Rodrigo Arneodo realizó sus primeros movimientos físicos con la camiseta de Estudiantes. “Lo primero es que estoy muy contento porque es un salto para mi y lo segundo es que tengo que hacer una buena pretemporada para estar a disposición del técnico para cuando me necesite”, así priorizó el polifuncional jugador llegado desde la Alianza Moldense.

Un flaco y espigado que desde 2006 a esta parte domesticó sus movimientos para ser un jugador de toda la cancha y con un plus, el gol. Arneodo, un apellido ligado a tamberos de Colonia La Celestina, cuyos descendientes datan de legendarios equipos (compuesto junto a los Crespi, parientes directos) que cruzaban la frontera del “Boliche La Legua” (como lo dice su nombre, ubicado a cinco kilómetros de Moldes) para medirse contra escuadras barriales en torneos relámpagos o en la denominada Liga Chica que suplía la ausencia de la Liga Moldense.

En fin, hoy un Arneodo extiende el legado para pisar territorio riocuartense. Aunque el “flaco” en 2003 ya supo andar por la ciudad en carácter de estudiante de educación física en la Universidad Nacional. No le gustó, regresó a Coronel Moldes para seguir jugando al fútbol en Belgrano donde en 2006 se produce un quiebre futbolístico. Termina al tope de la tabla de goleadores del torneo de ascenso, luego de ocupar puestos en la defensa y el medio campo.

En 2007, pasa a la Alianza Toro-Everton para confirmar su condición de polifuncional y gritar campeón del fútbol de elite. El 2008, con mayor protagonismo, repite el título con la Alianza de los tres clubes moldenses.

Y este año el puente se hizo, “esta chance me llega en un momento justo… es un salto de calidad para mí”, ponderó Arneodo consultado por su llegada a Estudiantes. El moldense viene de superar una operación de tobillo realizada en diciembre del año pasado y en seis partidos oficiales anotó dos goles. “Por suerte estoy bien de la operación pero me falta mejorar desde lo físico por eso es clave hacer una buena pretemporada”, dijo.

El lungo no olvida su orígenes que lo llevaron a este presente: “tengo que agradecer a los dirigentes de Alianza y Belgrano porque no pusieron trabas en la negociación y supieron entender que es un progreso personal”, remarcó Arneodo cuyo pase pertenece al “celeste” de Moldes y que dejó en esa ciudad el reparto de pan como ocupación laboral paralela al fútbol.

Por último, el mismo Rodrigo Arneodo cierra su presentación: “más allá de lo futbolístico, yo voy a dejar todo para darle una mano al equipo pensando en el progreso de Estudiantes”.

Redacción Al Toque