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Coronavirus

16-06-2020

Lesiones post cuarentena: El miedo

Por Franco Barreda *

Para muchos, la noticia sobresaliente, relacionada con la primera fecha de la Bundesliga luego del parate por la pandemia de coronavirus, fue la de los 14 lesionados que dejó. Las opiniones de los expertos se empezaron a escuchar y muchos atribuyeron las lesiones al parate, otros al tiempo que tuvieron de preparación, tal vez a fallas en cuanto a alimentación durante el aislamiento, etc. Pero la versión que se está haciendo más fuerte en este momento y luego de varias investigaciones del caso, es la del miedo.

 

“Tenemos miedo”, dijeron los jugadores del Eibar, siendo los primeros en hacerse escuchar. Lo hicieron hace unas semanas y dejaron en claro su preocupación de volver a los entrenamientos. Así también se manifestó Fali, jugador del Cádiz, “me ha costado días y ayuda, regresar a entrenar con mis compañeros”. Y confesó “Nadie sabe lo mal que la estoy pasando”.

 

Se están comenzando a vivenciar las secuelas del coronavirus. Sabemos que el riesgo al contagio no entiende de clases sociales, razas, puestos de trabajo y popularidad, nos afecta a todos por igual. Es así que los futbolistas deberán convivir con ese miedo y esa preocupación cuando vuelvan a las prácticas esperando la competición. Y las preguntas que nos hacemos son muchas, ¿Afecta este miedo al rendimiento? ¿Deberán cambiar su comportamiento o su conducta dentro de la cancha? ¿Serán iguales las ganas e intensidad con las que vayan a disputar un balón con un contrario? ¿Se verá debilitada la fortaleza humana y deportiva del conjunto? ¿Cómo haremos para que ese miedo a contagiarnos, no nos afecte?

 

Si hablamos de miedo, sabemos que es una emoción básica y que es y ha sido necesaria para que la humanidad sobreviva a muchas amenazas de extinción. Nuestro gran problema con el miedo es cuando empezamos a convivir con miedos disfuncionales. Este es el caso de los jugadores que como se ven amenazados por tanta información en los medios de comunicación, en las redes sociales, etc. Comienza a generarse en ellos un stress, que para nada los beneficia a la hora de buscar un rendimiento físico o técnico.

 

En la Liga Española fueron necesarios pocos días para que los equipos reporten lesiones en sus jugadores. Uno de esos equipos fue el Barcelona, reportando 5 lesiones en los primeros días de práctica suave y progresiva, incluido en esa lista la estrella del Barca Lionel Messi. Así mismo, todos los entrenadores de los equipos que militan en dicha liga, habían coincidido que el tiempo para entrenar es justo debido a la carga de partidos en junio, julio y presumiblemente agosto con la Champions League. Por eso, desde el cuerpo técnico, se ha tenido muy en cuenta la deriva de la temporada para hacer la preparación de los ejercicios durante la cuarentena.

 

Los equipos españoles viendo la gran cantidad de problemas musculares que contaron en los primeros días y teniendo como referencia a los clubes alemanes que contaban con la experiencia, se adelantaron y comenzaron con evaluaciones y cuestionarios psicológicos relacionados a por ejemplo: Las relaciones con sus compañeros, realizar acciones que están en contra de las recomendaciones (agarrarse, empujarse, forcejear con otro jugador, etc.), en definitiva es hacer todo lo contrario, a lo que los profesionales de la salud están recomendando para mantener la salud.

 

El trabajo del psicólogo deportivo, coach deportivo y cuerpo técnico va a tener que estar enfocado en reducir ese estrés generado por las nuevas formas de comportamiento que se van a dar en los primeros días, a la vuelta a los entrenamientos. Una de las herramientas que más se debe utilizar es el de visualizarse en medio de esos nuevos comportamientos. El jugador debe tener presente que hay muchas cosas que ahora no puede hacer. Y debe hacer ejercicios de visualización para que se imagine jugando y festejando el tanto solo, con el distanciamiento que tiene que tener con sus compañeros para que de forma espontánea no salga lo otro.

 

También puede haber secuelas físicas. El estrés reduce la inmunidad y no es bueno para nada. Además, el exceso de tensión puede producir una contracción muscular refleja, inconsciente, de la que no te das cuenta y eso provoca dolor, sobre todo en cuello y espalda. A los jugadores, claro que les va a afectar. Y puede provocar que baje el rendimiento y aumente el riesgo de lesiones. Una persona que tiene nerviosismo puede acumular exceso de tensión muscular y se pueden producir roturas fibrilares, por ejemplo. En general, se ha observado que las personas con más estrés y más ansiedad tienen más lesiones en la actividad deportiva. Un músculo sobretensado es más proclive a la lesión.

 

No todo es tensión propia, sino también falta de motivación ajena, de estímulos que lleguen del exterior. Porque las canchas, además, estarán vacías. Adiós a otra fuente de energía del futbolista. Ya no estarán los aplausos ni el aliento del público. Es un reto que pondrá al descubierto la fortaleza mental de cada uno. Las habilidades que generan el diálogo interno, las autoinstrucciones y haber entrenado la atención focalizada con un especialista en el tema.

 

Miedo, tensión, estrés... Pero también terapias que ayudan a minimizar el impacto de estas emociones en los futbolistas. Clave va a ser la presencia habitual de psicólogos deportivos y coaches deportivos en los cuerpos técnicos como una figura más con la que los jugadores estén habituados a trabajar. Además, hay otro aspecto fundamental, que es la importancia de que los futbolistas tengan información clara y adaptada a sus conocimientos de los servicios médicos, lo que les ayudará a disminuir la incertidumbre y las dudas que puedan tener. No hay que olvidar que los miedos y las preocupaciones las genera, en parte, nuestra percepción de inseguridad respecto a una situación. En estos casos, una buena información ayuda a minimizar el estrés.

 

Hay que trabajar también la aceptación, porque hay variables que no podemos controlar. Aceptarlo significa dejar de darle vueltas a miedos, dejar de pensar o verbalizar aquello que no está bajo nuestro control, porque como no lo podemos controlar no vamos a encontrar una solución. Hay que tener pautas muy claras de lo que es controlable y de lo que es responsable. Y mantener las recomendaciones de seguridad con los demás.

 

*Franco Barreda es Licenciado en Educación Física y Coach Deportivo