algunos habrán dicho “no podemos errar ese gol”. Otros los habrán gritado antes, para el enojo de los hinchas que estaban cerca en ese sector y, al final, todos miraban hacia el arco de las canchas de tenis, para que se modificara la historia de la última definición por penales.
Allá fue el “Chupa”. En esos pasos, desde la mitad de la cancha hasta el arco, lo hizo acompañado por su colega de Crucero del Norte. En las mentes de los hinchas estaban todas las imágenes. Las del 2009, la de la Copa Argentina con Atenas, las del torneo de transición del Federal B con Huracán Las Heras.
Las palpitaciones se aceleraron y cuando se conoció la lista de los ejecutantes, otra vez la intuición de Vázquez saltó una vez más. Los centrales arrancan y cierran la serie, y los tres jugadores con más piernas –porque habían ingresado en el complemento- toman la responsabilidad del segundo al cuarto disparo.
No falló ninguno de los ejecutantes. Las “Manos de Peralta” se erigieron en “pájaros en el aire” para que con su vuelo hacia la derecha desviara el remate ejecutado por Franco Cabrera, el único sobreviviente en el “Colectivero” de aquel mayo de 2009.
Dos conocidos, dos invitados
Las semifinales del Torneo Federal A las protagonizarán dos conocidos y dos invitados. Gimnasia y Esgrima de Mendoza y Asociación Atlética Estudiantes, ante Sportivo Belgrano de San Francisco –único que no jugó el Pentagonal- y Defensores de Belgrano de Villa Ramallo.
De los habitantes de la mesa de juego fuera del rectángulo principal, donde se definen los partidos, hay dos que ya están habituados. Los dos vivieron cómo Central Córdoba de Santiago de Estero se llevó el primer ascenso.
Los otros dos protagonistas. Uno en su momento tuvo gran peso y llegó hasta la Primera B nacional. El otro, desde que le ganó a Estudiantes de Río Cuarto en la promoción, nunca más descendió de esta divisional del fútbol profesional.
Así, Estudiantes irá el miércoles por la noche -20.30 horas- a Villa Ramallo, donde lo esperará Defensores de Belgrano, a quien no le ha podido marcar de visitante. En julio del 2011, en el partido de ida de la promoción, el “Granate” venció al “Celeste” por 1 a 0 en Douglas Haig de Pergamino. En el Pentagonal final 2018, cayó por 2 a 0 y rompió el tablero de lo preestablecido.
El fútbol siempre da revancha. Estos jugadores y cuerpo técnico la tienen. Los dirigentes y quienes están en toda la logística, deberán aportar lo suyo para no pasar sobresaltos.
La patriada más difícil para tener una final entre dos grandes del fútbol del interior de la Provincia de Córdoba peleando por un ascenso la tiene Sportivo Belgrano de San Francisco. Es que deben bajar a Gimnasia teniendo que definir en el “Víctor Antonio Legrotaglie”, donde el “Lobo” le devolvió Deportivo Madryn parte de la medicina que supo curar sus heridas cada vez que hubo una definición en el sur del país, con el árbitro Méndez Cedro en medio de todas las acusaciones y una batalla campal protagonizada por los visitantes en el cierre del partido.
Esto es fútbol señores, un resultado lo puede cambiar todo. Los jugadores y el cuerpo técnico de Estudiantes van en busca de la revancha. Una ilusión de ascenso los acompaña.
Por Carlos Valduvino - Periodista
Foto: Al Toque