*Por Mgter. Esteban Papalini, director de Licenciatura en Administración Agraria de la Universidad Siglo 21.
De los antiguos arados a las innovaciones actuales, el campo argentino fue, durante más de dos siglos, testigo de los más importantes avances tecnológicos. Ante las constantes demandas y nuevos escenarios del mercado, se presentan diversos desafíos para la formación de los futuros profesionales. ¿Cómo deben, entonces, entrar las empresas agropecuarias de lleno en el siglo XXI?
Sin duda en Argentina, el agro históricamente fue un sector dinamizador de la economía. Las últimas tres décadas, por ejemplo, son reflejo de ello, dado que significaron importantes cambios, tanto desde el aspecto tecnológico como desde el organizacional.
Es así como el uso de nuevas tecnologías como IoT (Internet Of Things, por sus siglas en inglés), Big Data, y soluciones en la nube, entre otras herramientas, suponen un nuevo paradigma para el sector agropecuario. Una incorporación y gestión eficiente de las mismas promete incrementos en la producción, reducción de costos y nuevas oportunidades de negocio.
Ante este contexto de vertiginosas evoluciones y acelerados avances, tanto las pequeñas como las grandes organizaciones demandan, con mayor frecuencia, mano de obra calificada de profesionales que den la talla del nuevo escenario. En este sentido, el mercado de hoy busca especialistas que tengan una formación integral y multidisciplinaria, que sepan no solamente sobre agronomía, sino también que cuenten con conocimientos en gestión de empresas y economía, entre otras habilidades. Resulta clave, entonces, alentar a los nuevos profesionales a tener una mirada de 360° para poder resolver de la mejor manera los desafíos del sector.
Las nuevas competencias son la clave del valor agregado. Cada vez más, las empresas ven con buenos ojos incorporar a sus filas a profesionales con formaciones de diferentes disciplinas para dar solución a las nuevas problemáticas. Los perfiles más requeridos son aquellos que combinan conocimientos y técnicas en áreas tradicionales para el sector, como la producción ganadera y vegetal; con los relacionados a la gestión del mundo empresarial, como management, economía; y contabilidad.
Asimismo, es fundamental hacer hincapié en las cuestiones ambientales, ya que también la sustentabilidad se posiciona como motor para la rentabilidad de las organizaciones agrícolas del futuro.
A la bondad natural de nuestro suelo y clima se suma un tiempo donde Argentina vive una apertura a los mercados internacionales sumamente interesante, es en este contexto donde la Organización agraria se vuelve protagonista. Sin organizaciones eficientes e innovadores esta gran oportunidad no podrá ser aprovechada y desde la educación se debe trabajar en la formación de profesionales capaces de diseñar y gestionar empresas agrícolas de manera exitosa y sustentable en el largo plazo.