Sueños renovados pero con la misma esencia. Las mellizas Agustina y Julieta Lisa, las grandes promesas del beach vóley local, continúan trabajando para superarse día a día. Hace unos meses, conformaron un nuevo grupo de trabajo junto al preparador físico Franco Barreda y su flamante director técnico, Lucas Simone, ex voleibolista.

El gimnasio EvoGym encuentra a las hermanas en su búsqueda de ser las mejores. Entrenando, practicando y confiando una en la otra, así como en la cancha. Esta nueva etapa las impulsa a profesionalizarse cada vez más y soñar en grande: ir por la competencia internacional.

- ¿En qué momento deportivo se encuentan?

A: La verdad que me siento muy bien, es la primera vez que siento que podemos llegar a lograr algo de lo que siempre quisimos. Juli le mete mucha pila y está comprometida, confío mucho en ella. Por ahora nos sentimos bien jugando juntas y confío en ella. Por ahí la altura se nos complica un poco.

J: Nunca me sentí mejor, no tenía ni idea de que se podía llegar a un nivel superior al que estábamos. Nunca había visto las cosas tan detalladamente. Me gusta muchísimo, desde que empezamos con Franco sigo aprendiendo cosas todos los días. Tenemos días buenos y días malos, pero lo estoy disfrutando y estamos aprendiendo un montón. Nunca me imaginé que se podía ver el deporte de esa forma. Años atrás lo único que quería era seguir jugando, ahora estoy encontrando el cómo.

- ¿Cómo se complementan una con la otra?

A: Nos complementamos muy bien por la pila que le ponemos para entrenar. Como no tenemos tanta altura tratamos de defender más, es lo que más me gusta. En los torneos nos dicen que las vamos a hacer correr porque no dejamos que pique ninguna pelota.

J: Por un lado, me gusta mucho jugar con Agus. Creo que le dirigís una mirada y ya entendió todo lo que querías decirle. A veces tenemos nuestras peleas, pero son momentos hermosos que no cambiaría por nada. Si en algún momento nos toca jugar separadas, nunca vamos a cortar nuestra unión. Seguiremos juntas para donde nos lleva la vida, con felicidad y confianza. Ella siempre quiere dar lo mejor. Todo el tiempo pregunta si lo está haciendo bien, se preocupa, no lo hace porque sí. Ambas apuntamos al mismo objetivo.

- ¿Qué cambió con la llegada del nuevo grupo de entrenamiento y qué objetivos se plantean?

J: Nuestra hermana más grande nos incentivó a entrenar con Franco, porque se dio cuenta que podíamos dar más. Dimos un paso más, empezamos. Franco nos planteó algunas cosas y comenzamos a trabajar fuerza para aumentar masa muscular.  Se puede relacionar la actividad que hacemos en la cancha con la parte física, alimentación, kinesiología. Entendimos que va todo junto.

A: Antes no tenía mucha idea de los torneos que podíamos tener o las etapas que podíamos llegar. Siempre quise legar a alguna selección. Nuestros objetivos ahora son empezar a jugar torneos internacionales. Empezar con los más bajos, que son los de una estrella y ver qué sale de ahí para dar lo mejor que se pueda.

Un nuevo desafío

Franco Barreda asumió la responsabilidad de preparar físicamente a las “mellis”. Al comenzar, trabajó otras facetas más allá de lo físico: “Me encontré con dos chicas de una excelente calidad humana. Inicialmente trabajamos más lo personal. La relación entre ellas, con su familia y con sus pares. Pudimos mejorarlo mucho”, afirmó Barreda.

Con la parte personal asentada, empezaron a trabajar desde lo físico. El coaching sirvió mucho para abordar el inicio de su preparación y poder imaginar un futuro para las hermanas Lisa.

“Por su ADN, ellas no tienen muchas chances de tener la altura correspondiente a la élite mundial. Pero tenemos muchos casos en los que la altura no fue un inconveniente. El tenista Diego Schwartzman es un claro ejemplo, le dijeron que no iba a funcionar en el circuito ATP y hoy está entre los mejores 20 del mundo. Por eso, no les veo un limitante para jugar al vóley. La parte mental es lo sobresaliente de ellas para un rendimiento mayor”, comentó Barreda en relación al futuro de las “mellis”.

De la cancha al pizarrón

Lucas Simone tomó las riendas de la dirección técnica de las mellizas Lisa. El ex voleibolista contó cómo se siente con el cambio de rol, el encuentro con las hermanas y sus definiciones tácticas.

- ¿Cómo lo encuentra esta nueva etapa?

- Tengo otras herramientas, me estoy por recibir de psicólogo así que me ayuda en el momento de entrenar. Como jugador pensás en vos y en lo que tenés que hacer para funcionar en equipo. Al estar del lado de técnico, es un rol en el que tenés que tratar de entender con quienes contás para ver de qué manera podes sacar su mejor rendimiento. Siempre busco que el mensaje llegue de la mejor manera, respetando sus ciclos.

- ¿Con qué deportistas te encontraste?

- Me encontré con dos chicas con muchas ganas y pasión. Están muy comprometidas. Ante ese esfuerzo y después de verlas en los primeros entrenamientos me entusiasmó mucho. Es la base necesaria a su edad. Ahora junto a ellas y Franco desarrollamos un nuevo equipo, para ver qué proyecciones a nivel local, nacional e internacional podemos darles.

- ¿Le parece que deberían entrenar también en indoor?

- Las técnicas son similares entre el salón y el beach, pero hay condiciones que cambian en algunas técnicas. El beach hoy está en segundo plano con respecto al indoor, hay que encontrar los espacios y momentos que el indoor deja a disposición para aprovecharlos. El beach está tomando mucha fuerza y acá en Argentina se está logrando algo sin precedentes: empezar a hacer una secretaría de beach vóley fuerte dentro de la Federación Argentina. Se está haciendo un espacio propio. Aún falta seguir apostándole para fomentar el deporte.

Foto: Somos Vóley

Redacción Al Toque