El árbitro de SIAAC, policía de la Patrulla Rural y miembro del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Charras pasa sus días entre las guardias y los operativos que se realizan en la localidad. Cómo es su labor.
Damián Godoy es árbitro del Sindicato Independiente de Árbitros Asociación Civil y desde que se paró el fútbol se dedica exclusivamente a la lucha contra el Coronavirus. Radicado en Charras se desempeña en la Policía de la Provincia de Córdoba y en Bomberos Voluntarios.
“Es más difícil convencer a una persona de que tiene que guardar cuarentena, que a un expulsado que se retire de la cancha”, aseguró.
“Al jugador muchas opciones no le quedan, vos le decís vaya y más allá de protestarte se va. En cambio las personas ponen mil escusas, buscan escaparse o irse”, comentó Godoy, aunque resaltó que en Charras, la gente “está respetando bastante la cuarentena, trata de no salir y la mayoría de los negocios llevan los pedidos a domicilio”.
Godoy tiene 38 años, se recibió de árbitro en el 2000 y dirigió hasta el 2008, luego de un lapso de cuatro años retomó su labor en el 2012 en SIAAC, que por entonces trabajaba en torneos libres y desde la temporada pasada se sumó a la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto.
“En el 2010 hice el curso de bombero junto a mi señora, ella es suboficial del Cuerpo Activo de Charras. En el cuartel somos todos muy cercanos, muy familiares, hay muchos chicos jóvenes. Somos cuartel desde hace un año, antes éramos destacamento de General Cabrera”, indicó sobre esta nueva función que le suma a su trabajo en la Policía de la Provincia de Córdoba.
¿Cómo está viviendo este momento?
Tratando de sobrellevar esta situación, el volver a casa es sacarse toda la ropa y pasar a una ducha para desinfectarse. Trabajamos con todas la medidas, tenemos barbijos, guantes, alcohol en gel.
¿Qué labor están desarrollando?
Estamos trabajando en un puesto sanitario en el ingreso a Charras con un control de temperatura y pedido de información. Se trabaja en conjunto con Defensa Civil, Policía, Bomberos y la Municipalidad.
¿Cómo reacciona la gente?
Están todos medios paranoicos y algunos te tratan mal. Muchos hacen uso de la confianza y te tratan de explicar su punto de vista, pero es simple, si no tenés nada urgente: debes quedarte en tu casa.
Momento complicado
“Cuando tengo las guardias en la policía salgo por 24 horas. Cuando eso termina, la llegada a casa parece ser el momento de mayor relajación, sin embargo, por estos días y ante una tarea de tanta exposición vuelvo con tensión”, comentó el árbitro, policía y bombero.
Los recaudos que toma Godoy, no son ni más ni menos que los que cada ciudadano debe adoptar para mantener la seguridad de su hogar al regresar desde el exterior: “Me desinfecto antes de entrar, paso derecho al baño, me doy una ducha y pongo toda la ropa a lavar inmediatamente”, explicó.
¿Cómo es el regreso a casa?
Llego y los chicos vienen a abrazarme, pero no puedo, el más chiquito (de apenas unos meses) me ve pasar y estira los brazos.
¿Cómo lo toman sus hijos más grandes?
El más grande de los que viven conmigo (9 años) entiende, está en casa haciendo los deberes que le mandan desde el colegio y la madre lo puso a fabricar barbijos y alcohol en gel. La idea es que pase las horas entretenido con otra cosa.
¿A los otros cuánto hace que no los puede ver?
A los que viven en Río Cuarto (15, 14 y 12 años) los fui a ver cuando empezó lo de la cuarentena, porque sabía que después se ponía difícil. Ahora estamos conectados permanentemente por teléfono, por mensajes y llamadas.
El Chino, a la distancia
Damián es árbitro por herencia familiar, es hijo del ex árbitro Juan Carlos, más conocido en el ambiente futbolero por el “Chino” Godoy, que vive en Río Cuarto y al que tampoco ve desde que comenzó el aislamiento obligatorio. “Mi viejo es paciente en riesgo por su edad y porque tiene problemas respiratorios. Está en Río Cuarto y no puedo ir a verlo, porque yo puedo tener contacto con el virus y contagiarlo, así que tengo contacto telefónico y lo cuidan mis hermanos que están allá” comentó.
Dos pasiones
La actividad bomberil le llegó por legado familiar de su esposa y su cuñado y su señora.
Damián Godoy está dirigiendo el partido que todos juntos le jugamos al rival invisible, pero esta vez no con la camiseta negra sino con dos trajes, el azul y el naranja. Ese equipo siempre diferente, el que tiene la jugada preparada para cada ocasión o que puede sorprender con la gambeta mágica. En este momento no le toca ser imparcial, está del lado de un equipo llamado pueblo.
Redacción Al Toque