A 32 años de la primera Copa Sudamericana que tuvo como ganador a la Academia, el histórico lateral nacido en Alcira Gigena repasó aquel momento de gloria. Además, le tiró flores a varios de sus ex compañeros de River Plate.
Hace 32 años, Racing Club se consagraba campeón de la Supercopa Sudamericana de 1988. Fue la primera edición de la segunda competencia más importante a nivel continental y el trofeo quedó en Avellaneda.
Aquel torneo reunió a todos los campeones de Copa Libertadores y comenzó a jugarse desde octavos de final con un formato eliminatorio.
En las filas de ese Racing militaba el histórico lateral Eduardo Omar Saporiti. Con 34 años, el oriundo de Alcira Gigena daba sus últimos pasos en el fútbol profesional tras un exitoso paso por River Plate.
“Me retiro ahí. Tuve una previa charla con el (Alfio) ‘Coco’ Basile y por consejo de él dejé. Me dijo ‘deje, deje, ya disfrutó los equipos grandes, ya está’. Racing fue mi último equipo, salimos campeones de esa copa, y ya habían empezado las lesiones, no daba para más”, recordó el “Sapo”.
En esa competencia, Racing eliminó en semifinales a River. En Avellaneda se impuso por 2 a 1, mientras que en el Monumental igualaron en 1 gracias al tanto de Néstor Fabbri.
Sentimientos encontrados para Saporiti: “Las 24 horas antes y el momento de la entrada al lado del Pato (Ubaldo Fillol) fue bravo, por todo lo que había hecho ahí. Fue un partido enorme por la importancia que tenía y porque hicimos el gol al último”.
La final fue ante el Cruzeiro, donde los de Basile ganaron de local 2-1 y en Brasil igualaron 1-1.
Ese Racing campeón tenía a grandes jugadores como Ubaldo Matildo Fillol, Gustavo Costas, Fabbri, Jorge Acuña, Miguel Ludueña, Ramón Medina Bello. Pero sin dudas, la figura más resonante entre los conducidos por Alfio Basile era Rubén Paz, una de las glorias “académicas”.
“Fue ídolo total en Racing, zurda espectacular, guapo, el estilo uruguayo. Había un mediocampo muy bueno con él, Acuña, Ludueña - que parecía brasileño -. Paz jugaba siempre bien, era un zurdo fino para jugar, una pieza clave para ese campeón”, recordó el lateral.
Sobre el cierre de la entrevista realizada por Pelota de Trapo de Grupo Maradó, Saporiti empezó a recordar su paso por River Plate. Tal como lo aseguró Osvaldo Wehbe, la efeméride fue una excusa para dialogar con uno de los emblemáticos jugadores que dejó nuestra historia.
Saporiti llegó al “millonario” junto a Emilio Nicolás "El Nene" Comisso y a partir de 1976 hasta 1986 le tocó ganar prácticamente todo lo que se cruzó.
“Hay momentos importantísimos. El inicio, el primer clásico, la pelota naranja, en el ’86 con el Bambino Veira. Ese equipo comenzó ganando la copa de verano y termino con la Copa del mundo. Lamentablemente a Labruna no pudimos darle la Libertadores, pero era un equipo re contra ganador, con jugadores de selección y casi todos campeones del mundo”, comentó el ex lateral.
El gigenense llegó como alternativa de Pablo Comelles, quien desde Talleres se había incorporado un año antes. Comenzó en el banco, pero la velocidad, marca aguerrida y proyección catapultaron rápidamente a Saporiti a adueñarse del número 4 de River.
Logró ocho títulos en 10 años. Fue parte del primer triplete “millonario” en el Metropolitano 1979, Nacional 1979 y Metropolitano 1980. Además, estuvo en las vueltas olímpicas de la Copa Libertadores e Intercontinental de 1986 bajo la conducción de Héctor Bambino Veira.
Aquellos planteles gloriosos del Millonario estuvieron integrados por futbolistas de alto vuelo internacional. El arco estuvo custodiado por un tal Ubaldo Matildo Fillol.
“Era el as de espada. Nosotros hablamos de Barovero y Armani, pero si me das a elegir lo pongo al Pato primero. Conviví la profesionalidad de ese tipo, el cuidado y la forma de entrenar que tenía. Me acuerdo que yo era uno de los más rápidos en los entrenamientos y él se prendía conmigo para ver si me alcanzaba. Los partidos en los que nos salvó, tremendo arquero”, dijo Saporiti.
El gigenense tuvo la fortuna y privilegio de ser dirigido por técnicos que marcaron un antes y un después en el fútbol argentino y mundial. Ángel Labruna, Alfredo Di Stefano, Héctor Veira, Alfio Basile, entre otros.
Saporiti recordó al fallecido Di Stefano, la “Saeta Rubia” que brilló en el Real Madrid: “Es uno de los técnicos que me marcó mucho. Vino en un momento justo, porque tuve un problema con River por venir a ver el nacimiento de mi hija y no me dejaban. Cuando volví los jugadores me cargaban, me decían ‘Sapo te vas’ y se reían. Los dirigentes no me podían ni ver, en ese lapso aparece Di Stefano y viene con una libretita y dice ‘hay tres jugadores que son imprescindibles: (Reynaldo) Mostaza Merlo, (José María) Vieta y yo’. De ahí me marcó un respeto, tuvimos charlas, me dio la capitanía, me hizo jugar de 2 y salí campeón”.
Por último, el ex lateral llenó de elogios a Mario Alberto Kempes, con quien compartió plantel en River: “Marito es un tipazo, vino en la época en que del otro lado estaba Maradona. Le costó un poco, pero a base de la potencia que tenía se fue metiendo en la historia. Un tipo de esos campesinos, sanos, una topadora”.
Fuente Pelota de Trapo - FM Maradó
Redacción Al Toque