Cuando la “suerte” en el juego le es esquiva, parece que siempre son “reveses” en cada uno de los tiros. En fútbol, muchas veces sucede que el merecimiento deja paso a la desazón y algo de esto aconteció en la tarde del domingo en Alcira Gigena, cuando Lautaro Roncedo con mucho órden, poca generosidad futbolística pero con una excelente efectividad se quedó con las ganas, el esfuerzo y el empuje que puso por momentos Lutgardis Riveros al quedarse con el clásico gigenense y ganar por 2 a 1.
Maximiliano Piazza a los 18’ del primer tiempo y 38’ del complemento se transformó en la figura de Roncedo y del clásico al dejar sin chances de defensa a Edgardo Galfione en las pocas situaciones de gol que generó el “albiceleste”. Julio Parejo, a los 11’ de la etapa inicial había puesto en ventaja a los locales.
Cómo explicar lo que desde la razón no encuentra muchas posibilidades de análisis. Roncedo fue práctico. Es más, Juan Marioni le dio un “libreto” a cada uno de los once jugadores que salieron a la cancha, lo cumplieron, intentaron equivocarse lo menos posible y pasaron a cobrar cuando su rival tuvo errores defensivos.
Con un partido así, a lo que se suma el clima previo que se vivió en Alcira Gigena, Riveros salió a proponer su mejor juego, lo logró, pero fue muy mezquina la diferencia. Es que después del gol de Julio Parejo, tras un centro servido desde la derecha en tres cuartos de cancha por Hugo Baigorria, el local siguió siendo más que su rival pero no tuvo certeza en la definición.
Tan es así que en el primer error –Rivarola le gana en una pelota dividida a Faber en campo de Riveros-, el balón es colocado en profundidad hacia la izquierda para Delfino y tras el centro, Piazza no duda y con un toque de zurda pone el 1 a 1 cuando se jugaban 18’.
Antes del final de la etapa, Riveros contó con al menos tres situaciones para desnivelar y Roncedo sólo con una.
En el complemento todo se hizo más chato, más parsimonioso, con pocos cambios de ritmo. Allí el partido le quedó mejor a Roncedo que cuidando que Riveros no generaba peligro obtenía el resultado que esperaba. No perder.
Pero a siete minutos del final, Franco López robó una pelota en la mitad de la cancha, habilitó en forma perfecta a Maximiliano Piazza, los defensores de Riveros en su mayoría hicieron el paso hacia delante, quedó enganchado habilitado Pablo Saporiti, y otra vez el centrodelantero no perdonó ante Galfione y selló el 2 a 1 final.
Fue para Roncedo, estaba para empate, pero la suerte le viene esquiva a Riveros en los últimos partidos. Pero como dice un viejo axioma del fútbol “si se sigue jugando bien son más los partidos que se van a ganar que los que se van a perder”.
Síntesis
Lutgardis Riveros (1): Edgardo Galfione; Mauro Faber, Luciano Galfre, Juan Filipone y Néstor Cabrera; Pablo Saporiti, Federico Bértola, Hugo Baigorria y Cristian Ortiz; Dante Bernardes y Julio Parejo. DT: Claudio Valentín.
Lautaro Roncedo (2): Leonardo Clapes; Juan Pereyra, Marcelo Garelli, Diego González y Federico Gigena; Rafael Utrilla, Franco López, Juan Delfino, Pablo Cardozo; Marcos Rivarola; Maximiliano Piazza. DT: Juan Marioni.
Goles: en el primer tiempo, 11’ Julio Parejo (Riv). 18’ Maximiliano Piazza (Ron). En el complemento, 38’ Maximiliano Piazza (Ron).
Cambios: en el segundo tiempo, 17’ Pablo Gambero (Ron); 30’ Gustavo Cejas por Juan Filipone (Riv); 33’ Emanuel Cabrera por Néstor Cabrera (Riv); 45’ Emanuel Torres por Marcos Rivarola (Ron) y 47’ Laureano Doprado por Maximiliano Piazza (Ron).
Amonestados: en el primer tiempo 31’ Pablo Saporiti (Riv). En el segundo, 15’ Néstor Cabrera (Riv); 18’ Marcos Rivarola (Ron); 28’ Federico Bértola (Riv) y 44’ Pablo Gambero (Ron).
Arbitro: Juan José Dardanelli.
Tercera: Lutgardis Riveros 2 – Lautaro Roncedo 2.
Público en el estadio: 1.200 personas aproximadamente.
*Fotografía gentileza de Claudio Galfioni
Redacción Al toque