El 23 de mayo de 2004 se corrió en el Autódromo Parque Ciudad de Río Cuarto una carrera memorable. En una de las series, Ponce de León lo chocó a Traverso, quien no escatimó insultos ante las cámaras de TV. Fue triunfo de Fontana en media de un temporal para el recuerdo.
Se cumplen 16 años de una carrera para la historia en el Autódromo de Río Cuarto.
Un 23 de mayo, de 2004, bajo una torrencial lluvia, Norberto Fontana, piloto que venía de la Fórmula 1, consiguió su primer triunfo en el Turismo Carretera.
Luego, miles de fanáticos permanecieron en el circuito con sus vehículos empantanados debido al gran temporal que azotó a la ciudad.
Como era habitual cada vez que llegaba el Turismo Carretera a Río Cuarto, desde el jueves previo a la competencia miles de fanáticos de la cuidad, la región y provincias vecinas comenzaron a instalarse en el Autódromo.
Todos convencidos de vivir un fin de semana especial, de esos que sólo el fenómeno del TC puede ofrecer. Sin embargo, ninguno sospechaba que esa carrera pasaría a la historia por tantos motivos diferentes, incluso que ellos mismos se transformarían en la noticia principal del evento.
Traverso, el choque y la catarata de insultos
Aún en la actualidad recorre en las redes el video de Juan María Traverso cruzando el circuito luego de haber sido embestido por Gabriel Ponce De León. Como era su costumbre, el “flaco” de Villa Ramallo largó todo lo que tenía pensado y el enojo terminó en la noticia del domingo.
“Me tiró a la m…”, fue la primera descripción de Traverso refiriéndose al toque que le efectuó Ponce de León en la parte trasera de su auto. Lo que terminó con el multicampeón contra el paredón y sin posibilidad de largar la final. Por su parte, el juvenil Ponce de León fue descalificado.
Ante la consulta periodística sobre su estado físico, el histórico piloto continuó: “Estoy como para c… bien a trompadas”. El enojo del ídolo del auto violeta se había desatado luego de que al ingresar a la recta principal liderando la serie, Ponce de León que marchaba segundo lo tocó en la parte trasera del Torino lo que terminó con el auto de Traverso destrozado contra el paredón de boxes y muchos creyendo que el piloto no la había pasado bien dentro del habitáculo.
Fontana y su primera vez
Sin embargo, la final tenía guardada un nuevo dato para las estadísticas. Programada a 24 giros, fue interrumpida en la vuelta 14 (se definió por el clasificador de la 13º) por la intensa precipitación y el “spray” que levantaban las máquinas haciendo prácticamente nula la visibilidad.
En ese contexto, Norberto Fontana, el piloto que había pasado por la Fórmula 1, se daba el gusto que desde la temporada anterior estaba buscando: conseguir una victoria en la “máxima”.
Pilotos con frondosos pergaminos, como Christian Ledesma (Chevrolet), Guillermo Ortelli (Chevrolet), Marcos Di Palma (Chevrolet), Matías Rossi (Chevrolet), Ernesto Bessone (Dodge-Cherokee) y Rafael Verna (Ford), no pudieron terminar la carrera por sendos despistes.
El podio lo completaron Walter Hernández y Omar Martínez, ambos con Ford. Las series fueron ganadas por Fontana, Rossi y Ledesma, respectivamente.
Como dato elocuente de las condiciones en las que se desarrolló la prueba está que el promedio del ganador apenas superó los 84 km por hora, el más bajo entre los vencedores de toda la década, una marca que ronda la mitad de la velocidad promedio para los ganadores.
Fontana escribió así un nuevo capítulo de su romance con el circuito riocuartense, en el que en 1993 debutó en un Fórmula 3 y donde un año antes había conseguido la prueba de TC en la pista, pero por una sanción no pudo quedarse con la victoria.
"Las condiciones meteorológicas fueron desastrosas. Sin embargo el público no se inmutó", eran las palabras del ganador, reproducidas por el diario La Nación.
Fue la sexta carrera de un torneo que terminó coronando a Omar “Gurí” Martínez con Falcon. Fontana, con su Dodge Cherokee fue tercero: los otros protagonistas de esa jornada, Juan María Traverso y Gabriel Ponce De León terminaron el año 9º y 19º, respectivamente.
El recuerdo de Del Bo
El piloto de Canals, Roberto Del Bo (Chevrolet) terminó 13ro y hoy, a 16 años de aquella contienda, recordó: “Fue la carrera en la que más llovió de todas las que corrí, no se podía andar porque los autos hacían ´patito´. El agua pegaba en el piso y lo movía para cualquier lado. Me despisté en la serie, pero pude llegar en la final con mucha dificultad”, resumió el “Gringo”.
Del Bo también hace referencia a las críticas que luego recibió la ACTC por no suspender la carrera ante tales condiciones climáticas: “Nadie pensaba que iba a llover tanto, pero llovió un día completo sin parar. El marco de gente que había merecía que se corriera, con el diario del lunes se criticó mucho, pero entiendo que fue bien tomada la decisión de haber corrido”.
Un diluvio y muchas complicaciones
Una vez concluido el espectáculo, los más apresurados por abandonar el autódromo cumplieron con su objetivo, sin embargo, muchos otros comenzaron a sufrir las consecuencias de la lluvia, y el barro no los dejó mover sus vehículos. Hubo gente empantanada hasta el día miércoles posterior a la carrera.
La contratapa de Puntal del martes 25, un día antes de que se pudieran evacuar a todos los visitantes, remarcaba que “mil rezagados” permanecían en el predio del club automovilístico porque tenía sus vehículos atascados en el barro.
En otro apartado de ese medio se destacaba que “algunas empresas de la ciudad donaron pan, facturas y café” para colaborar con los varados mientras que “Una concesionaria de tractores facilitó unidades para colaborar con el rescate”.
“Esta es una situación inédita, de tantos años que organizamos carreras nunca se dio algo igual”, declaraba en ese entonces el dirigente del Autódromo, Roberto Gentile.
Redacción Al Toque
Fotos: HistoriaTC
Fuente: Diario Puntal, HistoriaTC, ACTC y La Nación