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Desde otra óptica

09-11-2009 21:26

El triunfo antoniano sobre el “celeste”, desde la óptica salteña

El Tribuno dice que “Juventud ganó con lo justo y si hubiera convertido más goles frente a un rival muy limitado por sus características en el juego, nadie tendría que haber puesto en tela de juicio esta victoria”. El Nuevo Diario da cuenta que “Antoniana terminó pidiendo la hora”
Schimill ya contectó de cabeza. Fue el único gol antoniano, el del triunfo.

“Por fin se produjo el alivio”, El Tribuno de Salta

 

El equipo "santo", luego de cuatro partidos volvió a la victoria. El único tanto del triunfo lo convirtió Eric Chmil.

 

Así como la lluvia refrescó la mañana del sábado pasado el intenso calor que azotaba nuestro Valle de Lerma, el triunfo de anoche de Juventud Antoniana frente a Estudiantes de Río Cuarto, por uno a cero, sirvió para aliviar el clima caldeado que se generó por las magras producciones de las cuatro anteriores presentaciones.

El equipo antoniano, tras los puntos que sumó frente al representativo cordobés, se puso nuevamente en carrera para pelear por un lugar hacia la otra ronda del torneo Apertura del Argentino A, pero dependiendo de otros rivales, como Central Córdoba de Santiago del Estero o bien Universitario de San Luis, que por ahora integran el cuarteto que podría llegar a clasificar en la zona III del mencionado certamen

De todos modos, la esperanza del "santo" se sitúa dentro de un panorama complicado, aunque nada resulta imposible mientras los números no demuestren lo contrario.

 

Ojalá que el triunfo de ayer haya servido para fortalecer los ánimos de un grupo que le cuesta tomar el pulso de los partidos y que deberá evacuar todas la dudas lo más rápido posible para reunir todos los puntos que son necesarios si pretende seguir compitiendo.

 

Juventud ganó con lo justo y si hubiera convertido más goles frente a un rival muy limitado por sus características en el juego, nadie tendría que haber puesto en tela de juicio esta victoria. Es más, salió con la actitud de ir al frente y el esquema de juego que propuso el DT Coleoni marcó la iniciativa desde el primer minuto de iniciado el partido.

 

Jorge Peirone, con una ida y vuelta, trató de allanar el camino por el andarivel derecho. Eric Chmil transitó la cancha con mucha concentración y se hizo notar en el juego aéreo. Tanto Marcos Navarro como Claudio Acosta se mostraron dispuestos a recibir la descarga y ejecutar cada avance en la red del equipo contrario. Estas individualidades reflejaron una superioridad y que quedó cristalizada con el tanto de cabeza que Chmil convirtió.

 

Allí empezó otra prueba. De saber manejar un resultado a favor, que en ningún momento vio que se le escapaba de las manos, porque Estudiantes ni se inmutó. Amagó con tibios intentos de llegar hasta la valla defendida por Diego Aguiar.

 

El equipo antoniano buscó orden defensivo, porque Raúl Gorostegui se estacionó como número tres para no dejar ningún espacio libre, aunque los fantasmas de los cuatros últimos partidos rondaban en la inmediaciones del Martearena, aunque finalmente optaron por retirarse.

 

A todo esto, haber recuperado la memoria de ganar para Juventud es un gran aliciente. Pero todavía está en deuda con el juego en conjunto, y estos jugadores deberán tener el pleno convencimiento de acudir a recursos que le permitan encontrar el punto de referencia correcto.

 

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“Juventud, una victoria sufrida y las esperanzas que siguen ahí”, por nuevo Diario de Salta

 

Entrar así a la cancha, con los resultados que interesan con saldo negativo, condiciona a cualquiera. Juventud no iba a ser la excepción, más allá que los rivales directos ya contaban con los números de nuevas victorias

Sucedió con el increíble triunfo del Racing cordobés y, ayer con la victoria de Central Córdoba, sobre el aún líder Deportivo Maipú.

El equipo del "Sapito" sintió el cimbronazo; además venía de una semana difícil, donde varios jugadores se pelearon entre sí.

Obvio, el Santo fue el de otras tantas veces en el Mundialista, esas formaciones sin rumbo, dejando todas las dudas.

Pero suele suceder, cuando no haces nada por jugar bien, de repente te encontrás el premio mayor.

Eric Chmil, entrando por el otro sector, metió el cabezazo goleador cuando restaba poco para el final de la etapa.

Apenas comenzado el complemento, Juventud casi asegura el resultado, pero Mancinelli le ahogó el grito de gol a Matías Rinaudo.

Pero después el Santo prefirió "cuidar el resultado", pensar que esa mínima diferencia servía para mantenerlo en carrera.

Es cierto, Juventud terminó pidiendo la hora. ¿ Porque no hacerlo ?.

En la retirada no hubo ese festejo frenético. Solo tranquilidad, porque al fin y al cabo cumplió con el requisito, ese de triunfar.

 

 

Fuente y foto: El Tribuno de Salta y Nuevo Diario de Salta