Cóndores F.C. es la institución más novel que tiene el fútbol liguero. En la temporada 2019 hizo las veces de local en Las Vertientes, este año lo haría en Sportivo Municipal, aunque sus raíces nacen en Holmberg. El presidente Carlos Sosa disparó con munición gruesa hacia Atlético Granada y funcionarios municipales.
Carlos Sosa es el presidente de Cóndores F.C. y la cabeza de grupo encargada de mudar su participación desde la Liga Independiente del Sur a la Liga Regional de Río Cuarto. Desde hace un año, el elenco de Holmberg es parte del fútbol vernáculo y compite en Primera División B.
En tiempos de pandemia, cuarentena social obligatoria y cese total de la competencia, Sosa abrió un debate que lleva casi tres años de discusión: La localía de Cóndores.
La historia de un club se escribe desde varios factores y aristas. El nombre, los colores, la camiseta, sus hinchas, jugadores-ídolos, grandes dirigentes y la cancha.
Con esas consonantes, además de la participación en los torneos y estadísticas, empieza a construirse el sentido de pertenencia.
Cóndores “entró” a Liga Regional de Río Cuarto en 2019, aunque la vieja lucha por jugar en Holmberg viene desde hace tres años. En la temporada pasada hizo las veces de local en Las Vertientes, terreno de Herlitzka, y en la competencia actual, que se vio trunca por el coronavirus, lo haría en Sportivo Municipal. A varios kilómetros de su localidad.
Quien tomó la palabra y revivió nuevamente el debate fue el presidente de la institución, Carlos Sosa.
“Nosotros tuvimos un parate total. No tenemos cancha. Poseemos una quinta alquilada, pero es algo familiar, no es de Cóndores, el equipo no tiene ese gasto pero sí la usa para practicar fútbol. El año pasado sí tuvimos un gran gasto, debíamos alquilar cancha y acarrear con los costos de traslados, árbitros y sanidad. Siempre teníamos que contar con casi 20 mil pesos, se nos hizo muy cuesta arriba, pero pudimos cumplir con las exigencias”, comentó el dirigente.
El elenco con raíces en Holmberg se presentó siempre de visitante. En el terreno de juego perdió casi siempre por goleada, y parece que en los escritorios también. El presidente contó detalles de las tratativas por asentarse en el pueblo y ser local, al igual que Atlético Granada, en el polideportivo municipal.
“Nosotros enviamos una carta al Concejo Deliberante para que nos habiliten jugar de local en Holmberg. Hace cuarenta años se firmó un decreto que le daba lugar a Arsenal a jugar en el polideportivo municipal. Al desaparecer, se ubicó Atlético Granada ahí. Cóndores tiene que tener los mismos derechos que el otro club porque son los equipos del pueblo. Nunca recibimos ninguna contestación en estos tres años, hemos ofrecido hasta pagar un alquiler” aseguró Sosa.
Y agregó: “La contestación (no oficial) es que nosotros tenemos jugadores de Río Cuarto, algo insólito, porque todos los equipos tienen esa característica. Es lógico que en Granada estén la mayoría de Holmberg, si tienen las instalaciones en el pueblo, nosotros entrenamos en Río Cuarto al estar imposibilitados de hacer actividades allá”.
Cóndores y Atlético Granada inauguraron el clásico de Holmberg en 2019. En la primera oportunidad, el elenco rojo y blanco fue local en el polideportivo municipal y en segunda instancia los de Sosa se presentaron en Las Vertientes.
En ese marco, el presidente de Cóndores aseguró que en el primer cruce hubo alrededor de 300 personas en Holmberg, mientras que en el segundo partido presenciaron el duelo apenas unas 35.
“Los directivos de Granada tienen una mente chica, no tienen visión a futuro. Podríamos trabajar para el fútbol de Holmberg, tenemos hace un año un clásico y tenemos que crecer a la par”, sentenció Sosa.
En el cierre, el presidente de Cóndores detalló las diferentes actividades que llevaron adelante previas al inicio de la competencia. Pago de impuestos, compra de indumentaria para los partidos oficiales y entrenamientos, material para las prácticas y una potencial campaña para atraer socios, que se vio imposibilitada por la cuarentena.
Además, el dirigente reconoció que “los jugadores se mantuvieron en movimiento en la primera parte de la cuarentena, pero a medida que pasó el tiempo se fueron desmotivando. Era lógico”.
Redacción Al Toque