Por Redacción Al Toque.
Inicia la instancia de 32avos. de final. Es martes 26 de febrero. Sol de Mayo de Viedma (milita en el Federal A, clasificó a la Tercera Rueda de la Zona Reválida) elimina al último campeón, Rosario Central, en cancha de Colón de Santa Fe.
Luego, Juventud Unida de Gualeguaychú es goleado por Banfield en Quilmes.
Atlético Rafaela pierde por penales con Almagro (que espera por Estudiantes o Boca) en Quilmes.
A Gimnasia de Mendoza lo mandan a jugar con Aldosivi de Mar del Plata en Temperley y pasa.
San Martín de San Juan viaja a La Plata y derrota a Villa Dálmine.
Gimnasia de La Plata y Defensores de Belgrano de Villa Ramallo chocan en Santa Fe y el “lobo” avanza por penales.
Gimnasia y Tiro de Salta cae ante Defensa y Justicia en Banfield.
Llega el turno de River. Juega con Argentino de Merlo… en Salta.
Y hoy es el turno de Estudiantes, con Boca, en Mar del Plata.
Los ejemplos citados nos permiten emitir, más que un juicio, una afirmación: ¡al diablo con la denominación de la supuesta “federalización de la Copa Argentina”!
Se sabe que Boca convoca en todos lados. También se sabe que es Semana Santa. Y, por supuesto, lo más importante: que el fútbol es un negocio y, como tal, la organización dispuso llevar el encuentro a una plaza siempre presente y tradicional en vacaciones o fines de semana largos.
La pregunta se centra en por qué no fue el estadio Mario Kempes, en Córdoba, tal como ocurriera con la extinta Alianza de Coronel Moldes ante Independiente, por los 32avos. de final de la Copa Argentina 2015.
Máxime, teniendo en cuenta que Villa Carlos Paz –otra las ciudades turísticas argentinas más elegidas- dista a poco menos de media hora de la capital provincial. Máxime, tomando como referencia que las capacidades y condiciones de logística y viaje de unos y otros distan considerablemente. Lo esperable entre un equipo, que busca llegar a la segunda categoría del fútbol argentino, y otro, que se encuadra entre las entidades más importantes del mundo.
Es curioso, además, que el Kempes aún no haya albergado ningún partido en la presente instancia de Copa Argentina (si, por ejemplo, se ha jugado un cotejo en cancha de Instituto: victoria de Godoy Cruz sobre Deportivo Armenio 2 a 1). Sin embargo, como contrapartida, será el escenario de la final del invento de la Copa de la Superliga el 2 de junio. ¿Serán causa y consecuencia?
Preguntas que nos hacemos y respuestas que no podemos brindar. Solo apelamos y reafirmamos: la Copa Argentina es el “chamullo” de la federalización.
Por lo pronto, saludamos esta participación histórica de Estudiantes ante Boca, por Copa Argentina. Al “celeste” lo acompañan, como siempre, donde sea y cuando sea. Desde los regionales hasta los argentinos. Y la Copa, en “la feliz”, no es la excepción.
Cientos de hinchas se mezclan hoy en el aliento sagrado con los de Boca, que se autodefinen como la mitad más uno. Eso, a esta hora –y siempre-, poco importa. Porque, como dicen Los Caligaris –curiosamente, en la canción Kilómetros-, “lo mismo son diez mil que poca gente, lo importante es transmitir lo que se siente”.
Foto: Al Toque