No habían pasado ni cinco minutos de su estadía en cancha. Ingresó por su amigo Luis Di Santo. Y no tardó prácticamente nada en regalarle una enorme alegría a las 3000 almas que poblaron el estadio Ciudad de Río Cuarto. Mauro Búffali saltó a cancha a los 23’ y a los 28’ emprendió, gracias a un magistral pase de Sebastián Pérez, un carrera frenética rumbo a Pelayes. Cara a cara, mano a mano con el guardián sanjuanino resolvió con suficiencia para estampar el 2-0. Significaba asegurar el triunfo para el “celeste” y un golpe de KO para un Desamprados, a esa altura, desmembrado. Sus botines color uva adquiridos en la incursión de Estudiantes en Maipú debutaron en la red con tanto de gran factura.
“Fue un domingo redondito, por suerte se me dio el gol que siempre es importante para mi y el grupo para terminar de definir el partido”, dijo el rubio atacante al término del juego.
Búffali reconoció que se “nos complicó un poco aunque igual generamos algunas situaciones. Lo bueno es que no nos llevó el nerviosismo a hacer cosas que podían costar caro. Por eso encontramos el gol rápido en el segundo tiempo y se nos abrió el partido”.
El delantero destacó que el equipo corrigió los problemas que tuvo ante Maipú: “Ajustamos las marcas en las pelotas paradas, el negro (Carrizo) y Juan (Palandri) fueron una muralla, sacaron todo, nos paramos mejor y después hicimos circular la pelota para hacer pasar el tiempo.
-Se viene una semana especial con Talleres en horizonte…
-Sí, un sueño jugar contra Talleres en cancha de Talleres, ojalá esté como el domingo pasado (ante Juventud Unida de San Luis hubo 13 mil personas en la Boutique), ojalá podamos traer los tres puntos de allá.
Redacción Al Toque