“Estudiantes al Argentino A.... Estudiantes está en el Argentino A”, exclamaron cuando la tarde del 31 de mayo de 2009, el plantel dirigido técnicamente por Hugo Mattea le ganaba por penales a Crucero del Norte en estadio “Ciudad de Río Cuarto” y dejaba atrás el largo camino de la categoría B del Argentino.
Atrás quedaron cinco meses de aquella tarde donde más de 8.000 almas palpitaron al son de las atajadas de José Mancinelli. Hoy, la realidad indica que el “celeste” cuando sólo le resta una fecha para concluir el torneo Apertura de la zona 3 se encuentra en zona de Promoción y a un punto de quedar en zona de descenso directo. ¿Y que sucedió?.
En fútbol, mucho es juego –lo lúdico-, pero también, lo más trascendente es el profesionalismo de la competencia y por ello se realizan planificaciones, presupuestos, y hay gastos fijos que la misma competencia exige: aranceles de árbitros, operativos policiales, cuidado y extensión y mantenimiento de infraestructura, salarios de empleados, etc., etc. Y todo rodeado de mucha pasión, porque en definitiva eso es lo que despierta la disciplina más popular que tiene el deporte en la Argentina.
Río Cuarto no es la excepción y por consiguiente los diagnósticos deberán agudizarse para que el torneo Clausura –donde se viaja más desde Enero del 2010 y se cambian algunos rivales- se consiga el objetivo por el que tanto se trabajó en los últimos años, y que no es otro que el de mantener la categoría, pero para ello, hay que pensar en generar juego para ganar partidos.
Queda un encuentro, en Córdoba frente a Racing. Será el próximo viernes y si bien la “academia” cordobesa no hizo un buen Apertura, aún sueña con el milagro de la clasificación, aunque es muy difícil, casi imposible. Pero a Estudiantes, la tabla que le debe interesar es la siguiente: Zona A: Guillermo Brown (Puerto Madryn) 12 y Juventud (Pergamino) 11; Zona B: Sportivo Belgrano (San Francisco) 13 y Ben Hur (Rafaela), 8 y Zona C: A.A. Estudiantes, 12 y Alumni, 12. Con estas ubicaciones, el “celeste” junto con los villamarienses están los dos en zona de promoción.
Se escuchó decir muchas veces que a éste equipo, cuando después de la goleada que produjo en la quinta fecha ante Central Córdoba en Santiago del Estero y no llegaban los triunfos le faltaba un “9” de área. Tal vez ese sea un déficit, pero lo que Estudiantes no consiguió fue generar juego ofensivo y ese es el principal déficit que tuvo después de la quinta fecha.
Y hoy la muletilla de la ausencia de un “9” de área se repite y es casi una constante. Pero más allá del sacrificio y el empeño que todos los jugadores le ponen en cada uno de los partidos, el juego y rigor profesional no aparece, y es allí donde deberá buscar recambios Estudiantes.
Es que para mantener la divisional, el técnico deberá solicitar y los dirigentes le deberán aportar los cuatro cupos de refuerzos que el reglamento del torneo le permite. No es fácil, asumir esta postura, pero es imprescindible para no dejar escapar una plaza que costó muchísimo obtener a Estudiantes y la ciudad de Río Cuarto. El “celeste” llegó al fútbol profesional y no debe desaprovechar la oportunidad para permanecer en esta élite.
¿Y que sumamos?, es una pregunta que cae de maduro y la respuesta para orientar es: tres refuerzos en la línea de volantes y un punta. Ese parece ser, el camino indicado, y el orden de prioridades, no porque quienes están cumpliendo esa función en el equipo no rindan, sino para que en el mismo plantel haya la competencia interna que todo profesional necesita. ¿Y si se hace eso llegarán los resultados?. Esto es fútbol y quienes aseguran resultados antes de que suene el pitazo final sería una persona poco profesional, lo que sí se puede afirma, es que si se toma este camino se profundizaría la senda para cumplir con el objetivo planteado, sumar puntos, ganar partidos y mantener la categoría.
El largo, como también se expresaba cuando no llegaban los resultados positivos, camino del torneo Argentino A, está a sólo una estación para cumplir la mitad del recorrido. Por allí, si se profundiza el diagnostico, se encontrará el camino de salida, no para decir que lo realizado hasta el presente está todo mal, sino para hacer las correcciones que una competencia profesional de fútbol como es el torneo Argentino A requiere.
Lo último, desde lo económico: los jugadores, técnico y dirigentes fueron apoyados por el público. Se hicieron muy buenas recaudaciones, tal vez por encima de lo proyectado, y en el Apertura hubo un acierto en el desarrollo de la política institucional del club que en este momento no se debe dejar pasar por alto: Después de 26 años retornó a Río Cuarto a jugar en una competencia oficial un grande del fútbol de la Argentina como es el Club Atlético Talleres de Córdoba, algo que la ciudad de Villa María, por ejemplo, no lo puede afirmar.
Carlos Valduvino – Redacción Al Toque