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Camila Berardi y Gabriela Romero juegan en Italia, el centro de la pandemia de coronavirus en Europa. Las ex jugadoras de Banda Norte relataron sus vivencias en medio de la cuarentena y lejos de su país, y se refirieron a la experiencia de jugar internacionalmente.
El mundo está afectado por una pandemia sin precedentes en el último tiempo. Toda la rutina ha cambiado y la normalidad se convirtió en el encierro. Pero hay sueños y esperanzas agazapadas para pisar la pintura y anotar.
Camila Berardi, nacida en Las Perdices, emigró en marzo del año pasado a Europa con ánimos de crecer internacionalmente. Instalada en España, su representante encontró una oferta del Free Basketball en la ciudad de Scafati, Italia y allí fueron sus valijas.
Gabriela Romero, por su parte, es oriunda de La Rioja. Su punto más alto fue su paso por Banda Norte, donde jugó hasta finales del año pasado. Potenza, una ciudad al sur de Italia, es su actual lugar de residencia, en donde integra el equipo local que milita en la Liga B.
- ¿Cómo están llevando la situación actual?
CB: Hace un mes y una semana que estoy adentro de casa. Prácticamente ni salimos, y si lo hacemos llevamos barbijo. La mercadería nos la traen y para el almuerzo y la cena tengo un bar debajo de donde me hospedo, eso es lo bueno.
GR: La realidad no es muy distinta a la que se conoce en Argentina, quizás un poco más dura por los números que se manejan. Trato de llevarla adelante y tomar los recaudos para uno y para toda la sociedad. Se hizo más hincapié en este último mes, desde el gobierno que esto va para muy largo, no la cuarentena sino la vida normal. Eventos masivos como los espectáculos deportivos o los boliches recién estarán habilitados en marzo del año que viene.
- ¿Cómo son las comunidades donde viven?
CB: Scafati es una ciudad bastante grande, por suerte está ubicada en una zona donde casi no hay casos. Solo hay cinco confirmados y con tres recuperados, al estar más al sur estamos menos complicados.
GR: Potenza está al sur del país, pertenece a la región de Basilicata. Es una ciudad chica y la gente es muy solidaria. Los números en esta zona son más bajos con respecto al norte que fue el lugar más afectado. Esta ciudad está alejada de las vecinas, porque estamos en la montaña, y eso recortó más los contagios.
- ¿Cómo manejan los entrenamientos durante el aislamiento?
CB: Los primeros días, cuando aún no se sabía cómo se iba a desarrollar el campeonato, el preparador físico nos mandaba los ejercicios para hacer con lo que teníamos. Tratábamos de realizarlas, de buscar peso y diversos elementos. Hace tres semanas se decidió que la temporada se terminaba. Yo que soy profe, me armo mis rutinas y entreno tres o cuatro días a la semana.
GR: La última vez que piqué una pelota fue el 28 de febrero, que fue el último día de entrenamiento oficial. Acá en casa estoy sin el balón, pero trato de mantenerme en movimiento aunque no sea lo mismo.
- ¿En qué momento deportivo las encontró el parate?
CB: Me encontraba en un buen momento. Soy muy autocrítica, siempre siento que me falta por mejorar y trabajar. En general, era una buena temporada que venía haciendo y el equipo venía bien para afrontar los playoffs que era lo más lindo. Lamentablemente nos quedamos sin nada. Como equipo estábamos muy unidas y bien armadas para jugarle a cualquiera.
GR: Me sentía muy bien, sobre todo físicamente. Hice un trabajo de entrenamiento y alimentación bastante estricto apenas llegué. Este parate “me cortó las piernas”, como diría el Diego, pero lo deportivo queda en un segundo plano cuando la situación es tan crítica.
- ¿Qué diferencias se dan entre el básquet local y el italiano?
CB: La diferencia mayor es la cantidad de equipos con el básquet argentino. Esta es una división regional y te encontrás con ocho o nueve equipos para jugar durante todo el año. Es muy diferente, porque allá hay una sola liga profesional con cinco o seis equipos como mucho. El apoyo que se le da al básquet es muy bueno, la organización es igual a la de los hombres, se le da mucha importancia.
GR: En cuanto a lo deportivo, muy poco. Es muy similar el que se juega acá y el que se juega en Sudamérica en cuanto a conceptos y exigencias, por lo menos acá en la Liga B en la que compito, comparando con el Torneo Federal de allá. En el aspecto de recursos y económico hay una diferencia abismal. El presupuesto que manejan los equipos tiene un gran apoyo de sus sponsors y del gobierno.
- ¿Qué objetivos tienen en su carrera europea? ¿Sueñan con llegar a la Selección?
CB: Los objetivos siempre están a corto, mediano y largo plazo. Uno era llegar lo más lejos posible en el campeonato. En cuanto a mi carrera acá, quiero jugar unos años más y seguir mejorando mi nivel. Como todo deportista mi sueño es vestir la camiseta de la Selección. Es algo que lo tengo en la cabeza pero que veremos si llega y si se puede dar, genial. Con el tiempo y el trabajo se va a ir dando, no es algo que me quita el sueño ahora.
GR: Estoy lejos de la Selección, esa es la realidad. En cuanto a lo personal, quiero hacer una buena y completa temporada. Voy a trabajar para ello y esperemos que sea pronto. Mi último paso por Banda Norte fue muy lindo, es un club que me enamoró. Me enseñó valores y tiene un sentido de pertenencia que me marcó. Ojalá me pueda volver a poner la “verde” y hoy, a la distancia, soy una hincha más.
Fotos: Prensa Free Basketball Scafati / Gentileza Gabriela Romero
Redacción Al Toque