La guardameta de Fusión FC expresó la importante evolución que le significó sumarse al Centro de Entrenamiento Específico para Arqueros que comanda José Mancinelli. No solo habló de su trabajo especial para el puesto, sino que repasó sus primeros pasos en el fútbol y la participación de la mujer debajo de los tres palos.
La vida de Florencia Canavessio está ligada al arco de un potrero o en la creciente Liga Regional de Río Cuarto. Además, es un tema de familia. La portera de Fusión FC, con pasado en Estudiantes y San Martín de Vicuña Mackenna, se refirió a la importancia del trabajo que realiza José Mancinelli en su Centro de Entrenamiento Específico para Arqueros.
“Desde chica me apasionó el fútbol, pero tuve que comenzar en hockey porque en ese momento no permitían mujeres en la liga”. De esta manera arrancó la charla.
- ¿Tuvo la posibilidad de jugar al fútbol de niña?
- Cuando tenía 10 años pude jugar un tiempo en un equipo masculino en la Liga Regional de Río Cuarto, pero cuando mi categoría pasó a cancha grande no pude jugar más y fui arquera de hockey.
- ¿El deporte la apasionaba de chica?
- Creo que la pasión por el arco viene de familia. Me contaron que mi abuelo era arquero y mi papá también. Pero yo me enteré mucho después de empezar a atajar.
- ¿Cuándo conoció a José Mancinelli?
- Antes jugaba en Estudiantes y José era entrenador en el club. Se quedaba una hora más después de entrenar a los varones y me entrenaba sola. Luego, comenzó a comunicarse con otras chicas para armar un grupo y tener un lugar independientemente de lo que hacíamos en Estudiantes.
- ¿Es la única arquera que asiste a las clases?
- No, comenzamos con Gabriela Ferreyra, de la Universidad Verde, y luego se sumaron Natasha Mondino y Daniela Pontel. Actualmente somos cuatro chicas.
- ¿Sintió los cambios desde el ingreso al Centro de Entrenamiento para Arqueros?
- Totalmente, empecé atajando en cancha chica y torneos relámpagos, después se dio la posibilidad en un equipo de la Liga Regional y en el arco grande fue importante el cambio. Ese año atajé sin entrenamiento específico y sin saber mucho. Al año siguiente, comencé con José y el cambio fue muy notorio desde lo técnico.
- ¿En qué aspectos fundamentalmente notó la mejoría?
- Antes atajaba sin técnica, imitando y mirando. Ahora ya tengo conocimiento y eso me da mucha confianza.
Foto: Al Toque / Archivo
Redacción Al Toque