Despacio, rescatando algo a la pasada, valorando la cosecha independientemente de los contextos. Así anda Estudiantes en este tramo del Torneo Argentino A, que ayer lo vio llevarse un punto de la Plaza Manuel Ocampo de Villa María en el empate 0-0 ante Alumni. La igualdad fue ponderada en la familia “celeste”. Pues, no es para menos. Se jugaba ante el último de la zona 3, en su casa, y en un partido en el que las necesidades de ambos quedaban de manifiesto en 90’. Amén de ello, Estudiantes padeció buena parte del primer tiempo. Alumni se acomodó mejor en el campo, ocupó mejor los espacios del terrenos, y desde su presión en el medio juego le quitó el balón al “celeste” y lo hirió con la buena presencia de sus volantes (Aimar, Sebastián Godoy, Bolatti) y la gravitación de Herrera y Lucas Godoy.
Estudiantes no podía neutralizar el circuito “fortinero”, mucho menos conservar al menos por un rato la pelota en sus pies (la impresión propia y la presión rival atentó contra toda buena intención). Así Alumni dispuso del partido que quería jugar. Y generó no menos de cuatro chances nítidas de gol e incluso protestó un supuesto penal de Carrizo a Godoy no sancionado por el sanjuanino Lemos. A espaldas de Bottino y López, Aimar –el “fortinero- y Bolatti lastimaban, y por el medio Sebastián Godoy era el punto de equilibrio y el hacedor del fútbol villamariense.
Pero el mejor momento de Alumni en el partido no fue capitalizado por impericia o bien por la pericia de José Mancinelli, el “1 celeste”. Al notar que “su” momento en el partido estaba pasando sin sacarle provecho, Alumni empezó a sumirse sus propias dudas. Y allí Estudiantes creció en presencia, pero no en gravitación sobre la valla de Carlos Ronco. La único muy clara quedó en la cabeza de Juan Palandri, tras un centro desde la izquierda. El defensor, con el arco desguarnecido, cabeceó por arriba de cara a sus hinchas.
El complemento fue otro partido. Estudiantes mejoró. La lucha ya se centraba en el mediojuego y cada vez más cerca de Ronco. Bastó para que entren en sintonía algunos de los que saben para desnudar la falancias de un Alumni que igualmente no sufrió prácticamente zozobras en su valla. Pero a Estudiantes ya no le llegaban con claridad como en la primera parte. Ajustó marcas, ocupó mejor los espacios, tuvieron más protagonismo algunos jugadores que se vieron mañatados en el primer capítulo. Ese crecimiento paulatino, no se plasmó en gravitancia ofensiva. Mauro Búffali debió pelear más de lo que jugó, pues nunca le llegó clara debió generarse todo. Rodríguez aparecía a cuentagota, pero era el factor más importante de ilusión.
El partido se consumía y con él crecía la impaciencia del hincha de Alumni que se manifestaba en el juego de su equipo, que ya no era aquél de los primeros 45’.
Aferrado al negocio del punto fuera de casa, Estudiantes procuró no descuidarse atrás y a partir de allí elaborar su fútbol.
El pitazo final del sanjuanino Raúl Lemos dejó en evidencia las dos caras del empate: la bronca de un Alumni que dejó pasar su momento en el primer tiempo y terminó padeciendo un empate de locao, y la conformidad de un Estudiantes que suma y sigue en la lucha.
Síntesis
Alumni: Ronco; Peñalosa, Díaz, Caler, Reano; Bolatti, S. Godoy, Aimar; L. Godoy; Carrasco y Herrera. DT: Rubén Agüero.
Estudiantes: Mancinelli; Bogni, Carrizo, Palandri, A. Rodríguez; Bottino, Aimar, Pérez, López; Rodríguez y Búffali. DT: Hugo Mattea.
Cambios: en el complemento, 23’ Strada por Carrasco (A) y Chiaretta por López (E), 36’ Uranga por Búffali (E).
Árbitro: Raúl Lemos (San Juan)
Cancha: Plaza Ocampo.
Foto: gentileza Marcelo López Tobares
Enviados Espaciales – Al Toque