Mientras todo un país festeja el avance a los octavos de final del Mundial de Fútbol, 354 trabajadores fueron despedidos en la Agencia Estatal Télam. Por citar algunos ejemplos, trabajadores con cerca de 20 años en la empresa y con problemas de salud, fueron despedidos y quedan sin cobertura de obra social. Nos unimos a la lucha de los trabajadores de prensa. Cuando tocan a uno, nos tocan a todos.
La victoria de Argentina sobre Nigeria en el Mundial Rusia 2018 fue festeja por un país que vive un momento de algarabía. Pero lamentablemente el fútbol es la herramienta esencial para tapar lo que realmente sucede en nuestra Argentina: una gestión política que lleva adelante programa económico desbastador.
En la jornada de este 26 de junio, mientras la patria futbolera esperaba el partido del equipo de Jorge Sampaoli, 354 trabajadores de la Agencia Estatal Télam recibieron la triste noticia de que se quedan sin trabajo. Con un extraordinario nivel de cinismo y perversión, Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, anunció los despidos masivos como una buena noticia, con un llamado a construir una “nueva Télam” luego de promover una suerte de limpieza ideológica de aquellos trabajadores que -dijo- ingresaron en el gobierno anterior.
Un discurso insostenible y falso. Los despidos consumados hoy responden a trabajadores de todos los sectores, de toda antigüedad, de todas las pertenencias políticas. Lo que hay es un desguace: un proyecto para desmantelar a los medios bajo gestión estatal y entregar el sistema de medios en favor del capital concentrado de la industria.
“Mis hijos lloran con el gol de Rojo, yo porque no sé cómo decirles que hoy me echaron de la Agencia Télam después de 22 años”, escribió en Twitter el redactor Carlos Nis. Por su parte, el periodista Carlos Luna nos dejó estas líneas que nos invitan a reflexionar lo que está sucediendo en nuestro país:
“Cada despido es una historia, un amigo, un compañero, un hermano de trabajo. Compañeras con hijos pequeños, único sostén de familia. Un compañero operado hace tres meses del corazón, con marcapasos. Un compañero con cáncer. Llantos, abrazos, bronca, desesperación. Nos arrojan al abismo. Nos cagan la vida y la de nuestras familias. En mi sección no paran de llegar telegramas. Pepe, compañerazo, laburante de primera. Vicky, amiga, hermosa, talentosísima diseñadora, madre de dos niños. Fernando, 23 años de Télam, compañero de sonrisas. Marcelo, mi jefe, un tipo íntegro, viudo con dos hijas, 24 años de Télam. A los seis restantes, nos llega la carta documento en cualquier momento. Hoy dije en la asamblea que todos estamos despedidos, los que les llegó el telegrama hoy y los que nos va a llegar mañana, la semana que viene, el otro mes. Dos veces impedimos el cierre de la agencia. Lo vamos a hacer de nuevo. ¡Viva la lucha de los trabajadores de Télam!”.
Por Cooperativa de Trabajo Al Toque