Por Osvaldo Wehbe
Laciar. Mucho antes de la aparición de ese apellido portado por Santos Falucho, boxeador campeón de los rings y la vida; Laciar era puro fútbol, era casa en la calle Sarmiento de Río Cuarto, junto a sus papás, era fútbol de barrio y llegada a Estudiantes, después de jugar en “Peñarol”, su camiseta de Baby Fútbol en Central Argentino.
Miguel Ángel Laciar fue uno de los mejores futbolistas que tuvo la provincia de Córdoba en las décadas del sesenta y setenta. Nació el 7 de abril de 1945 y su mirada altiva, su pelota al pie, su pegada, sus goles y su personalidad llenaron las canchas argentinas, fundamentalmente las de color celeste: Estudiantes de Río Cuarto y Belgrano de Córdoba.
A partir de la investigación precisa de Al Toque Deportes, es que pondremos datos al recuerdo de la trayectoria de un gran jugador.
La sensación personal es especial. Tengo a Miguel en fotos de cumpleaños míos, bien de niño, con la barra de mis hermanos y esa relación fraternal del barrio, con sus papás, con la Panadería de Don Frattari, que tenía en el vidrio de la caja un recorte de “Los Principios” con la foto de Miguel recién llegado a Belgrano, y la leyenda de Miguel descanso el sábado para jugar en Estudiantes el domingo, con ventilador en la pieza para calmar la canícula y por lo tanto ya no poder estar en el “picado” en los alrededores del Colegio Nacional.
Los datos, los números, la historia, en definitiva, dicen que Miguel debutó en Estudiantes el 5 de junio de 1961 en un amistoso ante Independiente de Avellaneda, que derrotó al “celeste” por tres a uno, luego haber hecho un tiempo de inferiores y recibido por el entrañable “Tierno” Romero, otro crack en su momento. Sería campeón con Estudiantes en la vieja Liga Riocuartense en los años 61 y 62.
Tendría la oportunidad de jugar en Newell’s. Viajó hacia Rosario junto a sus compañeros Salinas y Argüello, dos laterales excepcionales. Volvió a Estudiantes para coronarse tretacampeón regional (1966-67-68-69), récord aún vigente en la Liga. Son esos los años de una dupla sensacional: Laciar-Percello. Goles a montones. Y participación en un lindo cuadro de la Liga en 1968, logrando el título provincial ante Córdoba. Victoria tres a dos en Río Cuarto y empate en uno en Córdoba.
Llamil Simes, técnico en algún momento del “león”, se lo lleva en 1970 a Belgrano. Jugaría allí hasta 1977, un total de 295 partidos, marcando 91 goles y siendo expulsado dos veces. En ese período jugó los Nacionales ’71, ’73, ’75 y ’77, siendo campeón cordobés en tres oportunidades.
Su primera vez en AFA fue en el recordado Belgrano del ’71. En la primera fecha, la “B” golea en Alberdi a Huracán de Comodoro Rivadavia por cinco a uno, con goles de Quiroga, Syeyguil, Cos, Heredia y Reinaldi. El “pirata” formó con Tocalli; Bracamonte, Cuellar, Lupo y Pavón; Syeyyguil, Rivadero (Altamirano), Laciar (Reinaldi); Heredia, Cos y el “Bocado” Quiroga. Un extraordinario equipo en donde Laciar y Reinaldi peleaban por la número 10 y el “Payo” Aimar jugaba en reserva. Su primer gol en los Nacionales lo convierte el 14 de noviembre de 1971 ante Kimberley de Mar del Plata en Córdoba, en un tres a uno. Marcaron también Reinaldi y Quiroga. El arquero visitante era Machirrián.
Belgrano de 1971.Parados: Bernardo Cos, Antonio Syeyyguil, Miguel Laciar, José Reinaldi, Eduardo Quiroga y Héctor Tocalli. Agachados: Miguel Garay, Francisco Rivadero, Rafael Pavón, Tomás Cuellar y Rubén Lupo.
Uno de sus más recordados partidos en Belgrano es en la victoria ante Boca por tres a dos, en la segunda fecha del Nacional ’73. Ganaba Boca dos a cero con goles de Curioni y Benítez y, en una noche bien “pirata”, Belgrano lo dio vuelta con dos de Miguel y uno del “Turco” De Sá. En ese cotejo jugó para Boca Rodolfo “Rodi” Rodríguez.
En ese mismo año, Belgrano logra la clasificación a ese Nacional merced a una gran victoria en la final del torneo clasificatorio Selección de la Liga Cordobesa, clasificatorio para el Regional, ante Talleres en cancha de Instituto, dos a uno. Uno de los goles, el primero, lo hizo Miguel Laciar, el otro el “Toni” Syeyguil, Galván para la “T”. El 6 de diciembre de 1977 fue tapa de la edición 3035 de El Gráfico junto al “Hacha” Ludueña con el título “Córdoba, semana triunfal”. Talleres le había ganado a Racing en Avellaneda y Belgrano a Independiente en Córdoba.
En 1978, y luego de que Belgrano lo dejara libre con algunos desencuentros con la dirigencia, Laciar jugó para Instituto. Y luego la vuelta a Estudiantes en 1979. Alguno de los equipos que integró en ese año fue con Medrán; Gómez, Sánchez, Acevedo y Gaitán; Lorandi, Griguol, Arias y Laciar; Funes y Jaluff. El técnico, Jorge Sturniolo. Luego, la continuidad laboral bancaria en los primeros niveles y la cercanía dirigencial a Belgrano. Siempre cerca del “pirata”.
Miguel Laciar. El “Pato” como le pusieron en Córdoba. Un exquisito jugador. Un habitante de la calle Sarmiento al 600 en Río Cuarto, un caminador de las canchas con inteligencia, juego y gol. Laciar, un apellido que luego llegó de la mano de “Falucho” en los rings. Nosotros ya lo habíamos tenido en el verde césped. Y lo disfrutamos mucho.
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Texto: Osvaldo Wehbe
Una producción de Grupo Maradó, Radio Universidad y Cooperativa de Trabajo Al Toque
Gráfico: Al Toque