La eficacia no es palabra fácil de conseguir en el fútbol. Suele llegar o escaparse, según el día de cada jugador.

El clásico del interior provincial que Alumni disputó ayer ante Estudiantes, en Río Cuarto, careció de esa virtud de oro, por eso el empate sin goles dejó a todos con ganas de más y reflejó una llamativa falta de puntería, sobre todo en el elenco villamariense, que pudo haber ganado, pero igual rescató un punto valioso.

La tarde segura de los arqueros conspiró para el resultado, aunque los goleadores no se pusieron la pilcha habitual y un caso concreto se dio en Carlos Herrera, quien venía de ser figura en el partido contra Racing y ayer envió sus disparos muy claros con una mínima pero notable desviación.

Lo que no cambió fue la velocidad del “Pájaro” Román Strada, quien saltó al protagonismo desde el arranque, cuando recibió un pase de Matías Bolatti, desde el otro sector y remató al arco hasta que apareció la pierna de un rival que la sacó al córner.

Estudiantes, con mucha gente en el mediocampo, buscó seguido a Andrés Aimar para arrimar peligro en cada una de sus subidas. Y el hermano del “Payaso” estuvo a punto de marcar con un taco que no prosperó, tras pase de Nicolás Rodríguez.

Sin embargo, lo de Strada fue más punzante. Sus piques demoledores gestaron dos ocasiones muy claras por el pase final, pero primero Herrera, con un remate desde el suelo, y luego Bueno, con disparo sobre la humanidad de un defensor rival, fallaron en ponerle la frutilla del postre a esas acciones individuales del diez.

Claro que tampoco el propio Strada logró meter la estocada letal porque, a los 35 minutos, después de una gambeta endiablada, el ex Matienzo sacó un zablazo rasante y el arquero José Mancinelli reaccionó de manera magistral, al lado del palo.

El mérito del uno riocuartense estuvo a la orden del día, pero Alumni –que pudo jugar bien desde el fondo con el adelantamiento de la última línea- cometió “su pecado” de no saber aprovechar esas ocasiones nítidas, algo clave cuando se juega de visitante.

El visitante, no obstante, demostraba supremacía en cuanto a la búsqueda del arco rival, pero tal vez fue demasiado para el lado que lo llevó el viento.

Es que, en el complemento, precisamente con el viento en contra, Alumni jugó menos y “trabajó” más, aunque tuvo sus chances: un tiro libre de Bueno que Mancinelli desvió con un manotazo y otro derechazo de Herrera que terminó con la pelota por encima del travesaño. Luego el arquero volvió a ahogarle a Bueno su chance de gol cuando sacó abajo un tiro cruzado.

De todas maneras, Marcelo Berardo no se quedó atrás y, en una réplica de Estudiantes, se lució ganando un mano a mano con Mauro Búffali, quien se había filtrado entre Alexis Díaz y Fernando Montenegro.

Por entonces los delanteros fortineros exhibían una merma en el rendimiento, entonces Agüero no dudó en sacarlos de a poco, teniendo en cuenta también que debía aportar recuperación con el ingreso de Sebastián Godoy y presencia en el juego aéreo con la entrada de Federico Depetris.

Sin embargo, sin los atacantes por afuera, Alumni también le dio cierto oxígeno a los laterales del local, por eso Emiliano Zapico se soltó por su sector y le dio variante al juego riocuartense, que se notó más osado en la parte final del clásico.

Nicolás Rodríguez, mediante un tiro libre, hizo ilusionar a los locales, pero la pelota quedó en el techo del arco de Berardo. Desde allí hubo poco por rescatar.

Estudiantes terminó con un dominio de pelota, pero no de situaciones. Y Alumni se aferró al puntito, que no es poco si se trata de un clásico fuera de casa y de mantener el invicto en esa misma condición, aunque con una dosis más importante de eficacia, tal vez se quedaba con el premio mayor.

Claves

- Alumni fue más en el primer tiempo y generó una mayor cantidad de situaciones claras de gol, pero esta vez no afinó la puntería.

- El manejo de Juan Aimar y Matías Bolatti le dio equilibrio al equipo de Rubén Agüero en la primera etapa. Luego, el medio necesitó del ingreso de Sebastián Godoy por la superpoblación del rival.

- Las jugadas con pelota detenida siguen siendo la deuda pendiente del local, que no aprovechó los tiros libres a favor y tuvo dudas en los del rival.

- Estudiantes emparejó el trámite en el complemento y se agrandó en el final, pero su juego no fue claro y su ataque resultó débil.

La figura

El arquero local José Mancinelli resultó clave para Estudiantes porque desvió dos remates peligrosos que se le metían al lado de un palo, bien abajo, y también desvió un tiro libre de Bueno que se colaba por arriba. El visitante Marcelo Berardo también actuó muy bien.

Agüero: pudimos haberlo ganado

Estaba tranquilo el entrenador de Alumni Rubén Agüero. Feliz por lo que rinde su equipo, pero cauto en cuanto al entusiasmo que genera.

“Pudimos haberlo ganado”, resaltó el técnico, argumentando la cantidad de situaciones que generó en el equipo, sobre todo en los primeros 45 minutos, aunque también indicó: “En el segundo tiempo puse a Federico Depetris para hacernos fuertes en el juego aéreo porque Estudiantes se manejó mucho en las jugadas con pelota parada y por ahí nos podía convertir”.

Por otra parte, el DT sostuvo que “acá no hay que hablar mucho de los momentos porque hoy ganás un partido y estás en la punta, y mañana perdés dos y quedás abajo, por eso nosotros tenemos que ir partido tras partido y creo que hoy sumamos en una cancha difícil”.

En ese aspecto, se quedó satisfecho “por la actitud de los jugadores “. Y lo mismo resaltó el defensor Hugo Yocca: “La verdad es que fue importante la actitud que tuvimos porque controlamos el partido y pudimos haber ganado”.

“Es cierto que esta vez los muchachos no la pudieron embocar arriba, pero hicieron un esfuerzo enorme como todos”, remarcó el santiagueño, ni bien fue consultado por la falta de puntería que tuvo el equipo.

Por último, Yocca destacó que “lo de la gente fue increíble; vino mucha y alentó, así que esperemos que se vuelva tranquila porque el punto sirve”.

Fuente y foto: El diario de Villa María