“Llegó el momento de confirmar que he decidido colgar los botines, de no jugar más al fútbol después de 28 años…”, anunciaba César Hugo Ferraro (09/03/1985) en su cuenta de facebook el 11 de enero de 2019. Una lesión (necrosis femoral) pudo más que las ganas y le puso fin a la carrera de un emblema en la historia contemporánea de San Martín de Vicuña Mackenna.

El sortilegio del calendario deparó que justo un año después de su anuncio, Ferraro tuvo su despedida en la cancha de su club y ante el clásico rival de la ciudad. Entró al reducto vestido de “patriota” por un pasillo armado por compañeros y adversarios en una muestra del respeto ganado. Sus familiares -junto a banderas alusivas- lo abrazaron en el centro del campo plasmando la incondicionalidad de largos años de acompañamiento. En el segundo tiempo entró, corrió y vivió sus últimos minutos con la pasión de siempre.

 Foto: Daniel Moyano

A los 15 años Hugo Ferraro saltó por primera vez a la cancha con el equipo superior del club que lo vio nacer. El 13 de agosto de 2000 el entrenador José Luis Fistori lo mandó a jugar en la derrota 2-3 ante Defensores de Alberdi por la undécima fecha del Torneo Oficial de Primera C. En esa temporada también tuvo minutos frente a Central Argentino de La Carlota (08/09) y al campeón Ateneo Vecinos de General Cabrera (17/09). El año de su debut fue con éxito ya que fue parte del plantel que logró el ascenso a la Primera División B.

Los primeros pasos

La primera formación en la que apareció Ferraro fue: Gonzalo Fernández; Gustavo Stevenin, Diego Salas, Germán Gil, Sergio Zunino; Diego Campos, Juan Alaniz, Darío Mazza; Mauricio Ortiz, Gervasio Valencia y Luis Oviedo. A los 14 minutos del complemento Fistori mandó a cancha al “Huguito” en reemplazo de Valencia.

Con el paso del tiempo creció su imagen, se potenció su disciplina táctica y emergió una polifuncionalidad que lo distinguió. El jugador nacido el 9 de marzo de 1985 obtuvo dos ascensos más con el “patriota”: 2003 y 2007. Ambos fueron a la elite del fútbol regional. El primero condujo a un breve paso por Primera A, mientras que el segundo significó la consecución del periodo más extenso de San Martín en la máxima categoría. Este lapso temporal tuvo su punto culmine en 2014. Allí el cuadro mackennense obtuvo su estrella más preciada con Ferraro como estandarte de un equipo netamente local.

Llegaron tiempos de grandes contiendas a nivel provincial y nacional defendiendo los colores que desde niño supe vestir. Y también hubo tiempo para desafíos personales como fueron sus periplos por Atenas, Alianza de Coronel Moldes y Atlético Adelia María. El círculo cerró donde inició: San Martín de Vicuña Mackenna.

Es tiempo de reposo para el “patriota”. Ferraro ya no estará en cancha pero cada vez que San Martín juegue sobrevolará el temple del “Huguito”. Una corajeada, un quite, un gol, un despeje, un relevo, toda la polivalencia del “capitán” siempre estará latente. Su apellido se extrañará los domingos aunque bastará buscar la letra F para encontrarlo en el glosario de los grandes nombres de la historia del fútbol regional.

Carta abierta de un hincha amigo (Gonzalo Mobilia)

Yo tenía la ilusión que tiene todo niño, poder jugar a la pelota en el club del que soy hincha. Como no pude cumplir ese sueño tuve que conformarme con seguir de cerca a aquellos niños de mi edad que si habían podido cumplir su sueño. Fue así que me acerqué al club a ver a mis compañeros, a mis amigos vestir esa hermosa camiseta sin imaginar lo que iba a venir más adelante.

Fueron muchos años en los que seguí de cerca a todas las categorías del club. Pero hubo una categoría muy especial, la mejor que he visto hasta hoy, la categoría 85. Esa categoría donde jugaban mis compañeros de colegio, mis amigos. Esa gran categoría que daba espectáculo todos los sábados. Esa gran categoría comandada por el inmenso Hugo Ferraro, el “Huguito” para nosotros. Ese pibe que se destacó tanto que le llegaron oportunidades de otros lugares para seguir jugando a la pelota.

Los años fueron transcurriendo, el “Huguito” tuvo la chance de jugar en distintos lugares, con distintas camisetas. Pero él y todos los que estábamos cerca de él, sabíamos que más allá de sus enormes condiciones que le podían abrir puertas en lugares maravillosos, solo había un camino que lo iba a llevar a la felicidad y ese camino es el que compartía con San Martín.

El “celeste” fue su casa desde sus comienzos hasta ahora que le toca decir adiós. El “celeste” fue su cuna, su escuela, su casa, su recreo, su trabajo, su vida. El para San Martín fue lo mejor que le ha pasado al club desde mi humilde opinión. Fue el debut a los 15 años, sus goles, sus penales, su arremetida impresionante en la final, fue su humildad y su persona lo que nos deja recuerdos imborrables a todos los hinchas.

Fue el grito eterno de campeón que le reventó el pecho a todos los presentes aquel invierno del 2014. Fuiste el mejor, fuiste el más grande, fuiste y serás siempre único. Fuiste y serás siempre MI CAPITAN. Fuiste, sos y serás siempre mi amigo “Huguito” querido. Descanse y disfrute la nueva vida gran capitán, disfrute de su familia y sus amigos más que nunca. Se merece todo y más. Gracias por cada alegría, por cada lágrima de emoción que has generado en mí, como en este momento cuando escribo esto que lo hago de corazón para vos. El club siempre será tu casa, y ojalá tu vida siempre esté ligada a San Martín.

Gracias, simplemente e inmensamente gracias César Hugo Ferraro.

Fuentes: CEDAT (Centro de Documentación Al Toque)

Gráfico: Al Toque

Redacción Al Toque