Cuando comenzamos desde el estadio “9 de Julio” a transitar el aire de la 103.5 “Los 40 Principales” con “La Previa”, el desafío con el resto de los integrantes de la Cooperativa de Trabajo y Comunicación “Al Toque” era saber cual iba a ser el pulso que tendrían los seguidores de Atenas, antes, durante y después del encuentro ante San Martín de Mendoza, tras el alejamiento de Nicolás Gatto y la confirmación al frente de su cargo de Néstor Billalva.
Desde nuestra posición y con opinión formada expresamos nuestro pensamiento, en el tiempo y el momento que nos entregaba la tarde del domingo. Pero la sorpresa llegó, cuando observábamos cómo el estadio “9 de Julio” ganaba colorido de trapos, aparecían las siglas de aliento, pero no había ni un solo que se “jugara” para algunos de los protagonistas: sólo Atenas aparecía en cada una de las “banderas” y eso marcaba un signo de crecimiento colectivo, por sobre la avaricia y pretensiones individuales, que son en la mayoría de los casos legítimas, pero muchas no llegan en los tiempos oportunos.
Pese a lo difícil de la situación –más por sentimientos que por otro perfil-, los dirigentes de Atenas asumieron el rol correcto, pese a que todo había nacido al final del partido ante Gimnasia en Mendoza, no porque los dirigentes no hayan actuado, sino porque faltó rodear la derrota con presencias físicas y no sólo desde los teléfonos y en el ideario de la comunicación fue más cómodo asumir la defensa del goleador, que la del DT, porque Atenas había logrado el objetivo de estar entre los mejores tres de la zona y no en el primero como se había apuntado desde un comienzo.
Y al final y con el 3 a 0 consumado, todo fue festejo. Se observó que éste equipo de Atenas tiene un conjunto de individualidades que cuando le otorgan ventajas, puede golear hasta “el pingo más pintao”, para parafrasear una expresión popular de campo...
No estuvo Gatto en la cancha, sí Néstor Billalva como técnico del equipo. El DT del “albo” pudo expresar su máxima alegría cuando Guillermo Puñet conectó de cabeza el centro de Nicolás Morardo y abrió el marcador. Tal vez esa acción la repitió una y otra vez con Gatto entre los titulares, en los últimos tiempos, para hacer algunas de las tareas de distracción, que necesita esa acción. El domingo hubo otros actores, y se dio la jugada. Tanto dolió esa acción, que el técnico de San Martín Marcelo Vázquez hundió su cabeza entre sus manos, miraba sin entender porqué le faltó el hombre que quedaba libre y debía jugar en contra la pelota, porque ese movimiento lo había marcado unos segundos antes a uno de sus dirigidos cuando el árbitro asistente de ese sector había sancionado la infracción sobre Juan Alberto López. La destreza y técnica individual de quien ejecutó el centro –Nicolás Morardo- y de quien fue a buscar de cabeza –Guillermo Puñet-, hizo olvidar aún más la pelea mediática de la semana.
El triunfo de Atenas es un buen síntoma. La razón no desbordó a la pasión. Quedan 90 minutos en Mendoza y allí el “albo” debe ratificar una línea de trabajo, más allá de las circunstanciales individualidades que las ejecuten. El 3 a 0, aún no entrega nada, sólo una diferencia, que para que San Martín la pase deberá obtener una diferencia de cuatro goles. Si son tres habrá penales. Si son menos o empate o triunfo de Atenas, el elenco de la Avenida Marconi estará entre los 10 mejores del Apertura del torneo Argentino B.
Carlos Valduvino - Redacción Al Toque