Una alegría al corazón. Es la gran conclusión que se desprende de la flamante Liga de Fútbol Inclusiva que animan jugadores de la escuela de Deportes Río Cuarto y Olimpiadas Especiales de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Los profesores Daniel Tissera y Claudio Aruza explican de qué se trata la iniciativa que también involucra, en calidad de actores protagónicos del proceso de socialización, a estudiantes de colegios secundarios.
“Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales; desconozco cuánto sabe la gente de la vida, pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol” (Eduardo Sacheri).
La conocida frase del notable escritor bonaerense, Eduardo Sacheri, permite sintetizar una vivencia experimentada durante una ventosa tarde soleada de inicios de septiembre, en la flamante cancha de fútbol sintético del Centro 11.
Ya la primavera avisa su proximidad climática y, entonces, remera suelta y cortos se traduce en la vestimenta de los protagonistas. Los protagonistas son un grupo de chicos que forman parte de la escuela de fútbol adaptado de Deportes Río Cuarto, por un lado, y del Área de Olimpiadas Especiales de la Universidad Nacional de Río Cuarto, por otro.
A ellos se les suman estudiantes de colegios secundarios de la Escuela Quechalén, de barrio Obrero, y del IPEM Nº 26 “Juan Filloy”. Juntos conforman equipos de siete jugadores y le dan vida a la primera edición de la Liga de Fútbol Inclusiva, organizada de manera conjunta por las áreas anteriormente citadas: la escuela de fútbol adaptado de Deportes Río Cuarto y Olimpiadas Especiales.
“Los que creen que el deporte no tiene nada que ver con la política, o no saben nada de deporte o no saben nada de política” (Ezequiel Fernández Moores).
La reflexión del destacado periodista bonaerense, Ezequiel Fernández Moores, se advierte en el prólogo del libro “La vuelta al fútbol en 50 historias”, publicado por otro gran periodista como Gustavo Veiga. Si bien la frase hace referencia a la destacada publicación de Veiga -más que recomendable-, en este caso nos sirve para ponderar el trabajo conjunto de Deportes Río Cuarto y la Universidad, que promete extenderse a otras instituciones que también se desempeñan en pos del desarrollo de personas que presentan algún grado de discapacidad.
“Dale Armani, que te estamos esperando a vos”, le gritan a uno de los arqueros que se ata los guantes y que, para muchos, “ya está haciendo tiempo”. El chiste fácil y la picardía a flor de piel están a la orden del día.
Unos segundos más tarde, el momento y la escena más importante: la mirada de los futbolistas y lo que sigue cuando empieza a rodar la pelota. El pique corto y la gambeta. El saque largo y una volada. Dar indicaciones y “refunfuñar” cuando las cosas no salen. La intención de un caño o un pase largo. Es, para los más jóvenes, imaginar un gol de Messi en una final ante Brasil -y, si es posible, en Brasil-. Es, para los más grandes, Maradona contra los ingleses. Es, para los que asistimos a ese espectáculo, abrazo de gol. Es sonrisa y baile. Es un golazo por la inclusión, una alegría al corazón. Una sensación difícil de explicar con palabras y que te cosquillea el ombligo.
“El fútbol iguala”
A un costado del campo de juego -que para los protagonistas es el Bernabeu o el Maracaná y, al juzgar por su estado, nada tiene para envidiarles-, los profesores Daniel Tissera, coordinador de las escuelas de Deporte Adaptado en Deportes Río Cuarto, y Claudio Aruza, integrante del cuerpo docente del Área de Olimpiadas Especiales de la Universidad, brindan detalles sobre la flamante iniciativa conjunta. Y, fundamentalmente, explican cuán importante es el deporte en el proceso de socialización de aquellas personas que tiene algún grado de discapacidad.
“El proyecto nace de manera conjunta hablando con el colega Claudio Aruza. Los dos somos ‘profes’ de muchos años trabajando en la temática de discapacidad”, destaca inicialmente Tissera y describe: “La cuota de inclusión la dan dos colegios secundarios: el IPEM Nº 26 ‘Juan Filloy’ y la Escuela Quechalén, de barrio Obrero. Estos chicos forman equipos mixtos con los chicos que tienen algún grado de discapacidad. Y de esa manera estamos favoreciendo la tan esperada y ansiada inclusión social que nos planteamos como objetivo”.
Tissera hace especial hincapié en la construcción del vínculo que debe forjarse entre los futbolistas y la necesidad de “generar conciencia”. “Hemos armado un fixture de cinco equipos: van a jugar todos contra todos, divididos en tres fechas. La idea es sostener esta liga a lo largo del tiempo e ir variando las escuelas secundarias con las que, a la vez, cumplimos un doble objetivo: generar conciencia en los adolescentes en el tema de la inclusión”, expresa y sigue: “Juntos (con los profesores Carlos Bulacio y José Morán) vamos haciendo docencia y concientización en los colegios secundarios para que no quede solamente en un partido de fútbol, sino que se trabajen fuertemente los valores de tolerancia, cooperación y compañerismo. No es solo un resultado de fútbol, hay que trabajar muchos valores por detrás del encuentro”.
En coincidencia con lo expuesto por Tissera, el profesor Claudio Aruza remarca: “La idea es cambiar las escuelas convencionales para que otros chicos también tengan la experiencia de poder jugar con personas que simplemente tienen diferente aprendizaje o, en algún caso, más lento, considerando que la mayoría tiene algún tipo de discapacidad intelectual. Pero el fútbol iguala”.
En otro tramo de la charla, Aruza comenta que este tipo de actividades ya se han realizado en la Universidad (en el marco del Área de Olimpiadas Especiales) y destaca la posibilidad de empezar a trabajarlas de manera conjunta. Además, fundamenta la posibilidad de sumar otras entidades y reconoce que, en venideras ediciones, la idea es ampliar el espectro deportivo y, entre otras cuestiones, sumar a la mujer.
“En esta primera instancia somos dos instituciones pero la idea es seguir ampliando y seguramente se van a prender otras escuelas especiales como el Santo Tomás, Cecilia Grierson, Luciérnagas y otras instituciones u ONG’s, como el caso de la Cooperativa Todos Juntos. Si bien nosotros ya teníamos una trayectoria, esta modalidad es también nueva para nosotros”, afirma y añade: “El país es futbolero, es lo que más les gusta a los chicos. Pero hemos hecho experiencia en básquet y hockey, y también la liga que hemos hecho es de mujeres. Esta es una experiencia nueva y, para la próxima, vamos a pensar en variantes como fútbol femenino y otros deportes. La intención es siempre hacerlo de manera inclusiva”.
La importancia del deporte y la dedicación docente
“Hay un deportista con discapacidad en la ciudad que dice que el deporte es vida y, realmente, a nosotros nos parece que eso. Te permite el desarrollo en muchas cosas que en las instituciones escolares no se logran”, sintetiza Aruza. Y que un propio protagonista explique lo que le genera el deporte adaptado tira por tierra cualquier otra idea o fundamento teórico.
Para Tissera “el deporte es socializador por naturaleza, mucho más en los chicos que tienen restringidos algunos lugares o entornos de amistad. Generamos la escuela de fútbol adaptado, y darle la posibilidad que se incluyan y trabajen de manera inclusiva a los chicos de colegios secundarios, por supuesto que tiene un valor incalculable para la consolidación de la situación de las personas con discapacidad. Apuntamos a la integración y el desarrollo integral de la persona con discapacidad”.
En tanto, Aruza retoma: “En muchos de los casos, el deporte es el motor de vida que tienen. La familia, en muchas situaciones, se centra en la escuela… que mi hijo tiene que saber escribir y leer, que tiene que tener determinados comportamientos de conducta… que por supuesto son muy importantes. Pero hay muchos casos en los que no se logra esto y el deporte te puede dar otros valores, otro tipo de desarrollo de conducta que, a la larga, construyen el comportamiento de una persona, como comenzar a vincularse con otras personas. Y por ahí centran en el deporte su actividad principal”.
Finalmente, Aruza habla de otro aspecto clave. La dedicación de quienes llevan adelante la profesión docente y la responsabilidad que también deben asumir los dirigentes -deportivos y políticos- vinculados a entidades deportivas y espacios públicos. “Lo que más me importa es que, los que desarrollamos actividades deportivas y físicas, debemos estar preparados para recibirlos. Eso es fundamental. Desde los gimnasios, desde las escuelas deportivas, los clubes. No solamente la preparación profesional del profesor o el técnico del deporte que sea, sino que los clubes y lugares sean accesibles para que las personas puedan acceder a realizar la actividad física de la manera más independientemente posible. Y que haya vinculación con todas las entidades públicas para poder colaborar colectivamente”.
Los ‘profes’ vuelven a la actividad. A esta hora el fútbol ya es cuento. Poema. Imaginate un atardecer soleado de primavera. Percibido con una sonrisa homogénea de los que estamos afuera. Transitado, soñado, dibujado -con movimientos, siluetas y firuletes- por los que están adentro. Porque, en definitiva, es que como lo explicaba el gran Roberto Fontanarrosa: “Creo que si no se entiende que esto es una pasión, y las pasiones son bastantes inexplicables, no se entiende nada de lo que pasa en el fútbol”.
> Presentación formal. El lanzamiento de la primera Liga de Fútbol Inclusiva se llevará a cabo este miércoles a las 18 horas en la cancha de superficie sintética del Centro 11.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque