Por Cooperativa de Trabajo Al Toque Ltda.
(San Basilio).- El conmovedor abrazo entre un jugador de Banda Norte y otro de Atenas al concluir la final de la división Sub 15, que se definió a favor del “verde” por penales, sirve para sintetizar lo que vivimos a lo largo de un intenso sábado de definiciones en “El Coqueto”, nombre por el cual también se conoce al estadio del Club Atlético San Basilio.
En líneas generales, la camaradería entre los protagonistas dentro y fuera de la cancha, el comportamiento del público y el desempeño de las autoridades dentro del campo de juego –en referencia a la forma de conducir los partidos- convergieron a vivenciar una jornada significativa, cargada de emociones y sensaciones.
Emociones y sensaciones previas. Emociones y sensaciones post partido. De sonrisas y de llantos. De llantos que luego se transformaron también en alegría, porque los profes, mamás y papás ayudaron a que el resultado, que muchas veces frustra sobre todo a los más pequeños, quede en un segundo plano tras las entregas de medallas.
Por supuesto que esa experiencia es difícil de llevar a cabo en los chicos más grandes, porque el recorrido es distinto. Pero si es destacable y es bienvenido lo que ocurrió en cancha chica. Donde tanto ganadores como perdedores “taparon” de espuma a todo quien se le cruce en el camino y se vistieron de campeones después de patear la pelota. De un lado o del otro. Del que, por ese bendito/maldito resultado, te marca que pareciera que estas de un lado o del otro.
A esta hora, “millonarios” y “xeneizes” dividen aguas. Unos festejan y los otros la sufren. Por ese clásico de Copa Libertadores que a muchos nos avergüenza.
A esta hora, todavía recordamos cómo nos emocionamos en San Basilio con las bengalas de humo verdes, naranjas, celestes, amarillas, negras, blancas, azules y rojas. Y los papelitos que nos “pegaban” en el rostro. Y los rollos de cinta que se nos enredaban entre las piernas. Y la espuma en todo el cuerpo. Y los “cornetazos” desde los cuatro lados. Y la voz del estadio que contaba cómo iban los partidos. Con el sol de frente y el viento norte, tan característico de nuestra región.
A esta hora, la certeza es que hubo siete equipos que salieron campeones. Pero la realidad muestra muchos más que eso. “La realidad es la única verdad”, decía Aristóteles. Y la verdad es que ganamos todos.
Foto: Al Toque