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Fútbol - Liga Regional de Río Cuarto

09-02-2020

Madre, hija y el fútbol

El fútbol femenino crece a pasos agigantados en nuestro país y el mundo. La Liga Regional de Río Cuarto no escapa de esta situación y sus partidos e historias se propagan por el ambiente futbolístico. En Carnerillo, madre e hija comparten la pasión que genera el deporte en el equipo de la localidad. Melina Lucero, capitana de Las Caprichosas y entrenadora del fútbol infantil femenino, y Sofía Somaré, jugadora de la escuela formativa son las protagonistas de esta nota con lazos interminables.

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Melina Lucero, entrenadora, y su hija (última jugadora parada a la derecha) protagonistas de una historia del fútbol femenino

Muchas historias involucran a padre e hijo o familiares directos dentro de una institución deportiva. La pasión y el sentido de pertenencia que generan los clubes involucran al amor, la vida cotidiana y los momentos compartidos en familia. Santa Paula y Carnerillo tienen a Melina Lucero, mamá, jugadora y entrenadora, y Sofía Somaré, integrante de los equipos infantiles de la “lechuza” e hija de la DT. Sus palabras, en la charla con Al Toque deportes.

 

Hace unos días, los medios masivos de comunicación y sus programas deportivos dieron a conocer la noticia donde Marcelo Gallardo, exitoso entrenador de River Plate, le comunicó a su hijo mayor, Nahuel, la determinación que no iba a ser tenido en cuenta en el primer equipo. Algunos destacaron la decisión y el valor del ex mediocampista para con su progenitor. Muy cerca de Río Cuarto, a 35 kilómetros para mayor precisión, está Carnerillo, una localidad atravesada por la pasión por el fútbol y un fuerte arraigo por Santa Paula. ¿Melina tendrá la capacidad de tomar una determinación tan fuerte con su hija? Todavía lejos de cambios, contratos y profesionalismo, Lucero responde ante la pregunta: “La relación que tengo con mi hija dentro de la cancha es igual con todas las chicas, ella tiene claro esto. En el futuro, si se presentará esta situación, tomaría la decisión, siempre pensando en lo mejor para ella”.

 

 Volviendo a la actualidad, Melina y Sofía relatan el día a día de dos apasionadas por el fútbol. “Trabajo todo el día. Mis hijos tienen sus actividades y se manejan solos. No existe tema de conversación que no incluya al fútbol” comenta la DT y le da lugar a su hija: “Ahora que estoy de vacaciones trato de dormir más y esperar la tarde para ir a entrenar”.

 

Cada tema involucra al deporte más popular del mundo. En su casa, además vive Santiago, de 12 años y arquero de la “lechuza”. Rápidamente, entra a la cancha la pasión por el fútbol. Ante esto, Lucero dice: “Juego desde que tengo uso de razón. De niña, jugaba con mis primos, amigos y vecinos. El amor viene desde que mi abuela, en sulky, iba a ver a su querido Santa Paula”. Sofía, la futbolista de 10 años, cuenta al respecto: “No miro tanto fútbol, pero se habla mucho en mi casa. Empecé hace un año a jugar”.

 

Lucero, además de estar al frente de las categorías formativas de la institución, es la capitana de Las Caprichosas. La defensora habla del ascenso recientemente logrado: “Conseguimos el anhelado y sacrificado ascenso a Primera A. Comencé en Centro Social en 2016 y cuando se hizo fútbol en el pueblo, me volví automáticamente”.

 

La pasión es la palabra más recurrente en la charla. Melina Lucero, además de pasión, intenta inculcar en las pequeñas jugadoras valores y conceptos en la escuela. “Entrenamos de lunes a viernes a las 18. La idea surgió por iniciativa de Sofía, que quería jugar. Desde el año pasado estoy realizando el curso de entrenador. Hablé en el club y estamos dando nuestros primeros pasos”.

 

Tener a mamá al frente del grupo genera sentimientos encontrados en Sofía, que comenta: “Es un poco raro tener a mi madre de entrenadora. Me trata como al resto de mis compañeras”. La ilusión de unas 20 niñas está en manos de Melina que destaca la participación y el crecimiento constante: “Hoy, muchas chicas están jugando y haciendo lo que les gusta. El año pasado jugamos varios torneos y este, tendremos muchos más. El principal objetivo es la formación y la diversión”.

 

Santa Paula es valor agregado para los carnerillenses. Claro está que para Melina y Sofía, también. La entrenador y mamá, cierra dejando adjetivos calificativos para la “lechuza”: “Lo llevamos en el corazón. Es amor desde niña. Siempre me enseñarlo a sentirlo así. Somos una familia involucrada con el club”. La joven jugadora, que sueña con jugar en grandes equipos, concluye: “Santa Paula me encanta y más aún, cuando voy a entrenar”

 

 

Redacción Al Toque

Fotos José Reynoso