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Fútbol - Torneo Federal A

04-05-2019

Háganlo por los que no pudimos…

Germán Rodríguez, Juan Alberto López, Martín Cabrera, Mario Velázquez, Federico Funes y Jorge Grassi rememoran en Al Toque Deportes la campaña en el Hexagonal Final del Torneo Argentino A 2001/02 que dejó a Estudiantes en las puertas del ascenso al Nacional B. Los protagonistas de aquella época desean que el actual plantel logre el anhelo que a ellos le fue esquivo.

Ningún jugador este domingo será tan bueno como todos juntos, reza un viejo axioma del fútbol. Pese a su inagotable talento, Cabrera no salvará a Estudiantes de una hipotética malaria colectiva. Tampoco lo harán los eficientes Sepúlveda y Ferreira. O la aptitud y actitud de Foglia. O el vertiginoso y desequilibrante Cainelli. O la solidez de Vester. O la seguridad del “Chupa” Peralta. O el corazón y disciplina de Zbrun. O las trepadas de Benavídez…

El domingo no deberá apartarse ni un centímetro del camino surcado. Pues, la nobleza de los recursos empleados para arribar a la definición por el ascenso a la B Nacional son el faro que ilumina una filosofía de trabajo (de trabajo y manejo grupal). Podría definirse en el fútbol contemporáneo como algo inédito: un proceso de casi cuatro años de un cuerpo técnico al frente de un equipo (Marcelo Vázquez asumió el 28 de diciembre de 2015). No siempre la coherencia del proceso es directamente proporcional a potenciales logros. En el caso de Estudiantes sí lo fue (más allá de lo que suceda este domingo). Emergió con autoridad del Torneo Federal B y en sus noveles presencias en el Federal A se inmiscuyó en las instancias decisivas por el pasaporte al –esquivo hasta aquí- máximo escalafón del ascenso argentino: la B Nacional.

Lograr lo que otras generaciones de futbolistas no pudieron con la casaca “celeste” en las temporadas 1998/99, 2001/2002 o 2017/18 será un acto de reivindicación y de justicia a la vez. En el primero de los casos, el equipo que fuera conducido por Dante Mírcoli y Horacio Milozzi arribó a una instancia decisiva en la que cosechó sólo siete puntos y ocupó el cuarto lugar de ese Hexagonal Final, detrás del ascendido Racing de Córdoba, General Paz Juniors de La Docta y Tiro Federal de Rosario. Clausuraron el cuadro Barraca de Paso de los Libres y 13 de Junio de Pirané.

Únicamente pudo vencer a Barraca de local, empató cuatro juegos y perdió los restantes –obtuvo un 23,33% de unidades-. En tanto, en la fase regular, el representativo riocuartense quedó segundo detrás de Juniors (ganó seis, igualó cuatro y cayó en otros cuatro compromisos).

La campaña 2001/2002 fue conducida tácticamente por Jorge Grassi. Prevalencia de valores nacidos en la cantera del club, algunos aportes regionales y otros foráneos como el arquero Cristian Corrales (Huracán, Chicago, Gimnasia y Tiro de Salta, Godoy Cruz, Luján de Cuyo e Independiente Rivadavia de Mendoza), Martín Grioni (ex Defensa y Justicia, Almirante Brown, Banfield, Quilmes), Omar el “Mono” Vargas (Alianza de San Juan, Olimpo de Bahía Blanca, San Martín y Gimnasia de Mendoza y Everton de Chile), Tomás el “Sapo” Capdevila (Belgrano y Universitario de Córdoba), entre otros, configuraron la mística de un grupo sólido que fue ponderado por varios protagonistas. “Aquél grupo era una barbaridad, hasta el día de hoy estamos en contacto, nos hicimos grandes amigos”, asevera Mario Velázquez, volante central de marca, buena ubicación y pulcra distribución.

“Ése fue un año hermoso. La mayoría éramos del club, había gente de la zona, un gran grupo. Se llegó alto, por suerte se nos dieron las cosas. Fue muy lindo porque muchos de los que jugamos convivimos en las inferiores y llegar a esa instancia donde Estudiantes siempre quiso estar fue hermoso”, enfatiza Germán Rodríguez, voz de mando y emblema de la defensa.

Quién vivió con mucha intensidad ese torneo y tiene recuerdos “como si se hubiese jugado ayer” fue Martín Cabrera. El carrilero por derecha de gran despliegue, velocidad y capacidad de equilibrio conserva postales entrañables de aquél certamen: “Fue un gran equipo. Se logró armar un hermoso grupo. Fue impresionante entrar a la cancha a jugar con amigos, fue muy lindo, no pasa muy seguido en el fútbol y nosotros lo disfrutamos. Los recuerdos que tengo es como si lo hubiese jugado la semana pasada a ese torneo, cada vez que me encuentro con alguno de los chicos revivimos esos momentos con cariño y nos emocionamos porque estuvimos cerca”. “Todavía recuerdo los viajes a todos el país, los alfajores de maicena del ‘Gringo’ (Dolso) y los pastelitos de Mario (Velázquez). La verdad que nos reíamos mucho, la pasamos muy bien”, agrega el ex futbolista que tuvo un paso por Quilmes, la CAI (jugó la B Nacional la temporada siguiente), Talleres de Córdoba, Olimpo, Aldosivi, Patronato, Deportivo Morón, entre otros clubes.

En la fase regular de la zona que compartía con Juventud Unida Universitaria de San Luis, CAI de Comodoro Rivadavia, Luján de Cuyo de Mendoza, Alianza de San Juan, General Paz Juniors de Córdoba, Aldisivi de Mar del Plata, Cipolletti de Río Negro y el Huracán San Rafael cuyano, el equipo orientado por Jorge Grassi se mantuvo en zona de clasificación (primeros tres) durante casi todo el recorrido. Llegó a la anteúltima fecha como líder con 24 unidades (a dos de la CAI y a tres de Juventud Unida, Lujan de Cuyo y Aldosivi), pero debía quedar libre en la jornada clausura. La derrota ante Alianza en San Juan por 3-2 no sólo generó incertidumbre de su potencial clasificación, sino que las secuelas fueron mucho más allá. En el marco de un partido con incidentes, el “celeste” sufrió la expulsión de los tres delanteros habitualmente titulares: Martín Grioni, Ariel Dolso y Rodrigo Siravegna. El tribunal disciplinario aplicó sanciones severas: el atacante nacido en Marcos Juárez recibió un año de inhabilitación para jugar en cualquier liga del país, mientras que Dolso y Siravegna debieron purgar 13 fechas y 1 año y medio de suspensión, respectivamente. Fin de la historia para ellos y problemas para Jorge Grassi.

Asimilada la situación, Estudiantes debió afrontar el Hexagonal Final por el ascenso a la B Nacional con sólo un delantero natural como Juan “Cara” López. Ante ese escenario, el DT tuvo que echar mano a las capacidades de adaptación de Martín Cabrera, quien había tenido un gran certamen como carrilero por derecha. Sus grandes condiciones futbolísticas puestas al servicio de la ofensiva fueron ponderadas por el conductor táctico “celeste”. Y la decisión no estuvo errada. Es más, a la postre, el ex Quilmes, CAI y Talleres terminó siendo un sostén de la ilusión riocuartense.

13 de Junio de Pirané padeció las cualidades del “Tin” en un encuentro en el que Estudiantes lo ganaba dos a cero y terminó “sufriendo un empate en su casa”, según Diario Puntal de la época. El gran marco de público presente (las entradas costaban entre 2 y 9 pesos!!!) disfrutó del tempranero gol de Daniel López, tras pase del talentoso Vargas, y luego de la definición –cual 9 de oficio- de Cabrera. Media hora de juego y el debut hacía soñar. Hasta que el equipo de Carlos Larré descontó por Sandoval. El “celeste” sin tenencia de balón y replegado en su territorio padecía los embates formoseños. Pero los minutos se les esfumaban y todo indicaba que el triunfo sería cosa juzgada. Hasta que Zuázaga estableció el empate definitivo. Un punto de partida para iniciar el camino al ascenso.

El siguiente compromiso sería nuevamente en el estadio Ciudad de Río Cuarto. El duro Ben Hur de Rafaela le generó a Estudiantes incógnitas que no supo resolver a lo largo de ese “mini torneo” de diez partidos. Si bien el cotejo terminó en pardas 2-2, el “celeste” se vio superado en varios pasajes según la crónica periodística. Otra vez Martín Cabrera se hizo presente en la red, pero Wendley y Silvio Díaz revirtieron la historia para los rafaelinos. Sólo la “lucha y el corazón” lo llevó a Estudiantes a conseguir la igualdad cuando el partido se moría. Federico Funes estableció cifras definitivas. Premio consuelo para un equipo riocuartense que no logró hacer pesar la localía en el arranque del Hexagonal. Mientras tanto, la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavía marcaba el pulso con dos victorias en fila ante Nuñorco en Tucumán y Juventud Unida de San Luis en el sur.  

Estudiantes afrontaba el desafío de cosechar afuera lo que dilapidó en su casa. La derrota ajustada 2-1 (tanto del “goleador improvisado” Martín Cabrera) en Tucumán frente a Atlético Nuñorco prácticamente sepultó sus ilusiones. Aún restaban siete partidos por jugar, pero la CAI no daba margen para el error.

“Era un torneo muy difícil. Lo encaramos con chicos del club y algunos refuerzos. Armamos un buen equipo, pero las suspensiones al final fase grupo nos complicaron, si no éramos serios candidatos al ascenso”, explica Martín Cabrera, quien recuerda que marcó varios goles en ese Hexagonal aunque “no alcanzaron para lograr el objetivo final de ascender”.

Si una tenue luz de esperanza iluminaba el camino del “celeste” rumbo al salto de categoría, Juventud Unida Universitaria de San Luis se encargó de apagarla por completo. La caída 3-2 se explicó desde la ineficacia de un Estudiantes superior a su rival pero irresoluto. La ocasión desperdiciada a los 39´del complemento por Martín Cabrera (había marcado el 1-1 parcial. El otro tanto lo anotó Juan López) cuando las cosas estaban 2 a 2 se contrapuso con el oportunismo y contundencia de Marcos Fernández, quien fue el hacedor de un inmerecido triunfo a los puntanos cuando expiraba el encuentro. Desazón, impotencia, tristeza; una mezcla de sensaciones experimentaba el plantel riocuartense que, a su vez, albergaba una certeza: el ascenso ya era parte de un sueño imposible de alcanzar (la CAI en Formosa lograba su cuarto triunfo en serie).

Si alguna remota chance existía a esa altura debía ser gestada con una conquista en el sur del país ante el inexpugnable equipo de Marcelo Fuentes. Casi un día de viaje hasta Comodoro Rivadavia para que la utopía del ascenso deje de ser tal y se transforme en algo asequible. Los viajes eran tan desgastantes como disfrutables en un grupo humano homogéneo: “En un viaje a Comodoro nos hicimos cargo con Rodrigo Siravegna y llevamos doce películas de Porcel y Olmedo!!!. Nos querían matar en el micro, pero a nosotros nos gustaba. Son cosas que nos dejan esos viajes, nos reíamos mucho”, añora Martín Cabrera. “Esa unión de grupo fue fundamental para explicar la campaña que hicimos en el torneo”, agrega Mario Velázquez, autor del único tanto con el que Estudiantes derrotó a un conjunto sureño que enalteció la figura del joven arquero Germán Guaschino, reemplazante del experimentado Cristian Corrales (había anunciado que no seguiría en el club).

El equipo de Marcelo Fuentes que logró el ascenso a la B Nacional le ganó a todos sus rivales durante ese Argentino A, a excepción de Estudiantes. “Ésa fue una demostración de que estuvimos a la altura de las circunstancias, pero no pudimos llegar con chances al partido final del Hexagonal con ellos”, afirma Jorge Grassi.

El envión anímico y futbolístico por la gesta del sur no fue suficiente para sostener la ilusión. Pues, la derrota en Formosa ante 13 de Junio cercioró que la posibilidad del milagro no sería tal. A esa altura del exigente certamen, Estudiantes ya presentaba jóvenes valores del equipo que militaba en la Liga Regional: Marcos Castagnino, Fabián Gualtieri, Dante Bernardes, Juan Nahas, entre otros.

Restaba jugar para cumplimentar con el fixture. La CAI había retomado la senda ganadora y celebraba con andar sólido el salto de categoría. Pese al despertar goleador de Juan Alberto López, el digno equipo riocuartense transitaba con irregularidad el tramo final del Hexagonal: empate en Rafaela 2-2 ante Ben Hur (dos tantos del actual atacante de Sportivo Municipal), derrota de local ante Nuñorco 2-0, victoria en San Luis 2-1 ante la “juve” (goles del “Cara”). Y por si hacía falta un certificado de “paternidad”, Estudiantes se despidió con un 3-1 sobre el ascendido equipo de Marcelo Fuentes. Emanuel Zunino, Martín Cabrera y Juan López, los tantos de un “celeste” que encontró en el aplauso del público un reconocimiento al mérito, a la capacidad de afrontar con hidalguía y entereza la adversidades.

Algo más del 46% de los puntos obtenidos durante toda la temporada, cuarto en el Hexagonal Final con una cosecha de 12 unidades y un invicto ante el equipo ascendido (tres victorias y un empate) son algunos datos destacados de una incursión por el Torneo Argentino A que muchos aún conservan en sus reminiscencias más cálidas. “Los recuerdos de ese hexagonal aún persisten, fue muy lindo. Teníamos la ilusión de llegar al objetivo pero nos quedamos en la puerta, ascendió la CAI”, evoca Federico Funes. “Recuerdo ese Hexagonal, estuvimos cerca, pasaron cosas que no nos favorecieron y nos quedamos con la ganas de ascender ese año”, enfatiza Juan Alberto López. Germán Rodríguez, en tanto, no duda en calificar como un “año hermoso el que vivimos. La mayoría éramos del club, gente de la zona, se llegó alto, se dieron las cosas. Muchos de los que jugamos convivimos en las inferiores del club llegamos a conformar ese plantel y jugar esa instancia que Estudiantes siempre quiso. Fue muy lindo todo”.

Los años 2001 y 2002 estuvieron signados en Argentina por una de las mayores crisis humanitaria, económica y de representación política que se recuerde. En tiempos en donde los ricos ganaban 38 veces más que los pobres (según datos del INDEC de la época), la desesperanza y descrédito social se expandían a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, se desarticulaba el tejido social con políticas que contras las clases populares; un grupo de futbolistas alimentó la pasión e ilusión del pueblo futbolero. En palabras del dramaturgo y pensador argentino Vicente Zito Lema, “por encima de todas las dificultades, superando los actos maliciosos de quienes desde el poder dañan a las mayorías, especialmente a los más expuestos ante la necesidad, es preciso mantener la esperanza, apostar a la dimensión dialéctica de la esperanza, a su construcción grupal, comunitaria, histórica”.

 

Deseos de un devenir “Nacional”

 

Mario Velázquez

 

“Hace tiempo que Estudiantes merece ascender. Tengo la posibilidad de ir cada tanto a Río Cuarto y uno ve que cada vez está mejor el club. Ojalá se dé este año”.

 

Martín Cabrera

 

“Hoy lo veo muy bien a Estudiantes, hace un par de años que se están haciendo bien las cosas con Alicio (Dagatti, presidente del club) y la comisión directiva. Se volvió a posicionar de buena manera a nivel Córdoba y país. Ojalá que el domingo se dé el objetivo para todos los hinchas y para la gente de Río Cuarto. Creo que tiene posibilidades, es algo anhelado históricamente por el club. Se está muy cerca. A todos nos llena de emoción y alegría, ojalá se pueda consagrar el torneo y vivirlo a pleno, ojalá los chicos estén tranquilos, tienen un gran equipo, son un buen grupo, ojalá se dé como deseamos.

Yo lo vivo a la distancia, estoy radicado en Córdoba, estoy esperando por una gran fiesta en el estadio; para uno que se crió de chico ahí ver cómo la gente acompaña es muy lindo, ojalá se pueda disfrutar de un Nacional B, algo anhelado por todos desde hace mucho tiempo”.

 

Federico Funes

 

“Hoy Estudiantes está ante una posibilidad enorme de llegar ahí. Es algo muy difícil de conseguir. Ha hecho las cosas muy bien para llegar, ojalá se pueda dar. Tienen todo para lograrlo, está a un paso, ojalá Dios quiera se pueda disfrutar de algo que puede ser una fiesta increíble, sería increíble para la ciudad y para mí como hincha del club sería algo espectacular”.

 

Juan López

 

“Ojalá ahora se dé. Está muy cerca, ojalá por el futbol nuestro se dé el ascenso tan deseado. Eso nos favorecería a todos... ojalá el domingo tengamos a Estudiantes en la B Nacional… se lo merece ha hecho las cosas muy bien y se ha ganado esta posibilidad inmejorable”

 

Germán Rodríguez

 

“Uno que ha nacido ahí lo pone muy contento, aunque no voy a ver a Estudiantes. Hace desde que no juego en el club que no lo veo, pero el sentimiento y los nervios están intactos. Me pone muy nervioso verlo; sí lo sigo por radio, hago fuerza, me pongo contento, sufro. Estoy disfrutando este momento y ojalá Dios quiera sea éste el año porque es un objetivo que se viene buscando desde hace muchos años. Hay un grupo de ex jugadores, dirigentes que han hecho las cosas muy bien. Estudiantes hoy está para una B Nacional, ojalá la suerte acompañe. Estudiantes equipo tiene. En estas instancias falta un golpecito de suerte…ojalá se dé. Ojalá que en unos días estemos hablando del AAE en la B Nacional”.

 

Jorge Grassi

 

“Esta vez Estudiantes está a un paso. Y como todo riocuartense tengo la ilusión de que se dé el domingo, y que el próximo torneo vamos a estar disfrutando de un equipo de la ciudad en el Nacional B”.

 

 

Gráfico: Al Toque

Redacción Al Toque