Miguel Angel Albelo cumple 86 años y desde Al Toque Deportes recreamos la entrevista con uno de los protagonistas del histórico triunfo de la Liga de Río Cuarto sobre Boca en 1956.
El pasado 19 de agosto se cumplieron 62 años de la épica victoria tres a dos de la Selección de la Liga de Río Cuarto sobre Boca Juniors en un amistoso disputado en la cancha del “Talar”. Desde entonces ése triunfo pasó a ser uno de los episodios más importantes en la historia del balompié local. Días posteriores a dicha fecha recibimos en la redacción de Al Toque Deportes un mensaje de Patricia que nos invitaba a conocer a su padre, un protagonista directo del hito. Y allá fuimos, a pleno barrio Banda Norte, para conocer a un hombre “que vive de los recuerdos”, como enfatizó la misiva.
Expectante y con el mate listo, Miguel Angel Albelo nos recibió, presto, para desandar un camino hacia el pasado. De inmediato llegó una carpeta con fotos y una cajita llena de recuerdos invaluables. Recortes de diarios, la revista Así es Boca, carnets de fichajes… todo en impecable estado. Así la mesa de la cocina se convirtió en un verdadero museo.
“Roccia; Falcón y Quiroga; Fernández, Antonio Sisalli y Pierini; Salvador Sisalli, Rivero, Pérez, yo y Salas”, recita sin titubeos el ex futbolista nacido el 27 de diciembre de 1933. “Era un wing muy rápido, no muy hábil y técnico que digamos, pero una vez que picaba ya no me alcanzaban más”, se define y resalta: “Además iba al frente, era guapo, cuando se armaba lío.”
Rápidamente Albelo trae al presente escenas de aquella tarde histórica: “Me acuerdo de Eliseo Mourino porque me cuidaba a mí. Me seguía a todas partes. ¡Cómo sufría cuando estaban perdiendo! Nos querían ganar sí o sí. También recuerdo a Colman que me levantó para arriba en una jugada (risas)”. Enseguida hilvana otro recuerdo que lo avala con foto en mano: “Le pegué fuerte, la pelota dio en el palo y en el rebote la agarró el arquero.”
Miguel remarca el contexto que rodeó al encuentro: “Estaba llena la cancha y en ese tiempo era común ver mucho público en los partidos. Ante cada gol que hacíamos se metía la gente al campo y se paraba el partido por un rato lardo”. La serie de anécdotas concluye con dato curioso: “Al otro día del partido la Liga organizó una fiesta y ahí nos dio un sobre con 20 pesos a modo de premio”. Mientras se pregunta en voz baja “¿Cúanto valdrá ese premio ahora?”, Albelo mira el sobre que resguarda desde 1956. Intacto, apenas roto en la parte superior, preservado como un verdadero tesoro, digno de un vestigio de la historia futbolera.
>Síntesis:
Liga de Río Cuarto: José Roccia; Florencio Falcón, Roberto Quiroga; Fernández, Antonio Sisalli, Miguel Pierini; Salvador Sisalli, Julio Rivero, Jorge Pérez, Miguel Albelo y Américo Salas. DT: Oreste Bertazo.
C. A. Boca Juniors: José Castro; Juan Carlos Colman, José Marinovich; Juan Carlos Gómez, Domingo Natiello, Roberto Moreno; Herminio González, Iseo Rosello, José Borello, Juan José Rodríguez y Eduardo Senés. DT: Mario Fortunato.
Goles: a los 9’ PT Senés (CABJ), 15’ PT Borello (CABJ), 27’ PT Rivero (LRFRC), 14’ y 40’ ST Pérez (CABJ).
Cambios: en Boca, Amadeo Colángelo por Borello, Osvaldo Zubeldía por Rosello, Eliseo Mouriño por Natiello y Julio Marcarián por Senés. En Liga de Río Cuarto, Carlos Cepeda por Albelo y Manavella por Quiroga.
Árbitro: Roberto Fuster (AFA).
Cancha: El Talar.
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Aquella épica victoria frente a Boca sirve de excusa para recorrer la trayectoria de Miguel. En 1949 fichó para Correos y Telecomunicaciones en donde -según el propio protagonista- vivió sus mejores años en el fútbol. Precisamente en dicho club recibió el apodo que luego lo hizo popular: “Me pusieron ‘charlatán’ porque casi no hablaba. En cada partido iba, jugaba, después me bañaba y partía para mi casa. Sin decir muchas palabras (risas), por eso Carlos Díaz, defensor de Correos, me puso ‘charlatán’. Yo cumplía y me iba”.
Tal vez su manera de hablar era gritando goles. En la temporada ’54 el veloz wing de Correos señaló 6 tantos y finalizó –junto a José Miralles (de Alberdi) y Scorsetti (de Atenas)- al tope de la tabla de goleadores del Torneo Preparación, que quedó en poder de Talleres. Finalmente, Atenas se coronó campeón del Oficial y Tiro Federal logró el ascenso a la primera división.
>Un clásico de la época
Miguel trae al presente un duelo que se vivía con singular atracción en la década del ’50: Correos vs Tiro Federal. El propio Albelo relata con emoción un enfretamiento consagratorio: “Faltaban cinco minutos para terminar el partido. Perdíamos tres a dos. Como era muy rápido agarré la pelota en tres cuartos de cancha y llegué hasta ‘la 18’ donde me tumbaron. Me levanté, patee el penal y gol. Sacan del medio, le quitamos el ‘fulbo’, piqué por izquierda y me crucé en diagonal para clavarla al ángulo. Lo ganamos cuatro a tres, nadie lo podía creer. Al final del partido me esperaron los comentaristas para hacerme notas.”
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Las buenas producciones de Albelo lo catapultaron a los seleccionados de la Liga en donde intervino en sinnúmeros de partidos. “Todos los equipos tenían buenos jugadores y todos eran de Río Cuarto por eso era difícil quedar en la selección”, aclara mientras toma el último mate de la tarde. Entre los partidos que más recuerda resalta “la victoria contra Boca y el gol que le hice a Atlanta en cancha del ‘Talar’” –señala la foto que atestigua su festejo ante el “bohemio” el 9 de julio de 1959-.
Además, el “charlatán” estuvo en la consideración de los grandes de la ciudad: “Fui como refuerzo a Estudiantes para jugar un amistoso contra Newell’s. Entré en el segundo tiempo y en veinte minutos no me dieron una pelota. Después del partido me fui y no volví más”, recuerda. “No me puedo quedar, jugué contra Boca, Atlanta, Newell’s, Vélez y River. Lo único que lamento es que no pude conocer la ‘Bombonera’”, afirma el confieso hincha del “xeneize”.
Albelo también paseó su fútbol y goles por equipos de la región. “Cómo no había problemas con el tema del pase me iba a jugar a Cabrera porque me pagaban bien. Con esa plata me hice parte de este ‘rancho’”, explica sobre su paso por Independiente Dolores, en 1960. Al año siguiente fichó en Jorge Ross de La Carlota en donde protagonizó un encuentro memorable: “Clásico contra Central Córdoba. Estábamos cero y en un momento me levantaron y cuando caí me quebré en la zona de las costillas. Me sacaron del partido para ponerme una inyección, me vendaron, y volví a jugar. Al final hice el gol de la victoria”. Tiempo más tarde el club carlotense lo reconoció a través de un carnet de “jugador ilustre”.
En 1964 Miguel arribó a Pabellón Argentino de Alejandro Roca en donde vivió momentos particulares como sucedió en un clásico disputado en Reducción: “Se arma una ‘pelotera’ y me pegan un patadón de atrás. Le pregunto a Raúl Díaz –compañero de equipo- quien me pegó y él me dice que fue el 3, la ‘yegua’ Rivas. Te imaginarás por qué le decían así (risas). En la jugada siguiente nos encontramos de frente y le pisé la canilla. Se armó un quilombo entre jugadores y se metió todo el público a la cancha. Me tuvieron que sacar dos ‘canas’. Para colmo yo había ido al partido en moto, en esa época tenía una ‘Vespa’, y la policía me acompañó hasta la salida de la ruta.”
Tras el periplo por la zona, Albelo recaló en Banda Norte donde cerró con grandes figuras su trayectoria futbolística. “Formé una delantera bárbara con Nordio, Aimar, Quiroga y Utrilla. Todos eran grandes jugadores. El ‘payo’ era muy hábil y el ‘bocadito’ era rapidísimo”, remarca con admiración sobre su paso en el “verde”. Nuevamente Miguel se cruzó contra el equipo de sus amores, Boca Juniors, en un campo de juego. La cita fue en diciembre de 1966 con motivo de la inauguración del sistema lumínico del estadio del Parque Sarmiento. “Vinieron todos, Roma al arco, Menéndez, Rattín, un gran equipo. Nos ganaron bien, dos a cero”, reconoce mientras repasa la revista Así es Boca que cubrió aquel histórico partido.
No solo en los clubes se destacó Albelo sino que también tuvo tiempo para hacer goles y ganar en el lugar donde trabajó mucho tiempo: “En un torneo organizado por la Base fuimos campeones y fui el goleador. Me acuerdo –mientras indica la foto- que me dieron una pelota de premio. Había equipos de Río Cuarto y además venían varios de todo el país.”
Miguel reacomoda una y otra vez las fotos y sintetiza: “Lo más lindo que deja el fútbol son los amigos, la unión entre los compañeros de equipo, y los recuerdos que ahora estamos viendo”. Los gajes de delantero dejaron sus huellas: “Sufrí seis quebraduras, dos veces en la clavícula, otras dos en las costillas y en las piernas”.
Las memorias de un wing silencioso llegaron a su fin. El “charlatán” dijo todo, cada uno de sus recuerdos se hicieron presente, y -tras una pausa llena de silencio y nostalgia- le pidió a su nieto Germán que le alcance la pelota de fútbol recién comprada para posar en el registro final. Miguel se paró -olvidando ese dolor en la cintura que lo tiene a mal traer-, tomó el esférico con una mano y con la otra exhibió la foto de la formación de la Liga que venció a Boca. El flash de la cámara iluminó a Albelo con la pose propia de un jugador de “galera y bastón”… Perdón: “Cómo un atleta, un futbolista, que fui va usar bastón”, chicaneó orgulloso a sus 84 años mientras deja caer la redonda al piso para calzarla bajo la suela de su pie derecho.
>Ficha personal: Miguel Angel Albelo
-Fecha de nacimiento: 27/12/1933.
-Lugar de nacimiento: Río Cuarto.
-Posición: Wing – Delantero.
-Trayectoria: 1949-59 Correos y Telecomunicaciones; 1960 Independiente Dolores (General Cabrera); 1961-63 Jorge Ross (La Carlota); 1964-65 Pabellón Argentino (Alejandro Roca) y 1966-67 Banda Norte.
Gráfico: Al Toque
Redacción Al Toque