Por Gerardo Pasten.
Como cada año en agosto, celebramos el Día del Niño y estás no son más que palabras, las vitrinas de las tiendas se llenan de juguetes, los centros de diversión lanzan grandes promociones y los restaurantes preparan platos dedicados a ellos, como cada vez que el calendario indica una fecha para agasajar o festejar por alguien.
Solemos hablar del día de la madre, del padre, del abuelo, como días "comerciales", pero en todos los días deberían ser reconocidos y respetados. Porque pareciera que solo en ese "día" nos acordamos que existen. Después hablamos del día de la mujer, de la no violencia, contra la discriminación, etc. y la realidad demuestra que se hacen discursos esos días, jornadas, encuentros y no cambiamos nada porque siguen muriendo mujeres asesinadas, siguen el maltrato, la discriminación y la violencia.
Estamos por celebrar el día del niño y pensaba que el mejor regalo que les podemos hacer es leer la Convención de los Derechos del Niño, cumplirla y hacerla cumplir. Porque no basta con defender a los nuestros, hay muchos niños que sufren, que están desaparecidos, víctimas de la violencia, del trabajo infantil, de la droga, esclavos, pedofilia, prostitución infantil, tráfico de órganos y nadie está a salvo.
Las comunicaciones avanzan, todo se moderniza y las mafias y los delitos también. Nos quedamos en discursos, protestas y declamaciones en vez de lograr soluciones concretas, porque es más fuerte la pelea política que el bien común. Proyectos que no avanzan, leyes que no se reglamentan porque las hizo un gobierno o porque el que propone es de un partido político mayoritario o de la oposición. ¿Y el bien común? ¿Quién piensa en eso? Nuestros niños necesitan que pensemos en ellos sin anteponer los colores políticos.
Cuántas veces hemos dicho la frase: Los niños son la esperanza del mundo.
Pero ¿Lo creemos? Necesitamos desde ya, convencernos de que esas palabras tienen forma. Son más que palabras, si lo que deseamos es en verdad, un mundo mejor.Hagamos lo que esté a nuestro alcance para que esa esperanza empiece a florecer y crezca con nuestros niños para una realidad mejor, que ofrezca más posibilidades de valoración, de vida al ser humano. Y este domingo no será un día más, aprovechémoslo y tomemos conciencia sobre la situación de los niños en el mundo. ¡Cuidémoslos!
Para recordar:
Entre los derechos del niño que han sido reconocidos en forma creciente, podemos anotar:
-Derecho a la educación
-Derecho a la vida
-Derecho a una familia
-Derecho a la atención de salud preferente
-Derecho a ser escuchados
-Derecho a tener un nombre y una nacionalidad
-Derecho a ser alimentados
-Derecho de asociación y derecho a integrarse, a formar parte activa de la sociedad en la que viven
-Derecho a no ser discriminado ni maltratado
-Derecho a la recreación
Gerardo Pasten – Redacción Al Toque