Nuevamente la Universidad Nacional de Río Cuarto ha hecho historia. Como en aquella temporada 2005, la casa de altos estudios regresa a la máxima categoría del fútbol regional. Y este logra se dimensiona si se analiza todo lo que debió pasar esta institución para lograr el ansiado ascenso. Jugar siempre en otra cancha por que no posee una propia, jugadores que tienen otras obligaciones además de jugar al fútbol, y otras limitaciones que la diferencian de otros clubes de la LRFRC.
Más allá de todo esto, el conjunto de Darío Bernardes fue el mejor equipo en le cuadrangular final, Zona B, y se quedó, de manera merecida, con el título que lo catapultó a la elite de nuestro fútbol.
Uno de los baluartes del conjunto “académico” es Juan Videla. El zaguero central hace mucho tiempo que se desempeña como futbolista (además es estudiante de Ciencias de la Comunicación) y ha vivido a lo largo de estos años diversas vivencias. Videla ya sabe lo que es un ascenso (integró el equipo campeón 2005) y también conoce el sabor amargo de un descenso (temporada 2007). Per este año, la alegría volvió a estar de su lado y una vez más festejó un título con la institución que tanto quiere.
“De a poco vamos a ir cayendo en lo que hemos logrado, sobretodo por la Universidad que es una institución muy importante y hace un gran esfuerzo, por eso, lo conseguido es gigantesco. En lo personal feliz de lograr nuevamente un ascenso con un club que tanto quiero”, remarcó, emocionado, en diálogo con Pelota de Trapo – Al Toque.
- Se los vio muy emocionados.
Se genera un sentimiento tan importante que uno lo vive como propio, lo sentís como hincha más que jugador. Son tantas las cosas que hemos vivido que en estos momentos se disfruta muchísimo la obtención de un campeonato.
- Tuvieron un gran cierre donde mostraron la mejor versión de Universidad.
Como grupo y como equipo nos caracterizamos por estas cosas: nos hacemos grandes en las difíciles. La mayoría somos jóvenes y tuvimos que aguantar muchísimos reproches y hasta nos trataron de “pecho frío”, de “equipo chico” y que en las finales no nos hacíamos cargo. Sacamos la cara en la adversidad y pudimos mostrar en los últimos partidos la regularidad que tuvimos a lo largo del año. Creo que el ascenso es más que merecido.
- Futbolísticamente, ¿qué fue lo mejor que tuvo el equipo?
Constantemente Darío (Bernardes) nos inculca que tratemos de jugar bien al fútbol. Y también nos impulsa a que salgamos a ganar en todas las canchas. Somos un equipo que defiende con línea de tres, que juega dos puntas y dos enganches. Y sea la cancha que sea nosotros salimos a ser protagonistas.
- ¿Cuán importante es el trabajo de Darío Bernardes?
Tuve la suerte de compartir al Darío jugador y hoy me toca ser uno de sus dirigidos. Rescato de él que apostó en un equipo muy joven y nos transmitió toda su experiencia.
Redacción Al Toque