Inicio Quiénes somos Publicidad Contacto Enlace a Facebook Enlace a Instagram Enlace a Youtube Enlace a Twitter
  • REGIONAL AMATEUR

    Final

    Náutico Rumipal 03 Acción Juvenil (GD)
    CNR AJGD
  • PRIMERA B

    Final

    Charrense FC 20 Correos y Telecomunic.
    CFC CACT

Fútbol - Primera Nacional - La Previa

12-09-2019

La máquina “verde” descarriló en el “Ciudad de Río Cuarto”

Hugo Kempes y Carlos Viano recuerdan el Estudiantes 1 - Ferro Carril Oeste 1 del Nacional de 1983. Oscar Bonetto, integrante del cuerpo técnico dirigido por Miguel Ponce, viajó a Buenos Aires para “espiar” los movimientos del poderoso equipo campeón del Nacional del '82 conducido por Carlos Timoteo Griguol.

La inflación de febrero: 13%. El anuncio del Ministerio de Hacienda argentino bien podría ser de estos tiempos. Pero no. Data de los primeros meses de 1983. Plena transición hacia la recuperación de una democracia que se cristalizaría con las elecciones de ese año y designación como presidente de Raúl Alfonsín.

 

El titular de la cartera económica de la época, Jorge Wehbe, explicaba las estrategias para reducir las tasas de interés sin que se “enojen” los mercados y la trama financiera genere aún más desequilibrios que luego pagan los mismos de siempre. Podría ser un título de los diarios de hoy. Pero no.

 

Algunos funcionarios del gobierno de facto presidido por Reynaldo Bignone duraban algunos meses y dimitían. Tal el caso del Secretario de Comercio Alberto Fraguio, reemplazado por Alberto Noguera. Podría ser una dinámica actual, pero no.

 

Más allá de los avatares políticos, el devastador avance de las aguas del río Paraná mantenía en vilo al litoral argentino. El llovedor verano del ´83 generaba complicaciones: 25 mil evacuados en localidades de Santa Fe y Entre Ríos que estaban en zona de desastre puesto que el hidrómetro marcaba los registros más importantes del siglo (sólo superado por una marca de 1905).

Pero el fútbol no paraba, como suele suceder con esta industria cada vez más mercantilizada. Se avecinaba el desarrollo del Nacional, máxima categoría del fútbol que iba a recibir por primera vez a Estudiantes de Río Cuarto. 32 equipos animarían aquél certamen que presentaría a 13 del interior del país. Entre ellos, el “celeste” riocuartense, Unión San Vicente, Racing, Instituto y Talleres de Córdoba. Con vistas a la prestigiosa cita, el equipo dirigido por entonces Miguel Ponce disputó varios amistosos, algunos de fuste: con Huracán (1-1) y River Plate (0-3).

 

El sábado 12 de marzo debutaba el último campeón del Metropolitano 1982, Estudiantes de La Plata, ante Unión de Santa Fe en una jornada que contemplaría también el duelo cordobés entre Unión San Vicente y Racing y Newell´s-Kimberley de Mar del Plata.

 

El Estudiantes riocuartense esperaba por su duelo en Córdoba ante Talleres. El debut no sería el esperado desde lo futbolístico y desde el score final. Y lo sintetiza en una definición bien futbolera de Hugo Kempes, ex delantero celeste: “Nos inflaron allá”. En diálogo con Al Toque, el nacido en Bell Ville, hermano de Mario, recuerda que sólo pudo jugar en ese Nacional el partido ante la “T” y los amistosos previos: “Gente muy buena he conocido en mi paso por Estudiantes. Viví una etapa hermosa, aunque agridulce porque a mí me vieron jugar en Recreativo de Laborde, cuando terminé la campaña me fueron a buscar y yo estaba inactivo, no estaba bien físicamente. Y recuerdo que llegué un lunes, me tocó jugar un amistoso con River y ahí nomás debutamos en el Nacional con Talleres en Córdoba y nos golearon. Yo la verdad estaba mal físicamente, fui un desastre. Pero el recuerdo es hermoso de haber pasado por una institución tan grande”. “Ese día con Talleres creo que debutaba un pastor, Bevilacqua creo que se llamaba, y nos hizo uno o dos goles…volaban al lado nuestro”, agrega el delantero bellvillense cuya primera camiseta utilizada -cuando niño- fue casualmente celeste: la de su colegio San José de Bell Ville.

 

Tres de Eduardo Torletti, uno del joven Mario Bevilacqua y otro de Miguel Oviedo marcaron los cincos tantos “albiazules” dirigidos por Daniel Willington en el categórico 5-1 (descontó Héctor Gómez).

 

Cimbronazo en la Avenida España y en las más de tres mil personas que habían poblado la tribuna visitante del “Chateau Carreras”, mismo escenario que contempló la histórica final del Provincial con Belgrano. Y una rápida conclusión a la cual arribaba el DT de Estudiantes: “El Provincial era otra cosa. Adentro de la cancha tenía a jugadores que pensaban, que se manejaban de otra manera, y ahora no lo tengo”.

 

Un emisario “espía”

Replanteo y vuelta de página. Mientras, por la misma Zona F, Ferro y Temperley animaban un discreto partido. El conjunto de Cabellito se impuso ajustadamente 1-0 por el tanto de Crocco, a 5´ del final del juego. Allí hubo un “espía” del cuerpo técnico riocuartense. Oscar “rulo” Bonetto. El joven DT ofició de investigador para descifrar los movimientos del “gasolero” y el “verdolaga”. Al Diario La Calle le confiaba que “vio un Temperley netamente defensivo”.

“Fue la primera vez que me subí a un avión…yo había sido DT de Estudiantes y cuando llegó Miguel Ponce me sumé a colaborar y me mandaron a espiar a Ferro: cómo defendía, cómo atacaba, si se desprendían los centrales, y los laterales iban mucho al ataque, cómo usaban las pelotas paradas, todo eso. Estuve en cancha Ferro todo el partido y traje toda la información para que el DT planifique el partido”, rememora “rulo” ante la inquietud planteada por Al Toque. “No recuerdo bien los nombres, pero tenía un equipazo Ferro”.

La espera del partido ante Temperley, por la segunda fecha del Nacional, transitaba mientras el Ministro de Economía, Jorge Wehbe, negaba una devaluación de la moneda argentina al tiempo que aseguraba que estaba resuelta la deuda externa contraída por el país; y la situación en el litoral se complejizaba por copiosas lluvias que incrementaban el caudal del río Paraná y los consecuentes desbordes.

En Río Cuarto, más allá del pulso futbolero que marcaba la participación “celeste” en el Nacional, las rondas finales del Papi Fútbol en la cancha de la Iglesia Sagrados Corazones despertaban pasiones, como siempre. Inmobiliaria Gutiérrez y Taller Fátima asomaban como candidatos.

 

En Estudiantes, Antonio Candini y Marcelo Valsechi continuaban –a contrarreloj- las gestiones para incorporar al arquero Francisco Rago, Gandio, Cortez; y se había consumado ya el retorno de Luis “Hacha” Ludueña.

Para viajar al sur del conurbano bonaerense para visitar a Temperley, Los Leones armaron una exitosa rifa que permitió la presencia de varios de los fervientes hinchas.

 

Desde la Base Área de Las Higueras partía el avión que trasladó a un plantel “vivado” por varios centenares de personas. Atrás había quedado la derrota 5-1 en Córdoba ante Talleres. La ilusión estaba puesta en la recuperación ante Temperley. Además, se disfrutaba de esta experiencia “Nacional”.

“Injusta” fue el calificativo empleado por el matutino riocuartense para reseñar la segunda caída de Estudiantes en el Torneo Nacional de 1983. Fue 2-1 ante el conjunto dirigido por Humberto Zuccarelli, que hizo pesar su contundencia (y el oportunismo para aprovechar errores del arquero Francisco Rago) en el encuentro disputado en cancha de Banfield. El descuento de Santecchia de penal fue la única forma de vulnerar al inexpugnable arquero Casse.

 

Pasaron tan sólo dos fechas del Nacional y la Agencia DYN de noticias ya hablaba del “torneo de los pobres y los ricos”, algo que ratifica desde la experiencia Hugo kempes: “Antes el fútbol no era tan parejo como ahora, había muchísimas diferencias, se notaba claramente en la cancha”.

 

La siguiente escala para Estudiantes de Río Cuarto era una cita con su gente. Y con el desafío de vencer a “la maquinita” de Carlos Griguol, campeón del Nacional en la temporada anterior. Pese a los traspiés cosechados, el hincha estaba sediento del fútbol grande en el Estadio “Ciudad de Río Cuarto”.

 

Entresemana, el equipo de Miguel Ponce disputó un amistoso preparatorio en Laborde ante Recreativo, en el marco del pase de Hugo Kempes. Sirvió de práctica formal de fútbol pensando en Ferro y para certificar la inclusión de Héctor Pitarch como ayudante de campo del DT principal.

 

En el horizonte asomaban Agonil, Sacardi, Garre, Arregui, Cuper, Márcico, Rocchia, Cañete, Crocco…integrantes de un plantel que, por su condición de último campeón del Nacional 72, estaba representando al país en la Copa Libertadores de América, junto a Estudiantes de La Plata. Llegaba a la ciudad una de las mejores escuadras del momento y la taquilla explotó: “Record de ventas de entradas”, cronicaba La Calle. A un día del encuentro, ya se habían recaudado más 1.300 millones de pesos; y finalmente fueron más de 1.700 millones (fue la segunda mejor recaudación de esa tercera fecha, detrás de Boca-Platense).

 

Ése domingo 27 de marzo, víspera de un paro general convocado por la CGT Azopardo, se esperaba la presencia en Río Cuarto de diversas figuras del fútbol nacional, entre ellas la de Julio Grondona, titular de AFA. En la antesala del partido, entonó canciones la Banda de Música de la Policía de la Provincia de Córdoba, un paracaidista desembarco desde el cielo en el verde césped (otro aterrizó por efecto de los vientos cerca de Playa Bonita) y se entregaron plaquetas recordatorias a los futbolistas “celestes” que lograron el título en el Provincial y la consecuente clasificación al Nacional. Era la primera vez que Estudiantes se presentaba oficialmente ante su gente luego de la epopeya (inició el certamen de visitante).

 

 

“Ése día fue una fiesta. Recuerdo que yo no jugué y vi el partido detrás de uno de los arcos. Ferro tenía un cuadrazo, era una maquina”, enfatiza Hugo Kempes. Quién sí fue de la partida fue Carlos Viano. El mediocampista nacido en Alejandro Roca se repartió la mitad de cancha con Omar Carranza –inclusión del DT especialmente para contrarrestar el poderío “verde”- y Jorge Santecchia. Esa triada, apoyada en un funcionamiento colectivo sin fisuras, fue fundamental para hacer “descarrilar” la “maquinita verde”. Estudiantes se fue al descanso 1 a 0 arriba por el tanto del joven atacante Jorge Tévez a los 31’ de la etapa inicial. En el complemento Ferro mejoró ostensiblemente y llegó a la igualdad en el último cuarto de hora del juego, por obra de Héctor Cuper de tiro penal: fue 1-1.

 

“Le hicimos un partidazo a Ferro. Fue increíble en todo sentido. Ese partido se jugó bien ante el campeón del Metropolitano, un equipo que estaba jugando Copa Libertadores. Tuvimos una buena tarde, es más, la gente nos ovacionó cuando terminó el primer tiempo”, rememora el futbolista que inició su carrera jugando de enganche y luego llevó su fútbol a la posición del “5” tradicional. “A mí me queda el recuerdo que había salido en la selección de la fecha que hacía el Diario Clarín los lunes junto con Jorge Burki por la buena actuación; y también en el Grafico salí con mejor puntaje. Son recuerdos imborrables, la cancha estaba llena había mucho entusiasmo”, añade.

Las reminiscencias lo remontan a una anécdota con Alberto Márcico durante aquél empate: “En una jugada se me fue un poco la pierna con el ´Beto´ y no sabía cómo pedirle disculpas, no encontraba la manera…para nosotros eran unos monstruos del fútbol. El mismo Temperley tenía grandes jugadores. Era un Nacional muy duro. Se jugaba un fútbol distinto al que veníamos acostumbrados. Nosotros saltábamos del Provincial o Regional a un Nacional. Ahí se jugaba más rápido, había jugadores de mucha calidad…quizá nos faltó experiencia, más allá de que teníamos un gran plantel, llena de buenas personas”.

 

Carlos Viano se fue de Pabellón Argentina, su club de origen, al Club Atlético Platense. Allí realizó gran parte de su formación hasta llegar a la reserva. Luego recaló en Estudiantes por gestión de Francisco Percello para vivir uno de los mejores momentos de su historia deportiva: “Llegué a jugar ese Provincial que no da la clasificación al Nacional, con el triunfo histórico ante Belgrano en el ‘Chateau’. No me olvido más de la alegría que eso generó…lo que fue venir en caravana desde Córdoba y llegar a las 5 de la mañana a Rio Cuarto y la cancha estaba llena de gente esperándonos”.

 

Pese a su juventud, la experiencia Nacional de 1983 significó su última incursión en instancias competitivas de relevancia. Sendas lesiones meñiscales y ligamentarias en ambas piernas, dejaron trunca la carrera de una gran promesa a la cual el destino gambeteó. “Tuve, después del Nacional, una lesión de gravedad en una rodilla en un amistoso y luego en la otra. Estaba negociando con Newell’s Old Boys de Rosario y Talleres de Córdoba para seguir jugando profesionalmente, pero eso implicó el fin de mi carrera profesional con sólo 21 años”.

 

Casi cuarenta años después, el cuerpo de Carlos Viano contiene las huellas de la dedicación a una práctica deportiva de exigencia extrema: “Hoy tengo algunos problemas en las piernas con prótesis de rodilla, alguna complicación en la cadera. Pero lo tomo como la contraparte de lo que mucho disfruté dentro de una cancha, allí fui feliz. Así y todo, sigo yendo a la cancha a ver fútbol, algo que me apasiona. El fútbol es algo hermoso”. A tal punto el fútbol (y su paso por Estudiantes y la disputa de un Nacional) marcó su vida para siempre que en su perfil de WhatsApp esgrime con orgullo y nostalgia la formación de aquél Estudiantes que disputó el encuentro ante Ferro Carril Oeste.

El Nacional del '83 prosiguió para Estudiantes con derrotas en fila ante Temperley de local (0-1), Ferro en Cabellito (1-2) y Talleres en Río Cuarto (0-1).

 

 

 

  • Apostillas de aquel empate

 

- Diario La Calle publica una risueña conversación entre el DT de Ferro Carril Oeste, Carlos Timoteo Griguol, y el comisario deportivo del encuentro, en ocasión de disponer un cambio en el complemento. El juez le solicitó al técnico cordobés que le confirme los nombres de los jugadores saldrían del campo, a lo que contestó: “Quiero que salgan los once, porque son once burros”.

 

-Tras realizar canciones que enmarcaron el izamiento de la bandera Argentina en la previa al partido, la Banda Musical de la Policía de la Provincia de Córdoba desde una de las tribunas populares se oyeron cánticos “subidos de tono”. La Calle describe que “algunos simpatizantes manifestaron su aversión hacia entidades militares. Esa situación debe haber colocado a los integrantes de la banda en una situación nada cómoda”.

-Héctor Cuper, luego de consumada la igualdad, reconoció que “Estudiantes fue un equipo que me impresionó en su parte física, ya que corría todas, y contaban con jugadores de experiencia como Santecchia (ex Estudiantes de La Plata) que saben hacer las cosas en los momentos justos”.

 

-¿Fue penal?. Esa pregunta le trasladó el periodista de Diario La Calle a Antonio Candini. El activo dirigente de Estudiantes respondió: “No puedo decir nada. Quedará en la conciencia del árbitro y que los juzguen los que estaban cerca de la jugada”. El empate de Cuper llegó desde la pena máxima a instancia del juez Pedro Fecla, quien convalidó una supuesta falta de Burki a Agonil. Según la crónica, el juez no estaba cerca de la jugada por lo que “pudo haberse confundido”.

 

 

 

Fuentes: www.paginaceleste.blogspot.com, Archivo Histórico Municipal y CDAT (Centro de Documentación Al Toque)

Gráfico: Al Toque

Redacción Al Toque