Roberto Marco Saporiti, una porción grande del fútbol argentino. Una porción grande de Talleres. Como técnico prosigue firme en su intención de devolver a “T” a un lugar más acorde con su historia. No será fácil. Amén de los obstáculos futbolísticos que impone un Torneo Argentino A exigente, afloran los innumerables problemas institucionales de una institución que añora volver a ser lo que fue. Y Roberto Marco Saporiti en eso anda, procurando “refundar” Talleres, procurando torcer el rumbo de un equipo que deambula en la medianía de una competencia dura, complicada, no correspondida con el gusto del hincha razo que lo vio campeón de títulos internacionales.

“Talleres está en una etapa trascendental, fundamental, no le queda otra que reinventarse a partir de la piedra fundamental que es su gente y el sentimiento”…Roberto Marco Saporiti habla desde el conocimiento de la causa, de vivir el día a día de una institución de las conflictuadas del fútbol nacional. Pero también habla de la nostalgia, de haber transitado por lo tiempos dorados, tiempos en los que decir Talleres era hablar grandeza futbolística plasmada en la realidad deportiva e institucional. Hoy la grandeza sigue vigente porque la gloria no se esfuma así como así. Pero lejos está este cúmulo de esfuerzos de alcanzar una partecita tan sólo de los que aquello consiguieron. Por eso, el “sapo” rememora y año: “Parte de la década del ’70 fue futbolísticamente irrepetible”, le cuenta el DT de Talleres a Osvaldo Wehbe en Pelota de Trapo-Al Toque, por FM Maradó, mientras el micro que traslada al plantel ingresa al centro de la ciudad. Hay imágenes de esa fisonomía de Río Cuarto que lo remontan al recuerdo de una personalidad de estas latitudes: “Esta ciudad me trae el recuerdo de Conrado Storani –padre-, un gran hombre, un hacedor del cambio”.

 Llega el tiempo de intrometerse de a poco en el llano. En ese sinuoso camino que Talleres debe empezar a recorrer para volver a ser lo que fue. Pero el hoy lo encuentra lejos de su historia y enfrente le ubica a Estudiantes, un golpeado Estudiantes que no halla la identidad que lo caracterizó y transformó en el mejor del Argentino B 200/09.

“Imagino que acá será otro partido durísimo como en Córdoba. Ojalá la gente vea un lindo espectáculo”, aspira y trae al presente el antecedente más cercano: “En La Boutique fue un partido durísimo, bien planteado por su DT porque sabía que Talleres estaba intentando armarse, aunque todavía está intentado armarse. Es uno de los equipos más jóvenes del torneo con un promedio de edad de 23 años. Recuerdo de aquél partido que el segundo tiempo fue muy parejo, demasiado parejo y que lo pudimos ganar en el último suspiro con el gol de (Juan) Aballay”.

Todo tema remonta a la cuestión institucional, a sus desfasajes, a sus contradicciones, a su desorden: “El día a día de Talleres es muy largo, muy duro. Ahora esta juez (Tale) está dirigiendo el fideicomiso que con el apoyo de la Fundación Albiazul, están intentando reinventar al club a parir de la gente, para volver a su sitio original. Pero hoy debe pasar por el Argentino A, torneo que aseguro hay ocho equipos con aspiraciones de ganarlo. Este es un camino largo”.

Roberto Marco Saporiti está inmiscuido en la causa de la refundación de Talleres. Y tiene claras las reglas que marcan las reconstrucciones: “Talleres institucionalmente debe generar ideas, tranquilizarse y replantearse todas las cosas…no es tarea fácil, es tarea difícil, llevará muchos años, llevará mucho tiempo, pero está la piedra fundamental, la gente, está y el sentimiento también”.

Foto: gentileza www.cordobax.com

Redacción Al Toque