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El 27 de julio de 2019, Uru Cure se consagró campeón por primera vez en su historia del esquivo Torneo de Córdoba. En Alta Gracia, venció a Córdoba Athletic y levantó la copa. La palabra de Gonzalo Semmartin, figura del plantel en la consagración.
Después de dos definiciones que se escaparon en el pasado, el día clave y la hora soñada llegó para Uru Cure. En Alta Gracia, hace exactamente un año, la “lechuza” disputaba la final del Torneo de Córdoba ante Athletic, un rival bien conocido por los riocuartenses.
El partido finalizó con victoria para Uru Cure por 38 a 16. De esta forma, la “lechuza” se coronaba campeón por primera vez en su historia en la primera división de la Unión Cordobesa. Los tries de Gonzalo Semmartin, Francisco Abrile, Agustín Acosta y Juan Cruz Cignetti marcaron el camino para un triunfo que no tambaleó en ningún momento.
El desahogo fue increíble. La gente que se convocó en Alta Gracia inundó de azul, gritos y aliento las tribunas. Los jugadores y el cuerpo técnico, encabezado por Diego Ghiglione, entre llantos y risas. El día perfecto para Uru Cure se hizo realidad el 27 de julio de 2019.
Gonzalo Semmartin, una de las principales figuras del título del año pasado, recordó la consagración: “Hace poco hablando con algunos de los chicos nos empezamos a dar cuenta de todo el tiempo que pasó. Uno piensa que fue ayer. Sería lindo volver el tiempo atrás y estar en Alta Gracia”.
- ¿Qué recuerda del día de la consagración?
- Concentraba con Gaspar Oberti desde siempre. Para la semifinal la habitación era de tres y nos suman a Facundo Lagos. Cuando nos fue bien, la habitación se repitió con número y todo para la final. Ese día me levanté muy temprano, no suelo dormir bien. Los otros estaban como si nada, con una tranquilidad impresionante. Ambos con tantas batallas encima estaban muy bien y eso te da tranquilidad. Fue muy lindo además porque nos visitaron amigos nuestros de Río Cuarto que fueron a alentar.
- ¿Cómo fue el desarrollo del partido?
- Nosotros a Athletic lo conocíamos mucho, lo teníamos entre ceja y ceja. Por lo menos en lo personal y junto a Juan Bernardini que era con quien conducía, habíamos entendido bien su juego y que sus debilidades eran nuestras mayores fortalezas. Durante el partido, todo iba saliendo como lo planeamos. Ese plantel era de lo mejor de la provincia por actualidad y jugadores. Salir a hacer un partido así con tanto temple, y más en una final, no me había pasado nunca. Salió todo de manual.
- ¿Jugaba en la mente del equipo la presión por las finales perdidas?
- Sí, jugaba. Por ahí a mi me toca verlo de afuera, no perdí las anteriores finales pero si el playoff de la edición anterior. No lo viví en carne propia pero las batallas que uno pierde son las que hacen que te des cuenta de la importancia de los partidos y que estas representando un montón de historia del club. Esas derrotas te hacen dimensionar la inmensidad del club. Te hace estar más pendiente de todo porque no sabes cuando vas a volver a jugar otra. Había que hacer borrón y cuenta nueva para que esos fantasmas no aparecerieran.
La importancia del grupo
Para rememorar el logro conseguido por Uru Cure, Semmartin definió a los miembros de aquel equipo como unos “guerreros”: “No nos podían dar nunca por muertos. Nos tenían que matar dos veces seguidas para ganarnos, siempre teníamos una más”.
En cuanto al cuerpo técnico, la estructura que le dio base al funcionamiento de juego del equipo, el “10” del campeón destacó: “Fue especial en todos los sentidos para mí. Me dieron la confianza necesaria en un momento importante de mi carrera. Yo sé que sería difícil ser entrenador mío por cómo soy como jugador. Encontré algo que no esperaba”.
- ¿Cómo fue el camino al título?
- Desde el año anterior veníamos implementando un sistema de juego donde se iba armando algo lindo. A principio de año, Ghiglione nos propuso a Bernardini y a mi ser la pareja de medios. Habíamos hecho conducción juntos y nos iba bien. Largamos con esa idea y fuimos paso a paso, mejorando partido a partido. Fuimos a matar o morir de visitantes contra Tala. Esa fue como una final porque si perdíamos sabíamos que quedábamos afuera de playoffs. Ganamos y nos metimos en las Semifinales. Sentía que era difícil que se nos fuera, el plantel estaba muy unido y fuerte, no se nos habían caído jugadores clave, todos estábamos muy convencidos.
- ¿Qué siente en lo personal y en lo grupal por haber conseguido este logro histórico para Uru Cure?
- Es algo muy lindo que yo no me esperaba. Antes soñaba con salir campeón con el club en el cual me formé en Buenos Aires, pero con el tiempo y arraigado a este grupo se convirtió en mi obsesión obtener el título con Uru. Esas ganas no me dehaban dormir. Por suerte logramos algo muy importante que se había vuelto esquivo, gracias al grupo. No sé si yo quedaré particularmente en la historia del club, siento que quedan un plantel y un cuerpo técnico que se esforzó mucho para conseguir el torneo.
Fotos: Al Toque / Archivo
Redacción Al Toque