No parece haber una estación final en el recorrido de Roberto Monserrat por el fútbol. Cuando todo indicaba que sus días de inactividad en una cancha iban a ser su rutina, “el Diablo” castigó el parche, hizo sonar fuerte el bombo y anunció de esa manera su regreso. “¿Cómo explico mi regreso a los 41 años? A que tengo un físico privilegiado. Puedo comer de todo y no me afecta. Con 10 ó 15 días de entrenamiento me pongo en condiciones para jugar”, dijo Monserrat, que desde el comienzo de 2010 viene entrenando con el plantel de Alumni de Villa María.

Precisamente el presidente de ese club, Guillermo Morelatto manifestaba anoche su satisfacción por el regreso del ex futbolista de Belgrano y River Plate, entre otros equipos, a la entidad de colores rojo y blanco.

“Ya tenemos todo definido con Monserrat. Será un aporte valioso para el equipo. Estábamos necesitando un jugador de su experiencia. El nuestro es un plantel muy joven, con unos pocos futbolistas con tres ó cuatro temporadas en el Argentino A”, aclaró Morelatto.

De regreso

“El Diablo” ya parecía haber olvidado el intransferible trance de preparar los músculos y la mente antes de un partido por los puntos. Seguía moviendo su físico en los encuentros del Súper 8 y en cualquier otra reunión entre amigos, pero lo suyo ya era light en relación con aquellos desafíos futbolísticos que supo afrontar en su carrera profesional.

“La última vez que represente a un equipo fue a Avellaneda, en el torneo provincial que se disputó el año pasado (estuvo con Claudio “Panchito” Rivadero ). Y antes lo hice en el mismo Alumni, en 2006, año en el que ascendimos al torneo Argentino A”, contó.

Monserrat dice que habló muy poco con Rubén Agüero, el técnico del equipo villamariense. “Me dijo que si tenía ganas de volver a jugar y que si el físico me respondía, que lo hiciera”, dijo el volante.

Sobre la resolución de su regreso a Alumni, es un poquito más cauto que el presidente Morelatto: “Ya está casi todo definido. Faltan un par de cositas. Pero no creo que haya problemas. Si mañana y pasado mañana (por hoy y mañana) mi físico sigue respondiendo bien, no tendré problemas para regresar lo antes posible”.

Y sigue dando motivos por los que su cuerpo puede adaptarse todavía a los rigores de la plena competencia.

“Tengo ganas de volver a jugar. Estoy dispuesto a hacer este sacrificio. De hecho ya llevo varios días de entrenamiento. También me ayudó que nunca tuve una lesión muy seria, de esas que te dejan 6, 8 o más meses afuera de las canchas”, expresó.

Amistad

Otra de las razones por las cuales dejó Córdoba para hacer los 150 kilómetros que la separan de Villa María es la amistad que lo une con alguna gente de Alumni. “Lo hago por una cuestión de amistad con personas conocidas de aquí (por Villa María). No quiero venir para no estar bien. Siempre adonde fui quise sentirme bien”, dice este hombre que el próximo 13 de setiembre cumplirá 42 años, y que seguramente intentará hacer valer su experiencia entre sus compañeros y sus rivales.

“Tengo algunos dolores en las piernas. Es lógico después de volver a arrancar”, resalta “el Diablo”, que probablemente se transforme en el jugador más veterano de la categoría.

No es difícil deducir que hay dolores porque lo sienten sus músculos. Los que siempre lo han llevado por el fútbol de la mano de su vocación, de su capacidad y de su permanente sacrificio.

Ficha

“El Diablo” nació el 13 de setiembre de 1968 en Córdoba. Trayectoria como jugador: Belgrano (1989/92), San Lorenzo (1993/96), River (1996/98), Colón (1998/99), Racing de Avellaneda (1999/2000), Argentinos (2000/01), Villa Dálmine (2002/03), Racing de Córdoba (2003/2005), Alumni de Villa María (2005/06) y Avellaneda de Córdoba (2009). Y ahora volverá a jugar en Alumni.

Fuente e imagen: www.mundod.com.ar