Un día como hoy pero de 1964, se producía un hecho particular en la Liga Riocuartense: Tiro Federal derrotaba a Progreso por 10 a 0 y el equipo goleado se retiró a los 34 minutos de juego. Nos metemos en el túnel del tiempo para repasar los resultados más apabullantes en competencias nacionales e internacionales.
El 5 de julio de 1964, un domingo como el de hoy, los acontecimientos de un singular suceso corrompieron la tranquilidad de unos pocos espectadores de un partido de la entonces Liga Riocuartense en Banda Norte. Jugados 34 minutos del primer tiempo, el equipo de Progreso se retiró de la cancha, cuando perdía 10-0 ante Tiro Federal.
La crónica del partido en aquel entonces da cuenta de un hecho reiterativo, atribuyendo a Progreso el desencanto de sus últimos encuentros. Esa tarde, explotó: el equipo caía goleado en poco más de media hora y sus jugadores se retiraron de la cancha, uno por uno.
El equipo “tirolense” ganaba desde los 15 segundos, con un tanto de Herrera. El tempranero goleador convertiría uno más, a los 33 minutos. Pero sin dudas la gran figura de la jornada fue el jugador apellidado Girardi, quien convirtió los ocho goles restantes del efímero partido, en los minutos 5, 6, 14, 18, 26, 30, 31 y 32. Similar a una combinación de números con presagio para la quiniela.
Los pocos espectadores que asistieron al partido se retiraron decepcionados. Los 50 pesos que habían pagado de entrada no lo valieron: el encuentro principal se suspendió y el de reserva ni siquiera se jugó, porque Progreso no presentó equipo. Una tarde con muchos goles, pero poco fútbol.
El equipo derrotado traía consigo una racha de cuatro derrotas al hilo en el inicio del torneo, tres de ellas por goleada entre los que se destaca el primero ante Atenas, por 5 a 0. Luego del partido ante Tiro Federal, Progreso fue descalificado de la competencia con un empate y siete derrotas. En esos ocho partidos, recibió 36 goles y marcó tan solo 6. Ese campeonato finalizaría con otra goleada: Atenas derrotó a Banda Norte por 10 a 1 en la última fecha.
A lo largo del tiempo, muchas goleadas icónicas dejaron estampado su nombre en las principales competencias a nivel nacional e internacional. Equipos apabullantes y goleadores seriales llenaron las redes en todas las épocas. Viajaremos en el tiempo hacia el pasado y el futuro, pero a través de goleadas.
La tríada perfecta
Los partidos más comentados por los fanáticos del fútbol -cuando no hay pandemias- tal vez acaparen los focos de atención de los torneos más importantes: La Liga Profesional del Fútbol Argentino, la Copa Libertadores y la UEFA Champions League.
En el inicio de este viaje, encontramos uno de los datos más curiosos: sus mayores goleadas se dieron en tan solo cuatro años de diferencia. Estos partidos ocurrieron entre los años 1970 y 1974.
En marzo de 1970, Peñarol venció 11 a 2 a Valencia de Venezuela, por el Grupo 2 de la 1° Fase de la Copa Libertadores. En el “carbonero” jugaban figuras como el argentino Ermindo Onega, autor de dos goles y recientemente llegado de River; y los uruguayos Pablo Forlán -papá de Diego- y Pedro Rocha, quien convirtió un triplete en el partido.
En su contraparte continental -la UEFA Champions League-, la mayor goleada se dio en octubre de 1973, cuando el Dinamo Bucarest venció 11 a 0 al Crusaders de Irlanda del Norte. En aquel momento, el torneo existía aún bajo el nombre de Liga de Campeones. El partido correspondió al partido de vuelta de la Primera Ronda de la edición 73/74. En la ida, los rumanos tan solo habían ganado por 1 a 0.
En el marco del Fútbol Argentino Profesional de Primera División, el resultado más apabullante estuvo en manos de Banfield en el 13 a 1 ante Puerto Comercial de Bahía Blanca, en octubre de 1974 y por el Torneo Nacional. Aquella tarde soleada en el Florencio Solá, Juan Alberto Taverna convirtió siete tantos, asentando el récord de mayor cantidad de goles anotados en un encuentro de Primera División hasta el momento. El arquero del “taladro” era Ricardo La Volpe, de último paso como entrenador por el Toluca mexicano, y ex DT del propio Banfield, entre otros.
Continentales y Mundiales
Desde nuestro punto de partida, en la victoria de Tiro Federal ante Progreso, los medios continuaban pidiendo explicaciones ante el insólito hecho: “Necesario será que la Liga de Fútbol tome cartas en el asunto. Más allá de la multa contemplada en los reglamentos de la entidad, no es ni con mucho, la sanción que cabe de acuerdo a las circunstancias”.
Grandes resultados eran comunes en esos tiempos. 22 años antes, en 1942, la Selección Argentina lograba la mayor goleada, hasta ahora, en la historia de la Copa América. El torneo mantenía el nombre de Campeonato Sudamericano y se disputó enUruguay. Argentina goleó a Ecuador 12 a 0 en el Estadio Centenario de Montevideo. A su vez, se convirtió en el mejor resultado de la historia “albiceleste” y el peor para los ecuatorianos. Uno de los integrantes del famoso equipo de “La Máquina” de River Plate durante los años 40, José Manuel Moreno, convirtió cinco goles ese día. Otro de sus miembros, Adolfo Pedernera, también se anotó en la ficha final.
Hubo que esperar 40 años para la siguiente máxima goleada en una competencia internacional de selecciones. En el Mundial de España 1982, Hungría derrotó 10 a 1 a El Salvador. Por el Grupo 3 de la Primera Fase, los húngaros aplastaron a los centroamericanos, que participaban por segunda -y hasta ahora última- vez en un Mundial. Debido a razones económicas, los salvadoreños pudieron enviar solo 20 personas en su viaje a España.
Argentina, la defensora del título, formaba parte del mismo grupo. Tres días después de la contundente goleada de Hungría, la Selección la venció por 4 a 1, con un doblete de Diego Maradona, un tanto de Daniel Bertoni y otro de Osvaldo Ardiles. En el último partido de la instancia, Argentina se impuso ante El Salvador por 2 a 0, con goles de Daniel Passarella de penal y nuevamente Bertoni.
Volando a tierras europeas y de lleno en el nuevo milenio, se presentó la máxima goleada en la historia de la Eurocopa. Fue en la edición organizada por Holanda y Bélgica en 2000, cuando el conjunto “naranja” derrotó por los cuartos de final a Yugoslavia por 6 a 1. En Rotterdam y ante su público, Patrick Kluivert dio un concierto de fútbol con tres goles y una memorable actuación para llevar al equipo local a las Semifinales. Cuatro días después, caería ante Italia por penales, tras empatar 0-0 en el tiempo reglamentario. El campeón de esa edición fue la Francia campeona del mundo dos años antes, comandada en la final por el empate sobre la hora de Sylvain Wiltord y por el tremendo zurdazo que valió el gol de oro de David Trezeguet.
Goles hacia ahí, acá y más allá
Sería habitual pensar que estos resultados grandiosos y exorbitantes ya ocurrieron, y no podrá venir otro a desbarrancarlo. Sin embargo el año pasado sucedió en la Premier League, una de las competencias más poderosas en cuanto a su nivel de juego en todo el mundo. El Leicester City, equipo que sorprendió a propios y ajenos llevándose el título en la temporada 2015/2016, derrotó al Southampton por 9 a 0 como visitante. Jamie Vardy, la figura de The Foxes (“Los Zorros”, como se apodan) convirtió tres goles y se llevó la pelota. Este marcador iguala al conseguido por el Manchester United, que venció al humilde Ipswich Town por 9-0 en 1995. Ese día en Old Trafford, Andy Cole marcó cinco tantos para la victoria de los “diablos rojos”.
La mayor goleada a nivel selecciones de la historia es una victoria de Australia sobre Samoa Americana por 32 a 0, en las Eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002. Ese mismo año, se dio el registro de la mayor goleada en el fútbol de competencia: el Stade Olympique L’emyrne (SOE) de Madagascar se dejó convertir goles y provocó otros en contra en señal de protesta por un fallo arbitral con el que no coincidieron y se sintieron perjudicados. Su rival, el AS Adema, se llevó el partido con el asombroso marcador de 149 a 0.
En un cruce de mundos, encontramos una victoria icónica de Boca Juniors ante Estudiantes de Río Cuarto por 7-1 en el Torneo Nacional de 1985. El equipo de la Ribera contaba con Alfredo Di Stéfano como DT y con jugadores como Roberto Pasucci, José Luis Brown -ambos autores de dos tantos- y Julio Olarticoechea -autor de otro más-. Estos últimos dos serían campeones del mundo un año después, en el Mundial de México 1986.
Esta triste pero recordada anécdota por parte del “celeste” puede ser el punto de partida para la búsqueda de una goleada en las principales categorías del fútbol argentino. En unos años, tal vez, se sume al recorrido y quede grabado en los libros de historia, así como otros tantos resultados apabullantes que ocurren desde la Liga Regional hasta las principales luces del mundo del fútbol.
Redacción Al Toque