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Fútbol - Opinión - Torneo Argentino A y B

02-11-2009 15:25

Dentro de los objetivos planteados, lejos de los sueños deseados

Estudiantes y Atenas están en la recta fina del torneo Apertura del torneo Argentino, categorías A y B. Los dos se propusieron objetivos, las dos intituciones acunaron sueños. Las dos realidades, cuando las dos competencias, ya no da margen para errores.

 

Sensaciones, y masticar bronca. Analizar lo lindo del juego, lo lúdico, lo imponderable, y tener que aceptar los errores, los que facilitan al otro equipo –al rival, en definitiva- llevarse después de 90 minutos más de lo que debió y dejar el amargo sabor de lo cerca que estuvo la victoria y lo lejos que quedó el sueño de estar bien arriba.

Antes de ingresar en el análisis de la realidad de Atenas y Estudiantes debemos ratificar que las dos instituciones están dentro de los objetivos planteados: El “albo” entre los equipos que definirán los mejores del Apertura en el Argentino B y el “celeste” manteniendo la categoría en el Argentino A.

Si esa definición matemática es la realidad, ahora bien podremos ingresar a analizar una y otra campaña.

 

El “albo”

 

Desde que llegó a la categoría B del torneo Argentino, Atenas, siempre fue protagonista. En las dos instancias anteriores estuvo en la fase de definición por el ascenso. Ahora bien: en la temporada 2009/2010, genera mucho en el arco de enfrente, pero no encuentra precisión para definir. A diferencia de otras campañas, la 2007/2008, por sólo citar la primera: en más de una oportunidad el “albo” generaba no más de cuatro situaciones y marcaba al menos un gol.

El viernes por la noche ante General Paz Juniors en el primer tiempo, los dirigidos por Néstor Villalba  tuvieron pelota, campo y situaciones para marcar a su disposición, pero se fueron al descanso 0 a 0. En el complemento, repartió aciertos y errores, terminó el partido 2 a 2, pese a que generó más que su rival en esos 45 minutos.

La segunda colocación en la tabla –compartida con Alianza- lo deja entre los tres equipos clasificados en la zona para disputar la ronda final de play off entre los 20 que estarán en la ronda decisiva del presente Apertura que dejará sellados los 10 nombres que ya estarán en la fase final del campeonato.

Tal vez, esta modalidad le exija mucho más en esta primera parte del certamen –en la competencia propiamente dicha- que en las anteriores dos ediciones y esto a la hora del análisis siempre hay que considerarlo, más aún, porque quien ascendió en la última temporada fue el clásico rival. Hoy los cinco puntos que lo separan del líder de la zona Trinidad de San Juan, es una diferencia muy amplia, que en la recta final Atenas la puede descontar porque el potencial futbolístico está demostrado en este nivel que está, lo que no han llegado la serie de resultados favorable, sólo la seguidilla inicial del torneo que hizo ilusionar mucho a los seguidores del elenco de la Avenida Marconi.

Por último, el público acompaña y un promedio de venta de entradas entre 1500 y 1800 por partido es un número muy bueno. Lo más trascendentes, muchos niños y jóvenes lucen con orgullo el color “albo” y se apasionan con el torneo, un signo de crecimiento que los dirigentes deberán leer correctamente.

 

El “celeste”

 

Hace varias temporadas que estaba desconectado de la realidad del torneo Argentino, categoría A. Existe una constante, la presencia del Club Atlético Talleres de Córdoba en esta categoría ha hecho mucho más “grande” la divisional y en esta afirmación a Asociación Atlética Estudiantes, le tocó en el reparto, bailar con la “más fea” para utilizar un término de tablón.

Se puede aseverar que no se observa, en general,  buen juego en el Argentino A. Es más, que son muy pocos los equipos que intentan poner la pelota contra el piso, pero además, y por ello no se observan buenos partidos desde lo futbolístico pero si con mucha emoción.

Además, debemos considerar que con Juventud Antoniana de Salta, Juventud Unida Universitaria de San Luis, Central Córdoba de Santiago del Estero, como entidades representativas de capitales de provincias en lo máximo de competencia futbolística que tienen esos lugares, si a ello le sumamos la rica historia futbolística de Desamparados, Maipú, Racing y Talleres, el torneo se le complica a Estudiantes, no por este presente, que es muy bueno y que es seguro lo puede mejorar –más allá del deber ser-, sino por las últimas dos décadas donde los subes y bajas fueron una constante.

El plantel que dirige Hugo Mattea debe asumir este presente y sin ir más allá de lo que puede –no lo que debe- amoldarse a este certamen, que no le fue, no le es y seguro que en el futuro, no le será tarea fácil.

Domingo 1 de noviembre de 2009,  estadio Ciudad de Río Cuarto. Central Córdoba de Santiago del Estero sin generar ni un solo corner a su favor –si leyó bien no tuvo ninguno el equipo santiagueño contra 10 de Estudiantes durante todo el partido-, aprovechó un error de juventud de Alvaro Rodríguez, Juan Palandri salió a protestar y en una misma acción el “celeste” pagó muy caro el precio de esta categoría. Quien había cumplido un gran partido hasta ese minuto, tiró instintivamente el agarrón a la camiseta; Darwin Barreto puso toda su experiencia al servicio de los santiagueños, tironeó primero y cuando vio la pelota que se iba larga e inexorablemente a las manos de Mancinelli se dejó caer. Edgardo Sager vio la infracción, penal y amarilla a Palandri que pedía explicaciones de lo que ya no tenía vuelta atrás. 1 a 1, resultado final y quinta amarilla para el segundo central.

Así de exigente y difícil es la categoría A del torneo Argentino. Inexplicable para los habitantes del tablón. Falta de suerte para los creyentes. Virtud de los rivales para los agoreros de malas tardes. Impotencia para quienes trabajan día a día para mejorar –jugadores, cuerpo técnico y dirigentes-. Fútbol, para quienes creemos en el trabajo, pero que potenciamos lo lúdico por sobre el esquema rígido de una táctica y estrategia.

Con un promedio de más de 3.000 boletos cortados por partidos de local, Estudiantes está bien en el balance futbolístico y económico. Sólo debe crecer y en ese crecimiento deberá mantenerse cumpliendo con su objetivo en esta temporada que no es otro que mantener la categoría, que por ahora está logrando.

Carlos Valduvino - Redacción Al Toque