La situación actual de cuarentena obligatoria provocó que el fútbol detenga su marcha, aunque los planteles continúan manteniéndose físicamente mediante planes de entrenamientos.

En el caso de Quilmes, los jugadores fueron licenciados y les concedieron el permiso para irse cada uno a sus hogares. Antes de la toma de decisiones, recibieron el material necesario para poder entrenar y también se le abonaron los sueldos.

Marcos Ledesma retornó a su lugar de origen: Río Cuarto. El arquero surgido en Asociación Atlética Estudiantes se mantiene en forma a distancia y en la comodidad de su casa y junto a la familia.

“Entrenamos a través de la plataforma zoom, el profe nos pasa las rutinas por semana y nos manejamos con los elementos que tenemos. En lo personal la llevo bien, con paciencia y poniéndole la mejor onda de todas”, indicó el guardameta.

Y sobre la decisión de la comisión directiva, en conjunto con el cuerpo técnico, agregó: “Me vine a mi casa, acá en Río Cuarto. Tengo patio y cuento con herramientas que me traje del club y que un amigo me prestó. Después de la última fecha entrenamos hasta el jueves. A partir de ahí nos dieron el permiso para irnos a nuestras casas. En mi caso automáticamente agarré el auto y me vine con mi familia. Estoy mucho más cómodo”.

El último partido del “cervecero” fue ante Gimnasia de Jujuy en condición de local. Los dirigidos por Facundo Sava vencieron por la mínima al “lobo” en un estadio “Centenario” que no abrió sus puertas al acceso de público.

A puertas cerradas por el Coronavirus, Leandro González aprovechó un rebote y le dio la victoria a Quilmes en la decimoprimera fecha de Primera Nacional. Actualmente los bonaerenses están en el puesto 11 en la Zona B, a 9 puntos del reducido y consiguieron 2 triunfos, 2 empates y 2 derrotas en la reanudación del certamen.

“El torneo del equipo fue irregular. A partir del segundo semestre la idea de juego salía bien, pero se nos fue complicando en cuanto a resultados. Generábamos mucho, en ofensiva más que nada, pero no convertíamos. El punto más flojo que tuvimos fue lo defensivo, los pequeños errores que teníamos el rival los aprovechaba”, aseguró Ledesma.

“La Perla” es una de las piezas claves en el equipo de Sava. Debutó en Primera División hace dos temporadas y en la actualidad está asentado en el puesto.

“Estoy muy cómodo en Quilmes, hace mucho que estoy y hace un tiempo que vengo atajando. Esa confianza que tengo me la trasmiten mis compañeros. Mi rol dentro de la cancha fue cambiando, hasta me tocó ser capitán. Eso me motiva mucho para seguir creciendo”, dijo el arquero.

El sobrenombre de Ledesma (“La Perla”) salió de otro viejo conocido. Silvio Dulcich, oriundo de Alpa Corral y con pasado en Estudiantes, registró una etapa en Quilmes y coincidió con el riocuartense, a quien adoptó como uno de sus pupilos.

“Mi apodo surgió de Silvio Dulcich. Cuando recién subía a Primera, con 18 años, me lo encontré a él y tuvimos una muy buena relación. Me empezó a decir La Perla de Quilmes, se corrió la bola y quedó”, comentó Ledesma.

El arquero de 23 años se sumó en 2014 a Quilmes proveniente de Asociación Atlética Estudiantes, donde jugó en categorías formativas. Además, Marcos Ignacio Ledesma supo ser parte de los planteles de la Selección de Fútbol de Liga Regional de Río Cuarto (campeón en Sub 15 en 2011).

“Siempre lo seguí a Estudiantes, en todas las categorías que jugó, no sólo ahora. Cuando tenía la posibilidad de verlo siempre lo hacía. Soy hincha y lo tengo cerca. Verlo en la misma categoría me sonaba raro y bueno a la vez, por suerte se terminó dando que estamos en distintas zonas”, aseguró el cuidapalos y anticipó: “De chico soñaba con atajar en el arco de Estudiantes, obviamente en este momento aspiro a otras cosas, a seguir creciendo profesionalmente, pero es una posibilidad que siempre tengo presente”.

Redacción Al Toque