Rubén Pezzella es un símbolo de Sportivo Municipal. Jugador de muchos años y técnico contemporáneo de uno de los momentos más importantes de los últimos tiempos: cuando la “M” disputó el Provincial del año 2007. Sin embargo ese lindo recuerdo no es más que eso, un lindo recuerdo. Pues, el “pato” debió renunciar a la dirección técnica del equipo por la magra campaña realizada. Y lo hizo tras un lapidario 0-5 ante Banda Norte en “uno de los peores día del padre que pasé”, dijo, apenado, el DT saliente días después de su dimisión en una entrevista con Al Toque.

Pezzella hizo un balance de su gestión al frente del “comunal” y repartió sus cargas entre la autocrítica (“a lo mejor no puse a los jugadores adecuados”) y la responsabilidad de los futbolistas. Y en este sentido remarcó la falta de actitud del plantel.

“Perder ante Banda Norte así era seguro que iba areunincar. Se había jugado mal, con poca actitud, y eso me llevo a tomar esa decisión que me duele mucho. Fue uno de los peores dia del padre que pasé. Irme así del club que me dio tanto, me duele mucho, a lo mejor era para el bien y llega otro muchacho y lo levanta. Yo estaba motivado esperando que el equipo despegara, pero no”, dijo el ex DT quien fustigó: “Ví un equipo sin alma, sin ganas, desconcentrado, eso me llevó a tomar la resolución. Todos tenemos la culpa, jugadores, cuerpo técnico, quizá fui yo por poner los jugadores adecuados”.

-¿Algo fue clave para explicar este momento tan flojo?

-El jugador perdió ese “indio” que le nace al nacido en el club como en el 2007 para ascender, eramos menos que algunos pero por las ganas le haciamos partido a equipos mejores, y así logramos clasificar al Provincial después de muchos años, pero creo que se ha perdido ese fuego sagrado del jugador del club.

Yo jugué más de 20 años y nunca me ha pasado de perder así, sin respuestas. El domingo con Banda Norte no veía la hora de que termine el partido. Iban 20’ y perdíamos 3-0. Yo quería que terminara para que no nos hagan más goles.

Yo he enfrentado a “señores” equipos de Estudiantes en nuestra cancha y Estudiantes festejaba los empates y uno sacaba fuerzas para equiparar las cosas. Pero se dio así, era inevitable la renuncia. Me hubiera gustado irme de otra manera del club, pero no había vuelta atrás.

-¿Tuvo un último contacto con los jugadores?

-Sí, yo ya había hablado con ellos cuando perdimos ante Atenas (0-2) que también jugamos muy mal. Cuando terminó el partido estaba tan mal que me fui a la casa de Silvia (Frega, presidenta del club) que estaba cenando con el marido y nos pusimos a charlar después del partido ante Atenas. Ellos me convencieron para que siguiera, y yo le había dicho que veía mal al equipo, ellos me dijeron que me bancaba a muerte, que yo era importante para el club, que había hecho mucho, que siguiera. Algunos amigos me dijeron que siguiera para ver si la cosa cambiaba pero no. Por eso hablé con Silvia y su esposo que están siempre conmigo y creo que hau que sacar lo positivo. La amista con algunos jugadores, y rescatar lo bueno, llevarme lo mejor ellos de mi y yo de ellos. Tratar de que lo malo se corrija, hay que cambiar muchísimo porque estamos muy comprometidos. Rescato la actitud de la gente. Perdí seis partidos y la gente nunca me insultó. Eso es importante por el respeto de ambos, eso se valora. Me voy dolorido, pero algún día volveré.

Redacción Al Toque