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Fútbol - Federal A - Regional Federal Amateur

14-01-2019

Nos vemos el viernes

El goleador Nicolás Gatto, símbolo de Atenas, pero también con pasado en Estudiantes, le puso punto final a su trayectoria futbolística en Juventud Unida Universitario de San Luis. “Río Cuarto marcó un antes y un después en mi humilde carrera”, remarcó el atacante, quien habló de su estadía en los dos clubes de la ciudad, recordó sus mejores asistentes y momentos importantes de su paso por el “albo” y el “celeste”. El viernes jugará algunos minutos y será “el atractivo” del clásico de verano.

Gatto en el habitat natural que lo extrañará. Adentro de un arco, entre las redes y con una pelota después de un gol.

“Por diferentes motivos decidí dejar de jugar al fútbol profesionalmente. Quizás sea definitivo, quizás después no. Hoy no lo sé. Cuesta? Sí, mucho, pero mi mente dijo basta. Muchas gracias a todos! Y gracias a vos (pelota de fútbol) que entraste varias veces ahí (dentro de un arco) he hizo de ‘ESTO’,18 años de carrera”. La reflexión brotó del corazón de Nicolás Alberto Gatto, durante el mediodía del viernes 4 de enero de 2019.

El delantero puntano, de 34 años de edad, le puso fin a su carrera profesional como futbolista luego de militar el último semestre en Juventud Unida Universitario de San Luis, el club que lo vio debutar con 15 años allá por 1999.

Días después de la noticia, el atacante fue invitado a participar del clásico que jugarán Atenas y Estudiantes el próximo viernes en el estadio 9 de Julio y dio el sí, colocándole un condimento más que especial al choque entre las dos entidades riocuartenses que lo vieron desplegar todo su talento y capacidad goleadora.

Generador de amores y detractores. De sonrisas y deleite entre los propios, y dolores de cabeza en los rivales ajenos. Casi que no cabe una escala de grises en el camino de este gran goleador que brilló en Atenas entre 2005 y 2016 –en tres etapas distintas-, y que también llevó su especialidad, la de romper redes, a Estudiantes en 2010 y 2011.

“Río Cuarto marcó un antes y un después en mi humilde carrera. Llegué en marzo de 2005 a Atenas, que era un club que estaba jugando la liga y nada más. Los vestuarios estaban donde hoy está la estación de servicios y la cancha no era lo que es hoy”, recordó inicialmente Gatto, reflexivo. “Esos primeros seis meses fueron muy buenos: Atenas salió campeón y pude hacer una buena cantidad de goles”, rememoró y siguió: “Y después hice goles significativos que sirvieron para cosas importantes… el gol de la final del año a Banda Norte, el gol en la final a (Atlético) Famaillá”.

Su paso por la ciudad tuvo un punto de inflexión significativo cuando decidió mudarse a la Avenida España a principios de 2010. Sobre aquel suceso, precisó: “Por diversos motivos me tocó irme a Estudiantes, sabiendo todo lo que eso significaba y también me fue bien en lo personal”.

“Son muchas cosas vividas y, cuando pasen los años, se tomará más magnitud de lo que se logró o de lo que se hizo, es algo de lo que hoy uno todavía no tiene conciencia”, amplió.

 

- ¿Por qué decide dejar de jugar? ¿Qué lo lleva a tomar esa decisión?

- Lo venía pensando hace tiempo. Me sentía cansado mentalmente, me estresaban los viajes, las pretemporadas y las concentraciones. Era más lo que sufría que lo que disfrutaba y entonces sentía que así era muy difícil seguir porque no era bueno para mí ni para el equipo en el que estuviera. Entonces decidí parar y decirle basta a esta hermosa profesión.

Obviamente seguiré ligado de una u otra manera porque es muy difícil cerrar por completo la puerta del fútbol después de tantos años dedicado a esto. Seguramente será desde otro lugar. Es una decisión que duele, que no es sencilla, pero no me sentía bien y eso influía mucho en el día a día.

 

- ¿Cuál fue el mejor Nicolás Gatto?

- Creo que hay una edad, por lo general, en la que todo jugador de fútbol tiene “su explosión” y la mía fue más o menos en 2009, 2010 y 2011. En un año hice 50 goles, salí goleador de todo el fútbol argentino, tuve la oportunidad de ir a jugar a la Primera División de Ecuador y por diferentes motivos no fui. Me llamaban clubes de otra categoría. Me sentía muy bien física y mentalmente, y lógicamente la suerte también acompañaba. Me salían todas. Esos tres años fueron los mejores de mi carrera.

 

- ¿Qué recuerda del paso por el Inti Gas de Perú en 2011?

- Fue una experiencia muy linda en un club de Primera División, antes de irme a Mar del Plata. A nivel económico también me sirvió mucho. Pasó que, a nivel familiar, había fallecido mi suegro y tomé la decisión familiar de volver, sabiendo que después iba a ser difícil salir de vuelta.

 

- ¿Qué es lo más lindo que te deja tu carrera?

- Todo lo que me dio el fútbol… recorrer el país, conocer una gran cantidad de jugadores, de canchas, de técnicos, vivir momentos buenos, muy buenos, malos y muy malos, ascensos y descensos. Me dio una perspectiva de vida que yo, estando en San Luis, no conocía. Tuve la oportunidad de vivir toda mi vida de esta profesión, que es la más linda, y recorrer todo el país y parte de América.

 

- ¿Le quedó alguna materia pendiente?

- Siempre queda algo pendiente. En su momento cuando vinieron Talleres, Instituto, Belgrano y me buscaban, y yo les decía que no porque me sentía muy cómodo en Río Cuarto. Estaba cómodo en el día a día. “Iba a la esquina a comprar pan” y sentía el afecto de la gente, me sentía a gusto en los entrenamientos y en los partidos. Era joven y no la vi. Hoy, a esta edad, quizás me quedó pendiente saber qué podría haber pasado si aceptaba alguna de esas propuestas de clubes tan importantes.

 

- ¿Cuál fue el compañero o los compañeros con los que mejor se entendió en cancha? Aquel jugador que sabía sus movimientos y qué podía hacer…

- Hay varios, pero creo que sobresale Mauro Lagioia (en Atenas). Tuve y tenemos una relación más allá de lo futbolístico. Era el único jugador que veía que su primera opción de pase era dármela a mí para que yo convirtiera, inclusive cuando él también tenía opción de gol. Eso no lo vi en ningún otro jugador. Pero también tuve otros grandes compañeros: Darío Zárate, un enganche de lo mejor que he visto; con el paraguayo Moreira Aldana hicimos una muy buena dupla en (Sportivo Estudiantes) San Luis; Guillermo Tambussi; Andrés Aimar. Muchos jugadores técnicamente muy exquisitos que me abastecieron para que yo le “pusiera el moño” a la jugada y, en el caso de Atenas, hacer tanta cantidad de goles. Y también en el caso de Estudiantes de Río Cuarto porque, en el tiempo que estuve, también hice una gran cantidad de goles.

 

- ¿Qué goles recuerda como simbólicos o más importantes?

- Si me enfoco solamente en Río Cuarto, todos los goles que hice en los clásicos fueron muy importantes. Todos tienen significado para mí. El gol a Atlético Famaillá, en la final (del Torneo del Interior 2007) allá en Tucumán, fue muy importante para mí y para la historia del club (logró el ascenso al Argentino B). El gol a Banda Norte (en la Final Anual de 2005) cuando Atenas salió campeón de la Liga fue importante, tal es el caso que desgraciadamente no ha podido salir campeón de vuelta de la Liga. Ése gol significó una relación muy especial con la gente de Atenas. El gol de tiro libre a Talleres de Córdoba (por la vigésimo primera fecha del Argentino A 2010/2011, victoria “celeste” 3 a 0) en la cancha de Estudiantes fue muy lindo… me acuerdo que la cancha estaba llena. El primer gol que hago en Estudiantes, sabiendo todo el contexto alrededor, fue muy importante porque sentí que me sacaba una mochila de encima. Algunos fueron lindos, otros no tanto, pero fueron muy significativos.

 

- Tuvo la posibilidad de jugar en clásicos rivales de tres ciudades: Atenas y Estudiantes de Río Cuarto; Juventud Unida Universitario y Estudiantes de San Luis; y Gutiérrez Sport Club y Deportivo Maipú en Mendoza. Más allá de lo que se genera en los hinchas, habla también de su profesionalismo…

- Se dio así, no lo busqué. Para mí haber jugado en los dos clubes más importantes de Río Cuarto, y que coreen tu nombre tanto la gente de Atenas como de Estudiantes, fue muy importante. Cuando llegué a Mendoza, sabiendo la rivalidad que había en el departamento Maipú, poder haber jugado en los dos y tener el cariño de las dos hinchadas también fue muy lindo. En San Luis, en Estudiantes logré dos ascensos (al Argentino A en 2013 y a la B Nacional en 2014) y en Juventud prácticamente me crie en lo futbolístico. Me he manejado siempre con el respeto correspondiente y el grado de profesionalismo que hacía falta, y tuve la suerte que en los clubes en los que estuve me ha ido bien en lo personal y en lo colectivo. Obviamente también está la parte mala porque en el fútbol se gana, se pierde, se empata, se asciende y se desciende. Aprendí de todos un poquito y tener el afecto de las dos hinchadas fue muy importante.

 

- ¿Qué le gustaría hacer para seguir vinculado al fútbol? ¿Técnico, manager, dirigente…?

- Tengo que el curso de técnico hecho y me veo más relacionado a lo futbolístico en el día a día que a nivel dirigencial. No me veo como manager o representante de jugadores; para esas cosas “no tengo cancha”. Lo mío es más lo futbolístico, lo que he vivido, lo que he aprendido, lo que he visto en otros lados y eso, el día de mañana, espero poder plasmarlo en la cancha e inculcárselo a las nuevas generaciones. Pero no está planteado como un futuro cercano. Cuando se dé, bienvenido sea, pero no es que me desespero por eso.

 

La charla ingresó en el tramo final. Si bien no se piensa como DT a corto plazo referenció explícitamente que le gustaría volver a la ciudad. La ciudad que es su segunda casa, como él bien la define. “Seguro que me gustaría volver. Río Cuarto me dio mucho y siempre lo tengo presente. Fueron muchos años… Y obviamente que lo considero como parte de mi casa. Ojalá se dé el día de mañana poder volver y ayudar al club que sea, y que crea que uno puedo estar. Nombro a Atenas porque quizás es el más significativo”, concluyó.

Gatto está. Y dejó bien en claro su amor por Río Cuarto y, principalmente, su vínculo con Atenas. Por tal motivo uno puede inferir que no es un adiós, sino hasta luego. Por lo pronto jugará algunos minutos en el clásico de verano, a disputarse en el estadio 9 de Julio. Por lo pronto, nos vemos el viernes.

 

Ficha técnica

 

> Apellido y nombres: Gatto, Nicolás Alberto.

> Lugar y fecha de nacimiento: San Luis, 29 de septiembre de 1984.

> Trayectoria: 1999-2001 Juventud Unida Universitario de San Luis; 2002-2003 Sportivo Estudiantes de San Luis; 2004 Sportivo Pueyrredón de Villa Mercedes; 2005-2009 Atenas; 2010-2011 Estudiantes; 2011 Club Inti Gas de Huamanga (Perú); 2011-2012 Unión de Mar del Plata; 2012 Atenas; 2013-2014 Sportivo Estudiantes de San Luis; 2015 Sportivo Patria de Formosa; 2016 Deportivo Maipú de Mendoza; 2016 Atenas; 2017-2018 Gutiérrez Sport Club de Mendoza; 2018 Juventud Unida Universitario de San Luis.

 

 

Foto: Al Toque / Archivo

Redacción Al Toque