Por Fátima Audagna (*)
Una alimentación equilibrada y una correcta hidratación son la base para cubrir las necesidades nutricionales en la mayoría de las personas que hacen deporte. Sin embargo, dichos requerimientos difieren para cada deportista, por lo que es muy importante asesorarse con profesionales de la salud especializados en la temática.
Está comprobado por numerosos estudios que una ingesta inadecuada de líquidos es un factor predominante en la reducción del rendimiento y aparición de fatiga rápida. No se debe pasar por alto que la actividad deportiva moderada a intensa genera mayor demanda y, por ende, mayor necesidad de líquidos y electrolitos.
La clave es evitar todo proceso de deshidratación corporal; pero esto no se logra con el simple consumo de agua en el momento que deseo consumirla. La sed es un indicador tardío de que es necesario hidratarse y aunque se ingiera suficiente líquido hasta saciarse, el déficit permanecerá en el cuerpo por un largo tiempo. Por tal motivo, técnicas de hidratación deben “ejercitarse” durante los entrenamientos, para luego ponerlas en prácticas en la competencia contemplando no esperar a sentir sensación de sed.
Algunos factores que pueden impedir o interferir en la ingesta de líquidos durante la actividad física son:
Pero… ¿Qué consecuencias tiene correr deshidratado?
Con una pérdida del 3% de líquidos corporales comienza un proceso de disminución de resistencia, calambres, aumento de la temperatura corporal, mareos y hasta vómitos. Cuando la pérdida supera el 4-6% comienza una disminución de la fuerza muscular, contracturas, calambres y cefaleas. Más del 7% de pérdida de fluidos comienza un proceso de agotamiento físico y con altas probabilidades de golpe de calor comprometiendo la vida del corredor.
La deshidratación crónica tiene síntomas como desgano, fatiga permanente y dolores fuertes de cabeza.
Entonces, ¿Cuándo y qué cantidad de líquidos necesito para estar hidratado?
Como recomendación final, la individualización de las necesidades es clave para la mejora del rendimiento. Estar hidratado es parte del entrenamiento invisible y es una necesidad permanente del cuerpo. Cuidar tu salud permitirá permanencia en la actividad deportiva elegida.
(*) Licenciada en Nutrición. Docente de la Universidad de Mendoza, sede Río Cuarto